10 de Agosto de 2008, 07:40pm ET
TIFLIS, 11 Ago 2008 (AFP) -
Estados Unidos acusó este domingo a Rusia de querer hacer caer el gobierno georgiano pro occidental, mientras los bombardeos rusos continuaban en Georgia y el canciller francés acudía a Tiflis para mediar en el conflicto por la región separatista georgiana pro rusa de Osetia del Sur.
El embajador estadounidense en la ONU Zalmay Khalilzad hizo las acusaciones refiriéndose a unos comentarios del canciller ruso, Serguei Lavrov, que habría dicho que el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, "debía partir".
"Es completamente inaceptable y supera los límites", declaró Khalilzad.
Lavrov desmintió poco después haber hecho esas declaraciones en una conversación telefónica con la secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice.
"Un hombre que ha dado la orden de cometer crímenes de guerra (...) no puede considerarse como un socio de Rusia", dijo no obstante Lavrov sobre Saakashvili.
Khalilzad declaró igualmente que un proyecto de resolución de la ONU, que pide un alto el fuego inmediato entre Georgia y Rusia, sería presentado en las próximas horas en la reunión que mantiene el Consejo de Seguridad.
Sobre el terreno, las operaciones militares continuaban este domingo, con un bombardeo ruso a una base militar cerca de Tiflis, que fue confirmado por la ONU.
Los observadores de la ONU confirmaron también el bombardeo aéreo de pueblos situados en el único sector controlado por Tiflis en Abjasia, otra región separatista georgiana.
El ejército ruso negó haber bombardeado ningún lugar de Georgia donde se encuentre población civil, como llegó a decir Tiflis.
En horas del lunes, el portavoz del ministro georgiano de Interior, Shota Utashvili, declaró a la AFP que la ciudad georgiana de Gori estaba siendo atacada "masivamente" por la artillería y la aviación rusas, al tiempo que tropas terrestres se preparaban para un asalto.
El presidente georgiano, Mijail Saakashvili, denunció a su vez que tanques rusos se encontraban en territorio georgiano, más allá de Osetia del Sur.
Los georgianos también acusaron a los rusos de haber enviado aviones para bombardear el puerto de Poti, en el mar Negro, así como una base aérea a las afueras de Tiflis y la zona del aeropuerto internacional de la capital georgiana, ataque este último que Rusia desmintió.
Georgia acusó también a Rusia de impedir la entrada de médicos georgianos en Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso anunció que sus buques de guerra habían hundido este domingo una lancha lanzamisiles georgiana que intentaba atacarlos en el mar Negro.
Moscú retiró el domingo dos buques de guerra enviados frente a las costas georgianas. Rusia había mandado varios para impedir la entrega de armas a ese país.
Georgia anunció por su lado una retirada casi completa de sus tropas de Osetia del Sur y un alto el fuego, mientras el Ejército ruso tomaba el control de Tsjinvali.
"Georgia hace saber que está dispuesta a iniciar inmediatamente negociaciones con la Federación de Rusia sobre un alto el fuego y el cese de las hostilidades", declaró la cancillería georgiana.
Sin embargo, Rusia acusó a Georgia de continuar las hostilidades.
Saakashvili lanzó un llamamiento a Estados Unidos para que intervenga diplomáticamente.
La Casa Blanca advirtió a Moscú de que el conflicto podría tener un impacto "importante" en las relaciones bilaterales a largo plazo, al igual que hizo la Unión Europea el sábado.
El jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, llegó a Tiflis este domingo y se reunió con el presidente georgiano para exponerle un proyecto de plan de paz.
El Kremlin y el palacio del Elíseo anunciaron que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ejerce la Presidencia de la UE, acudirá a Moscú al comienzo de la semana próxima.
Además, la UE desbloqueó un millón de euros de ayuda a la población civil afectada por el conflicto, anunció la Comisión.
Más de 2.000 personas, "en su inmensa mayoría ciudadanos rusos", han muerto en Osetia del Sur desde el comienzo de la ofensiva georgiana el jueves de noche, afirmó Grigori Karasin, viceministro ruso de Relaciones Exteriores.
Del lado georgiano, el balance oficial es de 92 muertos, entre ellos 40 civiles.
Unas 30.000 personas -la mitad de la población- han huido de los combates en Osetia del Sur, y 10.000 en Georgia, anunció a la AFP una portavoz de la Cruz Roja Internacional (CICR).
La mitad de los 2.000 soldados georgianos desplegados en Irak volvió este domingo a Georgia, donde esperaban ser enviados a la zona de conflicto.
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