El café no siempre huele y sabe igual. Por eso en el Eje Cafetero el café recibe el mismo tratamiento que el vino en otras partes del mundo: se visitan sus plantaciones, se hacen catas, se aprende sobre su preparación... Este es un recorrido por ocho haciendas colombianas, donde se cultiva la variedad más cara y buscada del mundo.
Pedro Madera
La lluvia cae sobre el tejado de la habitación. Todavía no ha amanecido, pero los trabajadores de la finca ya se dirigen hacia los cafetales para comenzar su jornada. En esta hacienda cafetera colombiana los últimos en despertar son los turistas que conviven durante unos días con plantadores y cosechadores. Es una de las muchas haciendas que han optado por combinar el turismo con el cultivo que ha dado fama al país y que es la razón de ser de este Eje Cafetero.
Estamos a unas cinco horas al sur de Medellín, en el territorio de Juan Valdez, personaje icono de la industria cafetera del país durante más de cuarenta años. El llamado Eje Cafetero ocupa un triángulo montañoso en la cordillera occidental de los Andes Colombianos, entre las ciudades de Armenia, Pereira y Manizales. Aquí, dicen los colombianos, es donde se cultiva el mejor café de Colombia y, quizá, del mundo. Es un paisaje de suaves colinas cubiertas por infinitas plantaciones de café, alineadas con una precisión llamativa y salpicadas por plataneras. Es un paisaje que alterna valles serenos con picos de nieves perpetuas, parques naturales y pequeños pueblecitos paisas, típicamente colombianos.
1. Finca Hotel el Bosque del Saman
Está situada en los límites entre el Quindío y el Valle y se ha convertido en uno de los centros más solicitados para los deportes de aventura. Tiene 11 habitaciones decoradas con amplios murales dedicados a la zona cafetera, que se completan con una nueva construcción de tipo colonial que ofrece otras 20 habitaciones. Todo muy sendillo, con colchas blancas, camas de madera y magníficas vistas desde sus ventanas.
Su mayor lujo son las vistas de los nevados y los cafetales desde los balcones. Su cocina ofrece platos tradicionales de la región.
| Más información: www.fincahotelelbosque.com
2. Hacienda El Balso
Una finca cafetera donde el rosa es el color predominante. Balastruada, ventanas y hasta los techos están pintados en un color rosa intenso, casi color chicle, que la hace única. Pese a lo que une imagine con esta descripción, es un lugar particularmente agradable, muy alegre y perfecto para disfrutar de las amplias zonas verdes que la rodean, de los cafetales y plataneras. Es una de los alojamientos rurales más tradicionales de la zona, perteneciente al Club de Calidad Haciendad del Café. Tiene sólo cinco habitaciones y admite un máximo de 14 personas, por lo que el ambiente es casi de vacaciones en familia. Su propietario acompaña personalmente a sus invitados a conocer los cultivos de café y todas las etapas de su proceso.
| Más información: www.fincaelbalso.com
3. Hacienda El Delirio
Es una de las mansiones más representativas de la colonización en la zona de Antioquia a principios del siglo XX. Fue restaurada en 1991 seleccionando una buena colección de muebles de época. Está rodeado por zonas verdes desde las que se contemplan el espectacular paisaje de la cordillera central y la hoya del Quindío. En los días más despejados, se contempla también la línea de cumbres nevadas del Tolima, el Ruíz y el Quindío.
Es una hacienda en la que se mantienen sus cultivos tradicionales de café a los que se accede a través de un sendero ecológico. Pertenece al club de calidad de Haciendas del Café.
| Más información: www.turismoquindio.com/casaeldelirio.php
4. Hacienda Hotel del Campo
Tiene un aspecto casi de cuento, con una casa principal en colores naranjas, amarillos y rosados, con balaustrada de madera y macetas de flores adornando sus fachadas, y una edificación externa con cubierta de paja, en torno a una fresca piscina.
Incluye 22 habitaciones, a algunas tipo suite decoradas de forma muy sobria. En su restaurante se pueden probar los platos más típicos de la región con un ambiente de fonda.
| Más información: www.hoteldelcampo.com.co
5. Hacienda Combia, en Quindío
Una de los mejores ejemplos de hacienda del eje cafetero, un auténtico hotel que invita al descanso y contacto con la naturaleza, la cultura cafetera y un sitio estratégico para visitar cada uno de los atractivos del Eje Cafetero. Su estructura es la de la típica hacienda, con su balconada correida a la que se asoman todas las habitaciones y su fachada pintada de alegres colores. Está situada frente al promontorio de Peñas Blancas, que los conquistadores llamaban el ojo de Santa Bibiana.
Ofrece 24 habitaciones confortables y muy agradables, además de piscina, zona de jacuzzi, sauna y baño turco y espacios para reuniones. Por supuesto, incluye propuestas de senderismo y de recorrido por los cultivos de café y plátanos acompañado por sus expertos.
| Más información: www.combia.com.co
6. Hacienda Dinamarca.
Es una de las fincas de agroturismo más antiguas del Quindío, como se puede ver en su decoración que trata de mostrar lo más fidedignamente cómo vivían los antiguos colonizadores de la zona. Una vez más, la estrella son los corredores, inferior y superior, a los que asoman todas las habitaciones, con sus barandas pintadas de vivos colores. En el interior, se han introducido objetos antiguos pero sobre todo es la cocina la que mejor muestra el sabor antiguo de una finca tradicional.Se alquila por habitaciones pero también completa para grupos o familias.
| Más información: www.haciendadinamarca.com
7. Finca Hotel El Carmen del Pinar
En esa finca cafetera nos alejamos un poco del típico modelo de hacienda con corredor de colores a lo largo de toda la casa. Esta es una edificación mucho más sencilla y de ambiente más rural, con seis amplias y cómodas habitaciones y una cabaña con dos habitaciones y cocina, que se complementan con amplias zonas verdes, piscina y jacuzzi.
Es un lugar para disfrutar de la vida rural más auténtica, con un estilo casi espartano en las habitaciones y sin ningún tipo de lujo a excepción de la piscina y de un entorno natural magnífico.
| Más información: www.turismoquindio.com/finca_elcarmendelpinar.php
8. Finca Hotel Los Girasoles
Un proyecto turístico asociado al café puesto en marcha por los propietarios de la finca, Luis Darío e Isabel Beatriz Orozco Jaramillo que han puesto en marcha con mucho mimo este hotel-hacienda en la que se puede disfrutar del ambiente cafetero. Desde el hotel se contemplan los cafetales bien alineados que cubren la finca y los paisajes que la rodean, con las cumbres nevadas vigilantes.
Sus habitaciones han sido decoradas con algunos detalles antiguos, como los cabeceros de bronce o las mesillas de noche que nos recuerdan a algunos a las de las casas de nuestros abuelos. En el exterior, la finca luce una galería típica de la zona, pintada de amarillo y azul y rodeada de vegetación. El hotel cuenta con una agradable piscina y otros servicios, desde oratorio a jacuzzi o parque infantil.
| Más información: www.lafincalosgirasoles.com
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