Fotos: Cortesía Universal Pictures
Una historia
que DISPARA VERDADES
Tropa de élite, el súper taquillero y polémico film brasileño llega este viernes
a las salas del país.
Estampas habló con el actor que encarna a su personaje central, Wagner Moura,
quien asegura que ésta
no es otra trama de
policías y ladrones
Por Annie Suárez
Para el director de cine brasileño José Padilha no se trataba de denunciar nuevamente las condiciones en las que viven los habitantes de las favelas (barrios). La idea era meterse en aguas más profundas. ¿El resultado? Su primer largometraje titulado Tropa de élite, el cual se ha convertido en un verdadero fenómeno cinematográfico que ha trascendido las fronteras de Brasil. En ese país la cinta fue vista por 11 millones y medio de personas antes de llegar a las salas de cine, lo que no impidió que rompiera récords de recaudación en taquilla cuando finalmente llegara a la cartelera, claro que no sin hacer retumbar el debate acerca del tema de la piratería. Pero esa no fue la única polémica que dejó a su paso este film; y es que en él se abordan controversiales temas como el narcotráfico, la corrupción de la Policía Militar (PM) y la complicidad de los consumidores de las clases sociales pudientes. Aun así, lo que más ha sacudido a los brasileños ha sido la actuación del personaje protagonista de la cinta: el capitán Nascimento, un miembro del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), mejor conocido como la tropa de élite, el cual tiene fama de incorruptible, pero que es catalogado de arbitrario por sus procedimientos. A este capitán no le importa torturar y matar para acabar con la delincuencia. Mientras que algunos ciudadanos comunes se levantaban a aplaudir a Nascimento y lo tildaban de héroe, la izquierda brasileña señalaba a la película y a su realizador de fascistas, alegando que promueven la brutalidad policial. Lo cierto es que la polémica trascendió las fronteras brasileñas y Tropa de élite pasó a ser comentada por prestigiosos medios de comunicación de otros países como la BBC y el diario The New York Times. Reconocida por la crítica y ganadora del Oso de Oro en la más reciente edición del Festival de Cine de Berlín, la película arribará a las salas de cine locales el próximo 30 de mayo. ¿Sacudirá también al público venezolano?
José Padilha debió soportar muchas presiones al realizar Tropa de élite |
El rostro fuerte de la historia
Un personaje tan intenso y con tantas exigencias xcomo el Capitán Nascimento no pudo quedar en mejores manos que en las de Wagner Moura, quien es uno de
los actores más aclamados del momento en la escena brasileña. Protagonista de Dios es brasileño,
de Cacá Diegues; Camino en
las nubes, de Vicente Amorim;
y Ciudad Baja, de Sergio Machado, Moura realiza un promedio de
dos películas por año. A propósito del estreno de Tropa de élite en Venezuela, el actor brasileño de 31 años conversó acerca de su carrera
y de la experiencia de ser parte de este film.
¿Por qué dejó el periodismo para dedicarse totalmente a la actuación?
"Trabajo como actor desde los 15 años. Pero ingresé en la Facultad de Periodismo porque me gustaba esa profesión. Por mucho tiempo me dediqué a ambas cosas. Pero en un determinado momento mi carrera como actor funcionó mejor. Por eso, terminé dejando de trabajar en el periodismo para dedicarme totalmente a la actuación".
Entre los periódicos y las películas, ¿qué es más efectivo para comunicar verdades difíciles?
"Los dos se prestan para propósitos diferentes. Los periódicos tienen una función informativa y un compromiso con la verdad, que son mucho mayores que los de las películas. Por supuesto, hay filmes que nos permiten abordar situaciones de nuestra realidad como es el caso de Tropa de élite, que es una cinta que habla de la violencia urbana y tiene aspectos de documental. Pero las películas tienen un compromiso con el arte, con los poetas, con la imaginación. Los periódicos deben, por excelencia, estar ligados a la realidad y tienen una responsabilidad con la gente".
Tropa de élite es un suceso en la historia cinematográfica de Brasil, pero usted no lo sabía cuando asumió el rol del Capitan Nascimento. ¿Por qué estuvo de acuerdo en interpretarlo?
"Tuve una intuición muy buena con este personaje. Desde el comienzo me di cuenta de que era un film importante para Brasil. Ha sido absolutamente discutido en mi país, muy polémico, muy visto. Habla de una realidad muy conocida por las personas que viven en las zonas pobres de los centros urbanos. Muestra cómo hace un policía, cómo piensa un traficante, cómo los moradores de las favelas conviven con la violencia. Además, ya el director José Padilha había hecho un documental que se llama Bus 174 muy exitoso. Padilha es un hombre muy preocupado por las cosas que suceden en Brasil. Por ese documental fue acusado de ser militante de la extrema izquierda, y, ahora, con Tropa de élite es acusado de ser militante de la extrema derecha".
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Padilha?
"Él estaba muy informado de todo y de cómo abordar un tema tan complicado. Es una persona muy valiente por mostrar esta historia y por soportar la presión que esto generó. Dentro y fuera de Brasil tuvo que responder preguntas muy capciosas. Pero siempre fue muy firme y también muy abierto con todo el mundo. Es un hombre muy brillante, inteligentísimo y muy culto. Fue una ventaja trabajar con él. Abordó un tema importante de una manera verdaderamente valiente".
¿Cómo fue el entrenamiento para el rol?
"Fue muy violento y muy fuerte. Fuimos entrenados por los propios policías de la tropa de élite".
La película fue vista por 11 millones de brasileños a través de copias piratas antes de su estreno en el cine. Aún así, rompió récords de ventas en taquilla |
Durante la proyección de
la película los medios de comunicación reseñaron que
en algunas salas de cine brasileñas el público aplaudía cuando el Capitán Nascimento torturaba a los delincuentes. ¿Por qué este personaje es considerado un héroe por algunos?
"En realidad en Brasil ocurren hechos de violencia muy fuertes
y algunos brasileños pueden ser
muy violentos. Sin embargo, quiero que quede claro algo: no creo que
el Capitán Nascimiento sea un héroe, todo lo contrario. Pero también me parece que es una víctima de todo ese caos en el que Brasil está metido. Por un lado, Nascimento defiende a su familia
de una realidad siniestra. Pero,
por el otro, resguarda la falta
de políticas necesarias en el país. Nascimiento es parte de un grupo que está entrenado para matar y para irrespetar los derechos humanos, aunque él piensa que está haciendo un buen trabajo, que está prestando un servicio a la sociedad. Ahora, también es muy difícil juzgar a las personas que hacen de Nascimento un héroe. Cuando se toma en cuenta que esas personas viven en una situación de caos y ven en el cine uno o más policías que existen en Brasil, que son honestos, es posible que ellos piensen que ese tipo de oficiales son la solución a la corrupción y que la violencia se combate con violencia. Se ha visto que en situaciones caóticas ese tipo de fuerzas aparece, tal como sucedió en los tiempos de Mussolini en Italia. En un mundo desesperado la fuerza prevalece. Ahora entiendo un poco a las personas que piensan así. Sin embargo, considero que en lugar de mandar a la policía a matar a los delincuentes en las favelas, deberían construirse escuelas, hospitales, enviar libros, incentivar la cultura en esos lugares. Para mí esa es una forma de detener el tráfico de drogas en las zonas pobres de Brasil. En las favelas, el tráfico de drogas se convierte en una vía para los jóvenes que no tienen la posibilidad de entrar a la escuela ni al mercado de trabajo. Pero, en definitiva no comparto las ideas de la policía que tortura, que mata. Esa no es la solución".
Hay una frase que dice el Capitan Nascimento: "…el policía tiene que escoger: o se corrompe o se esconde o se va a la guerra". ¿Qué opina usted de esto?
"La PM brasilera es casi en su totalidad corrupta. Mientras que la tropa de élite está integrada por policías mucho más instruidos, deben ir a la escuela, son mucho más disciplinados y mejor remunerados. Son bastante eficientes y también mueren en las favelas. Pero el problema es que la tropa de élite practica una violencia absurda. Entonces, no son corruptos, pero son torturadores".
Tropa de élite fue vista por el público brasilero antes de llegar a las salas de cine debido a una copia pirata que se distribuyó a través del mercado negro. ¿Cómo cayóla película en manos de la piratería?
"Se contrató a una empresa para colocar los subtítulos y una de las personas que trabajan allí la coló al mercado negro. Y fue todo un éxito para quienes venden películas piratas. El cine aquí ha tenido que encontrar formas de convivir con la fuerte piratería. Pero lo que se cometió con Tropa de élite fue una verdadera acción criminal, porque fue robada".
Se ha dicho que en respuesta a la piratería el director José Padilha cambió el principio y el final de la película. ¿Es cierto esto?
"Bueno, lo que se llevó a la empresa de doblaje no era el film terminado, era algo aproximado a lo que iba a quedar definitivamente. Por eso, la copia que cayó en manos de la piratería era en realidad un esbozo de la película".
Nacida para la discusión |
Para la realización de su primer largometraje, Padilha se alió con su coterráneo, el ex capitán del BOPE y sociólogo Rodrígo Pimentel, quien ya había colaborado con él en la realización de Bus 174, documental que tantas loas le significó al director brasileño. Esta vez el dúo adaptó el libro Tropa de élite , que fuera publicado por el antropólogo brasileño Luiz Eduardo Soares, conjuntamente con Pimentel y André Batista. Este texto dio mucho de qué hablar a la sociedad brasileña no sólo por abordar la cruda cotidianidad en la favelas, sino porque sus autores fueron mucho más allá al tratar aspectos que tocan la sensibilidad de la población y los intereses de algunos grupos de Brasil. En sus páginas se habla de temas como el tráfico de drogas, de sus responsables y se señala como cómplices de este flagelo a algunos miembros de las clases sociales medias y altas brasileñas, quienes al ser consumidores de estupefacientes, se convierten en promotores de este negocio; se refleja una visión bastante dura acerca del papel de las organizaciones no gubernamentales que trabajan en las zonas pobres de Río de Janeiro; se denuncia la corrupción entre algunos miembros de la PM brasileña; se acusa a oficiales de la BOPE de conseguir sus objetivos de cualquier manera, inclusive violando los derechos humanos, al asesinar y hacer uso de la tortura como máquina de la verdad con los delincuentes. Obviamente, publicar ese libro significó para sus autores, no sólo el reproche de los involucrados en el relato; sino también la censura y la represión de la PM carioca. A pesar de todo eso, Pimentel aceptó cuando Padilha le pidió su colaboración para llevar este relato al cine en el año 2004. Eso sí, no fue cosa sencilla. El director y su equipo encontraron piedras de tranca por parte de distintos entes en su país: la PM, que por supuesto no estaba de acuerdo en quedar tan mal parada; los políticos de la izquierda, que acusaron a Padilha de ser militante de la extrema derecha por desarrollar para el cine esta historia; y los narcotraficantes, que no estaban dispuestos a que invadieran su territorio para la filmación. A esto se sumó la misma violencia que azota a diario a los habitantes de las favelas de Río de Janeiro, las cuales sirvieron de sets, donde los actores y los demás miembros de la producción debieron tomar precauciones, entre ellas, colocarse chalecos antibalas. Tanta lucha valió la pena. El guión de Tropa de élite, perfeccionado por Braulio Mantovani (Ciudad de Dios), fue comprado por la compañía estadounidense The Weinstein, la cual es responsable de su impulso mercadotécnico internacional. Además, otros grandes sellos se sumaron como coproductores del proyecto: Universal Pictures, Constantini Películas, Estudios Mega y Quanta Centro de Produção. En opinión de la crítica especializada este largometraje es elmejor que ha salido de Brasil, después de la recordada Estación Central. |
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