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sexta-feira, 29 de janeiro de 2010

Hospitales ofrecen intérpretes en Nuevo México


ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. (AP) — Cuando el doctor Steffen Brown examina a Noily Alvarado en el Hospital de la Universidad de Nuevo México (University of New Mexico Hospital, o UNMH), no están solos. En la sala de la Women's Health Clinic hay una pantalla en la que un intérprete traduce cada palabra. Alvarado, quien es costarricense, siempre pide al intérprete.

"Hablo algo de inglés", expresó. "Pero prefiero tener a mano alguien que entiende bien todo".

Los pacientes usan intérpretes para todo, desde consultas sobre costos hasta conversaciones sobre la salud mental que, sin un intérprete, podrían tener consecuencias dramáticas en su salud.

Un estudio de pacientes sin seguro médico de todo el país hecho en el 2002 por el Access Project de la Brandeis University reveló que el 27% de las personas que necesitaban un intérprete pero no lo tuvieron no entendieron lo que les dijo su médico. En contraste, solo el 2% de los que tuvieron un intérprete o no lo necesitaron afirmaron que no entendieron las instrucciones.

Por ley, las instituciones que reciben fondos del gobierno nacional deben darle a los pacientes que no hablan inglés la misma atención que a los que sí lo hablan. Pero no siempre hay disponibles servicios de traducción.

Guadalupe Reyes, del servicio de intérpretes de la UNMH, se hizo intérprete hace nueve años, al ver el efecto que tuvo la barrera del lenguaje en su familia.

Hace 15 años, una hermana de Reyes que hablaba solo español falleció en una sala de emergencia de un hospital y la familia nunca se enteró de cómo murió. La familia cree que la barrera del idioma puede haber incidido en su fallecimiento.

UNMH tiene 15 intérpretes de español y tres vietnamitas. La mayoría de los intérpretes pueden traducir documentos escritos.

El programa se expandió mucho en tiempos recientes. En el 2005 UNMH contaba con apenas tres intérpretes y fue demandado por no ofrecer un servicio satisfactorio de traducciones a quienes no hablan inglés. La directora ejecutiva de operaciones ambulatorias Kristina Sánchez, que supervisa a los intérpretes, dijo que la gente consultaba con empleados bilingües que a veces no estaban calificados para hacer de intérpretes. Afirma que el hecho de que alguien hable español no quiere decir que esté en condiciones de transmitir información médica delicada.

"Con el correr del tiempo comprendí que eso (defenderse con un idioma) no basta", manifestó. "El tema no es traducir, sino asegurarse de que el paciente entiende".

Los intérpretes calificados también pueden cometer errores, pero tienden a ser menos graves que los que cometen las personas sin entrenamiento. Un estudio del 2003 de la revista Pediatrics analizó las visitas de 13 pacientes, que usaron intérpretes con y sin entrenamiento, y comprobó que hubo 31 errores, en su mayoría palabras omitidas. Las fallas fueron más importantes con los intérpretes sin entrenamiento, que omitieron preguntas sobre alergias y dieron dosis equivocadas de medicinas.

UNMH tiene 300 empleados que han recibido clases de interpretación en las que se usó el programa Bridging the Gap, que instruye a la gente acerca del papel del intérprete, el respeto a la cultura de los pacientes, términos médicos y estilos de comunicación. Estos empleados ganan 35 dólares adicionales al mes, según Sánchez.

En el 2008, UNMH incorporó 55 monitores con video. El monitor puede conectar a intérpretes de español, vietnamita y de lenguaje por signos. También puede establecer contacto telefónico con intérpretes de más de 180 idiomas.

Otros hospitales tienen políticas similares, aunque no necesariamente intérpretes especializados en su personal.

Las llamadas más importantes son aquellas en las que hay pacientes que se están muriendo, según los intérpretes. El médico es el portador de la mala noticia, pero los familiares del paciente esperan que el intérprete se las comunique.

"Están pendientes de una", dice la intérprete de español María Kearney.

Los intérpretes traducen todo, "incluso las malas palabras", indicó Kearney. Usan la primera personas y tratan de reproducir el tono y la actitud del paciente y del médico.

"Si el paciente tartamudea, nosotros tartamudeamos", expresó el intérprete de vietnamés Lan Dai.

Los intérpretes cumplen varios papeles: resuelven diferencias culturales, defienden los derechos del paciente y aclaran malos entendidos, pero no ayudan en la atención médica y tienen estrictas reglas de confidencialidad.

"No damos una segunda opinión", expresó Reyes. "Estamos allí para asegurarnos de que la barrera de la comunicación no afecta la calidad de la atención".

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Información del Albuquerque Journal, http://www.abqjournal.com




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