Los medios nacionales representa una visión diferente de la situación de estancamiento que pone en peligro las relaciones diplomáticas entre Brasil y Estados Unidos
En los EE.UU., se convirtió en una causa célebre, una especie de protegido de la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton y la presencia constante en televisión varios e Internet. Mientras tanto, en Brasil, el padre de David Goldman es una "desnaturalización" que con la ayuda de diplomáticos influyentes, se separa una familia juntos. Goldman, de 42 años, está luchando por la custodia de su hijo de 8 años, Sean, quien fue llevado a Brasil en 2004 por su madre brasileña.
La madre, Bruna Bianchi, murió en agosto del año pasado y desde entonces David llevó el caso a los medios de comunicación en un intento de Sean, que vive con su padrastro brasileño, de vuelta a Nueva Jersey. Pero los periódicos brasileños han retratado a David como una causa perdida - la especulación por no hablar - un padre que apareció de la nada después de 4 años para llevar a su hijo feliz y bien cuidados a los Estados Unidos.
La familia brasileña del niño lo acusó vivir a expensas de su esposa, que trabajaba como profesor en Nueva Jersey antes de salir de ella. Su abuela materna, Silvana Bianchi, dijo a un canal de televisión brasileño que Goldman no envía ningún dinero a Sean y no trató de verlo en cuatro años.
Mientras que el caso no llega al nivel de la batalla política por la custodia de Elián González en 2000, las relaciones diplomáticas entre Brasil y Estados Unidos ya se ha comprometido, dijeron las autoridades.
Activistas protestaron frente a la Casa Blanca en un intento de presionar por el retorno de Sean, mientras que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó al recién electo Barack Obama, quien jugó brevemente en el tema. Lula dijo que la decisión estaba en manos de los tribunales. Una protesta por el mantenimiento de Sean en Brasil fue programada para el domingo pasado (15), frente al Hotel Marriott de Río de Janeiro, donde David se alojaba.
Los políticos locales están furiosos por lo que consideran "tácticas de provocación" de Clinton y embajador de EE.UU. en Brasil, Clifford Sobel, que se han reunido con los tribunales brasileños, en un intento de "cambiar" sus puntos de vista sobre el caso, según la prensa brasileña.
Por lo menos dos veces, Clinton se reunió con políticos brasileños de alto rango en favor de Goldman mientras que el embajador de EE.UU. en Brasil, Clifford Sobel, un juez se ofreció a apoyar su candidatura para un asiento en una institución internacional, según los medios brasileños. Visitas al Juez Sobel, Ellen Gracie, y otro juez, César Rocha, son muy "inapropiado", según la prensa brasileña.
"El embajador de EE.UU. está sobrepasando sus límites y esto es muy embarazoso para los Estados Unidos", dijo Sergio Tostes, portavoz de Paulo Lins e Silva, el padrastro de Sean, un miembro de una influyente familia y él mismo un abogado respetado.
Sobel también escribió una carta al ministro brasileño de los derechos humanos, Paulo Vannuchi, para pedirle que tome en cuenta la Convención de La Haya, que establece que en ausencia de un padre biológico, el otro tiene la custodia de forma automática.
"Esperamos que la plena cooperación de Brasil para resolver este impasse, que es esencialmente graves, se vuelve más trágica con la muerte de la madre de Sean, con consecuencias perjudiciales para un niño inocente", dice la carta obtenida exclusivamente por The Daily Post.
"La Embajada aprovecha la oportunidad para más fuertemente refuerza nuestras protestas anteriores relacionados con el caso", agregó la carta. David Goldman llegó a Río de Janeiro la semana pasada con un equipo de periodistas de la cadena de televisión NBC, EE.UU..
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