Lane Christiansen/Chicago Tribune/MCT
El vocero presidencial Robert Gibbs dijo que la adquisición de la prisión de Thompson, ubicada en las inmediaciones de Chicago será un "enorme paso" para el cierre de la instalación militar.
Gibbs no dio detalles sobre el número de detenidos que serán trasladados, aunque no desmintió al senador demócrata por Illinois Richard Durbin, según el cual la cifra podría superar los 70 presos.
Gibbs no explicó las razones por las cuales fue seleccionada esa prisión, la cual nunca ha sido utilizada desde su construcción, pero dijo que el costo de operarla será casi la mitad del costo de operar la de Guantánamo.
El vocero desestimo las críticas que género el anuncio, en especial entre legisladores republicanos, que lo calificaron de una mala decisión con serias implicaciones de seguridad para ese estado.
Uno de ellos, el congresista Mike Pence dijo que con esta decisión la administración Obama "esta poniendo las relaciones publicas internacionales por delante de la seguridad publica".
Sin embargo el pleno de la Cámara de Representantes cuestionó "?Cómo es que cerrar Guantánamo nos hará más seguros, cómo es que mover 70 conocidos terroristas a una instalación en mi querido estado hará a nuestras familias más seguras".
Gibbs dijo que actualmente existen 350 prisioneros acusados de actos terroristas retenidas en cárceles del país, sin que ello presente un riesgo para las comunidades donde estas instalaciones se encuentran. "El presidente además tiene enorme confianza en el ejército, esa es la gente que opera Guantánamo y esa es la gente que operara la instalación en Thompson", explicó.
El tema del traslado de los sospechosos de Guantánamo a territorio continental estadunidense ha sido controvertido, desde que la administración Obama decidió enjuiciar en Nueva York a algunos de los sospechosos de los ataques del 11 de septiembre.
El procurador general de Estados Unidos Eric Holder anunció el mes pasado que los cinco presuntos autores de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, incluido Khalid Sheik Mohammed, serán enjuiciados en una corte federal de Nueva York.
Los otros cuatro coacusados son Waleed bin Attash, Ramzi Binalshibh, Mustafa Ahmad al-Hawsawi y Ali Abd al-Aziz Ali, quienes al igual que Khalid Sheik Mohammed se encuentran en Guantánamo.
El Departamento de Justicia ha dicho que pedirá del sistema judicial civil el máximo castigo posible, incluida la pena de muerte contra los sospechosos que conspiraron para causar la muerte a dos mil 973 personas de los ataques en Nueva York y Washington.
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