Por CRISTINA F. PEREDA (SOITU.ES)
Actualizado 21-02-2009 23:15 CET WASHINGTON, D.C.- Una fotografía reciente del presidente Obama en la sala de prensa de la Casa Blanca le muestra rodeado por un grupo de periodistas. Todos ellos blancos. El New York Times analizaba hace unas semanas a los presentadores de los programas de noticias en horario de máxima audiencia. Todos ellos blancos.
Ni un periodista negro alrededor de Obama en la sala de prensa.
Si los medios no cuentan con profesionales representantes de la muchas minorías étnicas de Estados Unidos, ¿pueden retratar la realidad del país y hablar de los problemas que afectan a la población? Si apenas hay un puñado de presentadores de color, ¿cómo reflejan los medios la opinión de este grupo?
La mayoría de los periodistas de color en Estados Unidos rechaza la idea de que la victoria de Obama en las elecciones haya empujado a los medios a cubrir problemas relacionados con la raza. Hasta un 92% de ellos consideran que los medios no cubren este tipo de problemas, según la encuesta realizada por las organizaciones de periodistas de minorías étnicas The Loop 21 y UNITY.
Las televisiones norteamericanas se apresuraron durante las elecciones en incorporar a las pantallas a expertos y comentaristas de color o hispanos. En la noche electoral, todas las televisiones contaban con un experto afroamericano. Despertó así el debate de si los medios estaban siendo hipócritas por poner delante de la cámara al puñado de periodistas de color que hay en las redacciones o si de verdad querían dar voz a las minorías.
A pesar del esfuerzo, ni los profesionales ni la población sienten que se haya entrado en un verdadero debate sobre problemas de raza y las dificultades por las que pasan las minorías.
En Estados Unidos es prácticamente imposible que una persona blanca se siente junto a una de color y hablen de lo que para cada uno de ellos significa ser blanco o negro. Los blancos apenas hablan de cuestiones de raza y a los negros muchas veces se les tacha de que solo hablan de lo que significa ser negro. Y justo cuando los medios de comunicación podrían ayudar en ese debate, parece que no lo están haciendo.
De acuerdo con los resultados de la encuesta anunciados esta semana en una conferencia en Washington, D.C., el 45% de los profesionales preguntados consideran que este problema se debe a la falta de diversidad en las redacciones. Otro tercio considera que es por la falta de comprensión de estos problemas por parte de editores y productores.
«Una parte de la población quiere hablar de raza, pero hay otra que está realmente incómoda con este tema y la cobertura de la campaña sólo mostró esta falta de comodidad»
"Los medios de comunicación hicieron un trabajo especialmente malo al cubrir lo que significa el concepto de raza", comentó Matt Kelley, periodista de USA Today, durante la conferencia. "La campaña de Obama hizo su parte al esconder este problema y muchos periodistas se sintieron aliviados por ello, pero también perdimos la oportunidad de empezar una conversación sobre temas que es necesario tratar. Si nunca haces la pregunta, si nunca publicas la noticia, es casi como si la estuvieras censurando".
El columnista y comentarista Clarence Page, quien fuera el primer reportero negro del Chicago Tribune, considera que los periodistas sólo reflejan un problema significativo de la sociedad norteamericana. "La gente blanca y de color tienen una noción muy diferente de la necesidad de hablar sobre la raza", argumentó como uno de los problemas por los que la sociedad no habla y los periodistas tampoco.
Para muchos norteamericanos blancos, el hecho de que las minorías reciban ayudas especiales o que algunas universidades, por ejemplo, guarden cuotas de estudiantes de color que deben formar parte de su población, es una forma de discriminación en su contra. Para los afroamericanos, el debate nunca será suficiente mientras sean los más afectados por la crisis económica, la pobreza o sigan siendo mayoría en las cárceles del país.
El resto de conferenciantes coincidieron en que el problema empieza cuando periodistas y editores no quieren hablar de estos problemas en la redacción. Para Angie Chuang, profesora en American University después de pasar por redacciones del Oregonian y Los Angeles Times, "una parte de la población quiere hablar de raza, pero hay otra que está realmente incómoda con este tema y la cobertura de la campaña sólo mostró esta falta de comodidad".
KEVIN LAMARQUE (REUTERS)
En la Cumbre de Responsabilidad Fiscal.
Clarence Page describió cómo los medios sólo hablaron de raza durante la campaña cuando alguno de los candidatos desató la polémica con un comentario, tal y como ha ocurrido esta semana con la viñeta publicada por el New York Post en la que un chimpancé podría estar representando al presidente. Los periodistas sólo se atrevieron a debatir sobre discriminación cuando Joe Biden definió a Obama como un candidato "limpio, brillante y elocuente" –como si fuera sorpresa que un negro sea limpio, brillante o elocuente-, cuando el todavía candidato respondió a John McCain que por supuesto su aspecto era diferente del resto de los presidentes en los billetes de dólar, o cuando Hillary Clinton dejó escapar unas lágrimas tras su primera derrota en Iowa.
Días después de cada una de estas anécdotas, la discriminación estaba fuera de las parrillas y las páginas de los periódicos.
El periodista del USA Today Matt Kelley se atrevió a dar un paso más al relacionar este problema con la crisis de los medios. Mientras que las publicaciones mayoritarias pierden lectores de forma imparable, los medios locales y de audiencias minoritarias no paran de crecer. "La gente busca una cobertura de los problemas que les afectan que sea mejor que la que los medios mayoritarios están haciendo", explicó Kelley.
"Si no hay periodistas de minorías en los puestos más altos de los medios, sólo vamos a crear más confusión. Pero los jefes no quieren renunciar a su poder y así sólo seguirán hablando con aquellos con los que se sienten cómodos. Si los líderes de los medios no quieren hablar de esto, entonces no sé cómo vamos a arreglarlo", protestó la escritora Amy Alexander.
Para que salgan a la luz noticias sobre los problemas de las minorías, los conferenciantes coincidieron en que la diversidad en las redacciones es clave. Puede que solo así se enganche a la audiencia en un debate sobre discriminación y raza, algo que también mejoraría la calidad del trabajo de unos medios que seguían preguntando si Obama era suficientemente negro para ser llamado negro, o demasiado negro para ser presidente.