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BBC MUNDO RADIO
Sean llegó al consulado con varios de sus familiares brasileños, que tuvieron que abrirse paso entre veintenas de reporteros y camarógrafos. Su padre natural, originario de Tinton Falls, Nueva Jersey, lo esperaba adentro del edificio.
Después de cinco años de fallos judiciales y apelaciones, el titular de la Corte Suprema brasileña ordenó el martes que el niño fuese devuelto a su padre.
Sean lloró cuando su padrastro y el abogado de la familia trataban de hacerlo atravesar el grupo de periodistas frente al consulado. Los guardias empujaron violentamente a fotógrafos y camarógrafos de televisión.
El niño traía su equipaje y tenía una camiseta amarilla con la bandera brasileña y los anillos olímpicos.
No dijo nada al bajar de una camioneta negra. Su abuela materna, Silvana Bianchi, dijo llorando, "éste es un momento muy difícil".
Smith dijo que Sean pareció feliz cuando se reunió con su padre.
"Una vez que estuvo con su papá estaban sonriendo, abrazándose", agregó el representante. "Parecían como los mejores amigos".
Smith agregó que Sean habló con sus abuelos en Nueva Jersey.
Poco más de una hora después de la reunión, padre e hijo se dirigían a un aeropuerto para el vuelo de regreso.
La abuela Bianchi quiso viajar con Sean a Estados Unidos para facilitar la transición, pero el abogado de la familia, Sergio Tostes, dijo que el gobierno estadounidense no se lo permitió. Tostes agregó que había pedido la intervención del gobierno brasileño, pero las autoridades dijeron que la decisión debía ser respetada.
La portavoz de la embajada estadounidense Orna Blum dijo que el gobierno y el consulado de Estados Unidos no tuvieron que ver con los arreglos del viaje, que según agregó estuvieron a cargo de los abogados de las dos partes.
Sean había vivido en Brasil desde que la ex esposa de Goldman, Bruna Bianchi, lo trajo a su país natal en el 2004 para lo que se suponía fuese unas vacaciones de dos semanas. Bruna Bianchi se quedó en Brasil, se divorció de Goldman y volvió a casarse. El año pasado murió al dar a luz una niña, pero su marido, Joao Paulo Lins e Silva, continuó la batalla legal y ganó la custodia temporal del niño.
Lins e Silva, prominente abogado especialista en divorcios en el bufete legal de su padre, usó todos los medios legales para mantener al niño en Brasil.
