El productor de microprocesadores llega a un acuerdo con el gobierno portugués para distribuir su 'miniportátil'
EFE - San Francisco - 31/07/2008
Nacieron como proyectos altruistas para fomentar el uso de la informática en el Tercer Mundo, pero los ordenadores de bajo coste han resultado ser un negocio rentable y la competitividad entre los fabricantes crece.
El productor estadounidense de microprocesadores Intel se apuntó ayer un importante tanto al anunciar un acuerdo con el gobierno portugués para la distribución de medio millón de unidades de su portátil Classmate PC en las escuelas lusas. Los ordenadores serán ensamblados en Portugal y el gobierno del país los distribuirá gratis o a un precio máximo de 50 euros entre escolares de bajos recursos.
Se trata del mayor pedido hasta la fecha para Intel, que lanzó el
Classmate PC el pasado año, y mejora su posición frente a su principal competidor, el XO de la ONG One Laptop per Child (OLPC), más conocido como el portátil de los 100 dólares (unos 64 euros).
Pero Intel y OLPC no están solos en este sector. La caída de precios de los componentes y la popularización de sistemas operativos como Linux y de las aplicaciones basadas en la Red han reducido los costes de producción y han permitido rebajar los precios de los portátiles más sencillos.
Un mercado muy agitado
En el mercado aparecen cada día nuevos portátiles con precios que no superan los 192 euros y que están destinados a los consumidores de cualquier país y no sólo a los países de en vías de desarrollo.
El XO de OLPC, con su característica carcasa verde y blanca, sigue siendo el proyecto quizá más conocido. La ONG ha vendido hasta la fecha unos 600.000 portátiles pero, pese al interés inicial que despertó en todo el mundo, no está consiguiendo alcanzar las cifras de ventas proyectadas. Uno de los principales problemas era la reticencia de muchos ministros de educación a adquirir un ordenador que sólo funcionaba con el sistema operativo abierto Linux, por lo que OLPC anunció el pasado mayo que el XO aceptaría también Windows.
El Classmate de Intel está disponible en ambos sistemas y aunque en principio se diseñó para los escolares del Tercer Mundo, la firma decidió posteriormente cambiar su estrategia ante el interés mostrado por clientes ajenos al mundo educativo.
El pasado marzo Intel anunció que distribuidores en países desarrollados podrán adquirir el portátil Classmate para venderlo directamente a los consumidores.
OLPC mantiene su plan original de distribución sólo a gobiernos, aunque la organización ha lanzado dos campañas en EEUU para permitir que particulares adquirieran dos portátiles por 255 euros si donaban uno de ellos. Pero las relaciones entre Intel y la ONG han sido siempre tortuosas, pese a que la firma estadounidense fue una de las primeras empresas que participaron en el proyecto.
Para empezar, el XO no utiliza microprocesadores de Intel, sino los de su competidor AMD. Además, la ONG y su principal impulsor, Nicholas Negroponte, nunca vieron con buenos ojos la determinación de Intel de producir su propio ordenador de bajo coste y la acusó, incluso, de vender su aparato a precios por debajo de coste.
La firma estadounidense abandonó finalmente su puesto en la junta directiva de OLPC a comienzos de este año, pese a que ambos grupos negociaban el lanzamiento de un XO producido con chips de Intel.
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