[Valid Atom 1.0]

terça-feira, 16 de fevereiro de 2010

Cooperaron con el ICE y fueron traicionados


Aol Latino Noticias y Agencias,
Posted: 2010-02-16 09:02:20
Nueva York - Emilio Maya y su hermana Analía ya vivían el sueño americano, llegaron en la década de los 90 y con sacrificio abrieron un pequeño café que ya estaba dándoles grandes satisfacciones.

Llegaron desde Argentina y se radicaron en este pintoresco pueblo cerca de las montañas Catskill, donde trabajaban en restaurantes y eran bien considerados por la comunidad. Emilio era voluntario del cuerpo de bomberos y Analía hacía traducciones para la Policía, también a título de voluntaria.

Ambos ahorraban dinero para abrir un pequeño restaurante de comida argentina, pero había algo que los atormentaba: estaban en el país ilegalmente. Llegaron con visas de turistas y se quedaron.

"Somos indocumentados"

Un día Analía se confesó con un amigo, el policía Sidney Mills, quien con frecuencia le pedía a los hermanos que lo ayudasen a resolver casos que involucraban a hispanos.

Mills no lo pensó dos veces.

"Ellos ayudaban a la comunidad. Me pareció que la comunidad debía ayudarlos a ellos", expresó Mills.

En marzo de 2005 Mills arregló un encuentro con dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, según sus siglas en inglés), Kelly McManus y Morgan Langer, y se selló un pacto: los hermanos trabajarían como informantes y el ICE los ayudaría a conseguir visas S, un tipo de visa poco común que se concede a personas que ayudan a las autoridades.

"Fue todo muy claro. Ese fue el arreglo que ellos pensaron estaban haciendo", dijo Mills.

En manos de la migra

Los Maya dicen que cumplieron con su parte. Cinco años después, no obstante, el ICE se volvió en su contra e intenta deportarlos.

A Emilio nunca le convenció mucho lo que estaban haciendo, pero los agentes eran cordiales y parecían interesados únicamente en asuntos de drogas, pandillas, tráfico humano, prostitución y venta de documentos falsos.

Dijeron que no buscaban indocumentados, sino "pescados grandes, delincuentes" y dejaron en claro que no pagarían por la información y que los hermanos no podían contarle a nadie acerca de su trabajo como informantes.

Así, los Maya se internaron en el mundo turbio de los "informantes confidenciales", un mundo plagado de sospechas, engaños y peligros.

Al principio, todo parecía sencillo. En los partidos de fútbol, el restaurante o cuando iban de compras debían iniciar conversaciones y tratar de recabar información. Se encontraban regularmente con McManus y Langer para pasarles datos.

Emilio seguía albergando dudas. En la calle, las visas S son conocidas como las visas de los "snitch" (delatores), pero la tentación era demasiado grande. Estaban a punto de abrir su café. Sus padres habían venido para ayudarlos. Los hermanos se aferraron a la posibilidad de conseguir la residencia.

En febrero de 2006, los agentes decidieron encomendarles misiones más arriesgadas. Le pusieron micrófonos a Emilio y lo enviaron a una vivienda donde funcionaba un prostíbulo.

Todo salió bien y al mes siguiente los agentes llevaron a los hermanos a oficinas del ICE en Nueva York, donde les dieron permisos de trabajo válidos por un año, que serían renovados mientras trabajasen para el ICE.

Vivían nerviosos

En septiembre Analía se hizo pasar por una indocumentada mexicana en una fábrica de cosméticos de Port Jarvis, a unos 112 kilómetros (70 millas), para investigar si contrataban indocumentados a sabiendas.

Durante cinco semanas Analía vivió en un hotel y trabajó en un turno de 7.30 de la mañana a 3.30 de la tarde. Llevaba un micrófono y al final de cada jornada se reunía con los agentes.

Estar parada todo el día en la fábrica la agotaba y el tratar de conseguir información la ponía nerviosa. Vivía con un miedo constante.

Una vieja lesión en el cuello hizo que fuese a parar a un hospital y los médicos dijeron que no podía seguir trabajando en la fábrica.

Analía dice que nunca vivió situaciones de peligro real, pero Emilio afirma que pasó varios sustos, como cuando fue enviado, con micrófonos, a un barrio pobre de Newburgh a comprar papeles falsos a una mujer llamada María.

La mujer aparentemente sospechó algo y se lo llevó a otro lugar. Los agentes le perdieron la pista y Emilio cayó presa del pánico. Temeroso de ser descubierto, caminó muchos kilómetros antes de que los agentes dieran con él.

Hacia mediados de 2007, Emilio no podía con los nervios. "Les habíamos dado información sobre una pandilla, sobre una operación de contrabando y ellos no nos daban nada a nosotros", se quejó.

Cuando encararon a los agentes, se les dijo que si dejaban de actuar como informantes, serían deportados.

Los agentes exigían cada vez más

En 2008 les pidieron que informasen sobre terrorismo y venta de armas. No consiguieron esa información. Continuaron ofreciendo datos sobre las actividades en el pueblo, pero no fueron usados nuevamente en operaciones encubiertas.

Eso fue un alivio. El restaurante, llamado Tango, les tomaba tiempo. Emilio se había casado y tenía una niña.

En mayo de 2009 recibieron un baldazo de agua fría: Los agentes les dijeron que si no conseguían información sobre armas y terrorismo, serían deportados.

"Dijeron que la información que les estábamos dando no bastaba", expresó Emilio.

Analía estaba furiosa y un día le contó toda la historia a un cliente de Tango, el representante Maurice Hinchey. "Cálmese", le dijo el legislador. "El gobierno no usa a la gente y luego la descarta", agregó.

La semana siguiente la oficina de Hinchey comenzó a investigar y, según los Maya, el ICE dejó de recibir sus llamadas, pero nadie pensó lo que se venía.

El 17 de noviembre, cuando Emilio salía de su casa para ir al restaurante, fue rodeado por agentes del ICE que le apuntaron sus armas, lo esposaron y encadenaron.

McManus le dijo a Analía que Emilio había perdido su condición de informante y sería deportado.

Emilio estuvo detenido 15 días, sin explicaciones y sin que se le formulasen cargos.

Destrozada, Analía llamó a Mills, quien no podía creer lo que le contó. Mills llevaba 10 años trabajando con la Policía y tenía amplia experiencia en operaciones encubiertas en busca de drogas. Había trabajado con el FBI, pero no con el ICE. De todos modos, suponía que "las reglas eran las mismas".

"Uno protege sus fuentes y jamás reniega de un acuerdo".

El ICE no habla del tema. La única explicación que recibió el representante Hinchey fue que la información suministrada por los hermanos no había generado arresto alguno.

Con fecha de deportación

Emilio fue liberado y se le dijo que sería deportado en 90 días. El plazo vence el 2 de marzo.

Analía tiene por delante citas con el ICE en el que se analizará su status legal.

El portavoz del ICE Brian Hale dijo que la agencia no comenta casos de informantes y que para que se le dé una visa S a alguien "tiene que haber un beneficio significativo para el gobierno".

Hay quienes dicen que el ICE no trata bien a sus informantes.

"Usan a las personas más vulnerables para trabajos peligrosos, les hacen todo tipo de promesas y luego los abandonan", afirmó la abogada neoyorquina Claudia Slovinsky, especializada en temas de inmigración y quien dice no conocer ningún caso en el que se haya dado una visa S.

El caso de los Maya ha dividido la comunidad en este pueblo histórico del valle del río Hudson. Mucha gente los apoya, recauda dinero para ayudarlos y bombardea a Hinchey y a la senadora Kirsten Gillibrand con cartas pidiéndoles que hagan algo. Hinchey presentó un proyecto pidiendo que se le conceda la residencia legal a los Maya, pero ese tipo de trámites es muy complejo y rara vez prospera.

La reacción de la comunidad hispana ha sido previsible. No van a Tango e ignoran a Emilio y Analía en el supermercado y en el banco. A Emilio lo expulsaron del equipo de fútbol donde jugaba. Las amigas de Analía no le contestan sus llamadas por temor a que el teléfono esté intervenido.

Emilio sabe que si se va deportado, no podrá regresar al país. Analía dice que no puede sacar adelante el restaurante ella sola y que tampoco le interesaría mantenerlo sin su hermano.


Sulamérica Trânsito












LAST





Sphere: Related Content
26/10/2008 free counters