El Gobierno reacciona así ante la "violencia desbordada" y al "creciente número de víctimas".- Ocho personas murieron el jueves en enfrentamientos
ELPAÍS.com / AGENCIAS - La Paz - 13/09/2008
El gobierno de Bolivia ha declarado hoy el estado de sitio en el departamento de Pando, en el norte del país, ante la "violencia desbordada" en la región y "un creciente número de víctimas". "En Pando ha ocurrido una auténtica masacre", ha declarado el ministro de Gobierno (Interior) Alfredo Rada, entre informes que apuntan a que han sido encontrados más cuerpos en las colinas cercanas a la capital.
El ministro de Defensa, Wálker San Miguel, ha leído ante los periodstas en el Palacio de Gobierno de La Paz un decreto aprobado en la noche del viernes (hora española) que establece una situación excepcional de "extrema gravedad" para "garantizar la vida" y "los intereses de la colectividad" en el departamento de Pando. El texto prohíbe las reuniones de más de tres personas, ordena el arresto automático de cualquiera que porte armas y decreta el toque de queda entre la media noche y las seis de la mañana.
El Gobierno asegura que se han cometido crímenes contra la humanidad. Versiones extraoficiales hablan de 15 muertos más en la zona. Tras este choque, la ciudad ha vivido saqueos y actos vandálicos, ha añadido Rada, quien subrayó que la violencia en este departamento ha causado "crímenes de lesa humanidad" y "una gran conmoción interna" en esta región.
Los ministro han comparecido acompañados del Alto Mando Militar, minutos después de que el prsidente, Evo Morales, recibiera al gobernador de Tarija, que ha acudido a la capital en representación de las provincias autonomistas.
Ayer, fueron asesinados ocho campesinos seguidores del presidente en la capital provincial, Cobija. Los enfrentamientos con los partidarios del gobernador de la provincia continúan. Las protestas en las regiones petroleras del país han logrado bloquear la mitad de las exportaciones de gas a Brasil y la totalidad de la dirigida a Argentina. El Gobierno desplegó ayer al ejército en un intento de restaurar la producción.
Los países latinoamericanos instan a la calma
El portavoz de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha leído esta madrugada (hora española) un comunicado manifestando su preocupación por los últimos actos de vilencia vividos estos días e instando a Gobierno y oposición a volver al diálogo.
Insulza ha señalado que las prioridades del país deben ser ahora poner fin a la violencia, acatar el mandato de las autoridades legítimas y la puesta en marcha de una mesa de diálogo.
Desde Naciones Unidas, su secretario, Ban Ki Moon, se ha pronunciado en el mismo sentido y ha mostrado la disposición de su organización a colaborar en el diálogo. El Gobierno colombiano, que forma con Brasil y Argentina el grupo de países "amigos" de Bolivia, también ha mostrado su disposición a contribuir a hallar una solución, "tan pronto el Gobierno del presidente Evo Morales lo considere pertinente".
Además, reiteró su llamamiento para que se propicie un clima adecuado para "retomar el diálogo y evitar la violencia". "Colombia, país que ha sufrido en carne propia la violencia, no desea que ningún pueblo hermano padezca de este lamentable flagelo", subrayó la Cancillería colombiana.
Los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Alan García, de Perú, reunidos en Lima, expresaron hoy su "irrestricto" respaldo a Morales y a la democracia y la unidad de Bolivia, así como su rechazo a la violencia. Por su parte, el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, también reafirmó su apoyo a Evo Morales, al igual que hizo ayer la Cancillería de su país, al hacer votos por "una solución conciliatoria y pacífica" en Bolivia.
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