La tensión entre Venezuela y Colombia escaló esta semana para comenzar a tener visos de potencial conflicto bélico. Una sucesión de incidentes fronterizos han ido engrosando la lista de quejas bilaterales, sin que exista un mecanismo diplomático activo entre Caracas y Bogotá que permita canalizar los roces.
Diversos ofrecimientos de gobiernos regionales y europeos para servir de puentes entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe, han sido descartados públicamente por el gobierno venezolano.
Los discursos de Chávez y de altos funcionarios de su gobierno presentan la tensión con Colombia como un asunto estratégico y no coyuntural. Chávez está circunscribiendo todas las relaciones de Venezuela y Colombia al tema del acuerdo militar firmado por Bogotá con Washington, con lo cual permanecen cerradas las opciones de acercamiento que pudieran valerse de prácticas diplomáticas.
El peligro de un choque armado entre Venezuela y Colombia a mediados del año 2010 es real, según “fuentes de inteligencia” en Bogotá citados por Jane´s, la publicación especializada en temas militares y de inteligencia.
Anteriores confrontaciones entre Hugo Chávez y los gobiernos de Colombia, tuvieron en Fidel Castro a un agente moderador. La impresión de analistas consultados es que, en esta ocasión, Castro está estimulando la pugnacidad, bajo el argumento de la presencia de EEUU en bases militares colombianas.
Luego de dos semanas del llamado de Hugo Chávez a prepararse para una guerra con Colombia y EEUU, Bogotá anunció medidas de tipo militar.
El viernes pasado, 20 de noviembre, tras un encuentro del ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, con los jefes militares y policiales con jurisdicción en la frontera con Venezuela, fue anunciado el reposicionamiento de tropas para aproximarlas a la línea fronteriza. Silva había previamente declarado que las instrucciones dadas a las unidades militares asentadas sobre la frontera es de evitar eventuales “provocaciones” venezolanas.
Tras el encuentro de los militares colombianos, celebrado en la fronteriza ciudad de Arauca, Silva ofreció declaraciones que cambiaron el contexto en que se mueven las relaciones entre los dos países. Silva se refirió a que las fuerzas militares de su país están preparadas y en “máxima alerta” para “impedir cualquier tipo de agresión contra los colombianos o el territorio nacional”. Agregó que el “nivel de alistamiento y de preparación (es) muy alto, por encima del 90 por ciento en todas nuestras capacidades”.
Colombia dispuso el reposicionamiento de aproximadamente 2000 hombres de unidades del Ejército y la Armada. Infantes de Marina para actuar en la frontera de Apure-Arauca, y tropas del Ejército para la frontera Táchira-Norte de Santander. El despliegue incluiría una de las brigadas móviles del Ejército colombiano.
El cambio de actitud de Bogotá ante Caracas, al anunciar medida de corte militar, estuvo relacionado con las voladuras efectuadas por tropas venezolanas de dos pasarelas situadas sobre el limítrofe río Táchira. El hecho ha sido calificado por Colombia como “una agresión contra la población civil”.
El gobierno venezolano ha alegado que las pasarelas fueron construidas por el narcotráfico y su destrucción fue un acto soberano y rutinario. El impacto internacional de la noticia hizo que Chávez intentara reducirle gravedad al hecho, alegando que no eran el “puente de Brooklyn o el Golden Gate”.
Las pasarelas destruidas conectaban territorio del estado Táchira con el departamento Norte de Santander. Se trata de una zona rural, alejada del paso internacional de San Antonio del Táchira y Cúcuta, donde se produce un flujo permanente de población de uno a otro lado de forma cotidiana. Ragonvalia (Colombia) y Las Delicias (Venezuela) forman parte del rosario de poblaciones gemelas que existen en la línea fronteriza venezolano colombiana.
Incluso en los planes de integración física de la Comunidad Andina, cuando en los años noventa se evaluaban nuevas rutas, estaba incluido el proyecto de un puente binacional en esa zona. El llamado proyecto del puente El Tabor procuraba conectar las poblaciones de Ragonvalia y Herrán del lado colombiano con Las Delicias en Venezuela. El proyecto fue contemplado por los dos gobiernos e incluido en los planes de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En aquellos días el tema de la integración fronteriza estaba en pleno apogeo, con Caracas y Bogotá marcando pautas a nivel andino. Las realidades binacionales han cambiado y lo que en los años noventa era parte de un proyecto de integración fronteriza ahora es zona de tensión.
Los flujos cotidianos de población fronteriza son identificados por Caracas con hechos delincuenciales, desde el “contrabando de extracción” (delito tipificado por el gobierno Chávez) al paramilitarismo. En consecuencia, el manejo de las relaciones fronterizas ha sido militarizado por Venezuela.
Mientras se agudiza la situación con Venezuela, Colombia ha logrado, junto con Ecuador, canalizar la crítica situación que los enfrentaba y reactivar una agenda diplomática cooperativa.
El gobierno de Rafael Correa no ha acompañado a Chávez en su campaña internacional contra Colombia a propósito del acuerdo militar con EEUU. Por el contrario, Ecuador y Colombia optaron por reactivar todo un conjunto de mecanismos de diplomacia civil y militar para normalizar sus relaciones. Reapertura de embajadas, reactivación de la comisión de integración fronteriza (civil) y de la Combifron (militar), viaje del ministro de defensa ecuatoriano a Bogotá y anuncio de pronta designación de embajadores y agregados militares son hechos que se han producido en los últimos días.
Quienes siguieron el proceso de aproximación entre Colombia y Ecuador resaltan el papel de miembros de las sociedades civiles de ambos países, quienes hicieron valer sus intereses comunes.
El gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolf, con el pleno apoyo de Uribe, actuó como conector entre Quito y Bogotá para resolver una crisis que afectaba especialmente la actividad económica de su fronterizo departamento. El Centro Carter habría jugado un papel importante como facilitador de los encuentros binacionales. Tanto Quito como Bogotá bajaron el volumen a sus declaraciones y dejaron operar mecanismos diplomáticos formales e informales. Incluso Correa no compró el intento venezolano de perturbar los diálogos con Colombia, mediante un informe divulgado por Caracas sobre contraespionaje colombiano a Ecuador.
En contraste con la situación entre Ecuador y Colombia, en el caso venezolano se mantienen rotos antiguos fluidos canales diplomáticos oficiales con Bogotá. Además, el gobierno de Chávez no acepta la intermediación de otros agentes de la vida nacional e, incluso, está abiertamente enfrentado a los gobernadores de los estados fronterizos anulando cualquier iniciativa de diplomacia binacional fronteriza.
Lula acumula: -Aposentadoria por invalidez,aposentadoria de Aposentadoria por invalidez, Pensão Vitalícia de "perseguido político" isenta de IR, salário de presidente de honra do PT, salário de Presidente da República. Você sabia??? Sphere: Related Content