La organización propone eliminar las restricciones a la exportación de alimentos
SANDRO POZZI - Nueva York - 03/06/2008
La ONU propondrá hoy un plan de emergencia para combatir la actual escalada del precio de los alimentos, la mayor de las últimas tres décadas. El secretario general del organismo, Ban Ki-moon, pedirá al casi medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno que se reúnen en Roma que reduzcan o suspendan las políticas proteccionistas, incluidas las restricciones a la importación y exportación de alimentos y otras medidas recientes que, según Naciones Unidas, están detrás del descontrol de los precios.
Un agricultor de Tanzania paga 55 tipos de impuestos para poder vender
El plan de respuesta a la crisis de los alimentos de la ONU, diseñado para contar con la ayuda del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, será presentado hoy en la conferencia de alto nivel sobre seguridad alimentaria, organizada por la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), según confirmaron ayer fuentes cercanas a Ban Ki-moon.
La propuesta consta de medidas a corto y largo plazo. La necesidad más inmediata está en garantizar que el Programa Mundial de Alimentos disponga de los fondos necesarios para anticipar nuevas demandas, y en concreto poder destinar ayuda alimentaria a las poblaciones más vulnerables, como mujeres y niños. En la actualidad dispone de 755 millones de dólares (unos 500 millones de euros) listos para movilizar. A corto plazo, la ONU también quiere poner fin a las restricciones a las exportaciones impuestas recientemente por dos docenas de países para intentar frenar la crisis. Éste es el caso, por ejemplo, de China, Vietnam y Egipto, que han establecido cuotas para la venta de arroz al exterior.
El organismo también quiere presionar a algunos Gobiernos para que eliminen o reduzcan algunos de los impuestos que tienen que pagar los agricultores de países como Tanzania (55 tipos diferentes, que suponen la mitad del precio total de sus productos).
Otro de los objetivos, a medio y largo plazo, es lograr que se reduzcan o suspendan las tarifas comerciales a los productos agrícolas y los subsidios que los países ricos pagan a sus agricultores y que están perjudicando a los agricultores de los países pobres. El plan también incluye inversiones en infraestructuras (carreteras y sistemas de riego) en los países que más lo necesitan y programas de asistencia técnica.
El coste de esta estrategia contra la crisis alimentaria, que tiene como objetivo apoyar la agricultura en los países menos desarrollados, podría rondar entre los 8.000 millones a 15.000 millones de dólares, según indicaron fuentes del organismo.
La voz de alarma de Ban Ki-moon también mira hacia los incentivos que algunos países, como Estados Unidos, están concediendo para promocionar la producción doméstica de biocombustibles a base de maíz, como el etanol. La ONU pide una revisión de estas ayudas, que la Casa Blanca considera clave para reducir su dependencia energética ante la subida del petróleo.
El debate está servido. Ford Runge y Benjamin Senauer, del Council of Foreign Relations (CFR), señalan en este sentido que "la altamente subsidiada industria del etanol está exacerbando la crisis alimentaria".
Pero desde este grupo de reflexión con sede en Nueva York se advierte de que los problemas de la situación alimentaria actual son mucho más profundos, por eso sus miembros apuntan que debe hacerse un diagnóstico apropiado de las causas de la crisis, para evitar que las respuestas que se den a corto plazo no provoquen daños en el futuro. "Un tratamiento con buenas intenciones puede empeorar la situación", afirman los expertos.
Y ahí es donde estará la dificultad de esta cumbre, para poder pactar un documento final. Los países están de acuerdo en que es necesario incrementar la producción de alimentos. La cuestión es cómo se va a financiar, ya que en este punto entran en juego intereses enfrentados entre los distintos países, desde la producción de semillas genéticamente modificadas, pasando por la política comercial y agrícola, hasta la energética con los biocombustibles. "Lo importante es lanzar el debate", señalan desde la ONU.
CAUSAS DE LA MAYOR ESCALADA DE PRECIOS EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS
ENERGÍA
Petróleo caro y más biocombustible
El precio del petróleo se ha disparado y, por tanto, los costes de producción y transporte de los alimentos son más caros. Además, la subida del crudo ha potenciado el uso de los biocombustibles (se pueden generar con maíz, soja o caña de azúcar), que explican un tercio del alza del precio de los alimentos.
POBLACIÓN
Crece la demanda y cambia la dieta
El crecimiento de la población (de 2.500 a 6.100 millones de personas en medio siglo) ha contribuido al alza de los alimentos. Pero también el cambio en la dieta de países como China e India, donde ha subido el nivel de vida. Un chino comía de media 20 kilos de carne al año en 1980; ahora come 50 kilos.
MEDIOAMBIENTALES
Malas cosechas a causa de las sequías
Las malas cosechas en países productores clave han provocado que la producción no haya sido suficiente para satisfacer el aumento de la demanda. Se trata sobre todo de las recientes sequías en Australia, pero también de los terremotos e inundaciones registrados, por ejemplo, en Asia.
ESPECULACIÓN
Una inversión alternativa rentable
La especulación con productos agrícolas, como la compra de cosechas a futuro, ha ganado atractivo ante la caída de la rentabilidad de otras inversiones financieras. El uso de alimentos para producir biocombustible ha sido uno de los alicientes para los fondos de inversión especializados en alimentos.
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