Un grafiti anuncia la búsqueda y captura del 'cazador de ojos' en Plaza Tahrir, en la El Cairo. | Foto: F. Carrión
- Se entrega un teniente que lanzaba balas de goma contra la retina de los manifestantes
- Un vídeo muestra cómo un oficial le felicita: '¡Le has dado en el ojo, bien hecho!'
- Algunos llegaron a ofrecer una recompensa de unos 620 euros por su captura 'vivo o muerto'
El teniente El Shennawy. | YouTube
"Se busca al teniente Mahmud Sobhi el Shennawy, de las Fuerzas de la Seguridad Central, acusado de disparar a los ojos de decenas de heroicos revolucionarios de Tahrir", informa un grafiti que se sucede por los muros del perímetro revolucionario, tomado aún por quienes exigen la salida inmediata de la junta militar.
Las imágenes corrieron como la pólvora por internet y algunos llegaron a ofrecer una recompensa de 5.000 libras egipcias (unos 620 euros) por su captura "vivo o muerto".
Durante días, las especulaciones sobre su paradero no dejaron de crecer. Los internautas localizaron su perfil de Facebook y cuenta de Twitter y difundieron su domicilio y número de móvil. El supuesto prófugo eliminó su rastro de las redes sociales y apagó el teléfono, según pudo comprobar ELMUNDO.es. Y su familia tuvo que cambiar de residencia ante las continuas amenazas.
Presión popular
Hostigado por la presión popular, el Ministerio de Interior negó los rumores que apuntaban a que había huido del país o encontrado refugio lejos del ruido de El Cairo y se comprometió a analizar la conducta del teniente. El pasado miércoles la Fiscalía abrió una investigación y ordenó su arresto. Y, poco antes de que se entregara a las autoridades, el ministro Mansur el Eissawy señaló que sería arrestado "tarde o temprano".Incluso organizaciones como Human Rights Watch (HRW) se hicieron eco de esta práctica. En un informe sobre la represión policial de unos disturbios que se cobraron la vida de 42 personas y dejaron más de 3.000 heridos, la ONG advirtió de que el lanzamiento de bolas de gomas "puede fácilmente provocar ceguera por lo que están pensadas para ser disparadas a las piernas en lugar de la cara".
Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que el 'cazador de ojos' se encuentra detenido. Sin embargo, muchos revolucionarios no buscan ya sólo su cabeza, sino esa verdad que es invisible a los ojos: ¿Quién dio la siniestra orden de disparar a la altura de la mirada?.
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