Los delitos del hambre en Egipto

Matías Zibell BBC Mundo, Egipto

El aumento en el precio de los alimentos básicos ha degenerado en actividades ilícitas en Egipto.

Mientras en Roma, Italia, 44 jefes de Estado y de gobierno tratan de encontrar soluciones a la crisis de abastecimiento de alimentos a nivel mundial, en El Cairo, Egipto, las autoridades persiguen a sospechosos de hallar otro tipo de soluciones a la falta de comida entre los más pobres.

En los últimos días, los diarios locales en El Cairo han informado sobre el arresto de cinco personas en barrios marginales de la capital egipcia por vender carne de animales muertos encontrados en la calle.

Algunos de los detenidos son carniceros acusados de sazonar cadáveres de burros y perros con fuertes especias o de colorearlos para dar la impresión de que se trataba de carne fresca.

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Otros han sido arrestados por vender carne de burro y de cerdo como si fuera de cordero (en el Islam, el cerdo está prohibido para el consumo humano por lo que sólo el 10% de cristianos coptos y los extranjeros que viven o visitan Egipto lo comen en este país).

Funcionarios del poder judicial como Farid Nasr han solicitado condenas más duras para aquéllos que cometan estas faltas.

Actualmente el castigo no pasa de los 10 años pero Nasr se ha manifestado a favor de la pena de muerte, ya que para él se trata de un delito similar al intento de asesinato.

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El desvío del pan

Ésta no es la primera vez que el reciente aumento en el precio de los alimentos básicos ha degenerado en actividades ilícitas en Egipto.

Miles de personas participaron este fin de semana en la "Marcha contra el hambre" en El Cairo.

En marzo de este año, el gobierno del presidente Hosni Mubarak responsabilizó a un grupo de panaderos por la escasez de pan subsidiado, un producto básico para el tercio de la población que vive debajo o apenas por encima de la línea de la pobreza (US$2 para gastar por día).

Según las autoridades y representantes de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), muchas panaderías que accedieron a trigo subsidiado decidieron venderlo en el mercado privado debido a la alta cotización del grano.

Cuando comenzaron a repetirse los incidentes en las colas del pan subsidiado que incluyeron tiros y apuñalamientos, el gobierno decidió que las fuerzas armadas colaboraran en la producción y distribución de este alimento.

Al igual que ocurrió en marzo con la crisis del pan, legisladores opositores acusan ahora a las agencias gubernamentales de no hacer lo suficiente para evitar que se venda carne adulterada en las zonas más pobres de la capital egipcia.

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