«Era vox pópuli que fui amante de Néstor Kirchner»

La secretaria del ex presidente revela a la Prensa su relación con el político

Dos gotas de agua. El parecido físico entre Cristina Fernández (en la imagen de la izda., durante el funeral de su marido) y Miriam Quiroga (abajo, en la portada del diario argentino) es más que evidente

5 Febrero 11 - - Ángel Sastre- Buenos Aires

Hacía tiempo que los Kirchner no compartían alcoba. Los argentinos sabían que la pareja se sostenía gracias a los cimientos del poder y el cariño tras años de militancia y avatares. Sin embargo, ahora, la despechada, la otra «viuda», sale a la palestra para blanquear su «affaire». Miriam Quiroga fue secretaria del ex presidente. En enero, Cristina la apartó de su cargo en el Centro de Documentación Presidencial. Ahora, en una entrevista exclusiva a la «Revista Noticias», aseguró que «fue vox pópuli» su relación con Néstor Kirchner. Quiroga era totalmente desconocida en el ámbito público hasta que ha desatado esta fuerte polémica como amante del ex presidente. «Conocía a Néstor desde hacía años...», aseguró sonriendo la histórica secretaria del ex presidente, según publica la revista en su última edición.

Al ser consultada sobre la decisión presidencial de apartarla de su cargo, Quiroga respondió: «No sé. Tal vez porque algunos dicen que era la amante de Néstor. Cristina debe haber escuchado eso». «La otra viuda», como la apodaron algunos funcionarios en la Casa Rosada, conoció a Kirchner en 1990, y nueve años después comenzó a trabajar como locutora de los actos oficiales cuando él ocupaba la gobernación de la sureña provincia de Santa Cruz. «Teníamos una unión muy fuerte. Dejé todo para venirme con Néstor desde el sur. Dejé a mi familia», dice Quiroga. Y añade: «Él me escuchaba mucho, trataba de rodearse de personas inteligentes. Y yo discutía algunas órdenes, pero con él eso era posible. Ahora ya no», comentó.

Aunque afirma que su relación valió la pena: «Lo mío era como un “ministerio de los pobres”, un lugar desde el que podía ayudar a la gente, como lo hacía Evita». La ex funcionaria aclaró que la hija de 11 años que tiene no es de Kirchner, y en tono de broma dice: «Ojalá fuera de él. No tendría problemas de plata hoy». «Yo alquilo, no tengo auto, la fundación no me deja casi nada», indicó en alusión a la agrupación Ser Argentino, que integra.
Quiroga fue reemplazada en su cargo por Mariana Larroque, hermana de un funcionario de la jefatura de Gabinete que, a su vez, es secretario general de La Cámpora, la agrupación de jóvenes oficialistas que comanda Máximo Kirchner, hijo del ex presidente y la actual mandataria.

Alcohol y sexo
Por su parte, Néstor Kirchner era un argentino chapado a la antigua. Asaditos los domingos, partido de fútbol los miércoles y el «picoteo». «El pingüino», como se le conocía por su procedencia santacruceña y su nariz acentuada, era un animal político, raro, introvertido y poco dado a las relaciones internacionales. Sin embargo, entre las féminas peronistas tenía tirón, y Cristina lo sabía. Hasta que su corazón se lo permitió llevó un ritmo desenfrenado. Mucho trabajo, pero también largas veladas con vino y encuentros amorosos.

Según Socoló Lancino, redactor de la «Revista Noticias» en declaraciones a LA RAZÓN, «Néstor estaba llamado a ser el hombre de Argentina. Muchas militantes veían en él la reencarnación de Juan Domingo Perón». Era el barón del peronismo y las militantes andaban siempre detrás de él. Pero «Cristina Fernández tampoco se quedaba atrás con sus continuos amantes. El más señalado es Juan Manuel Urtubey, un abogado y político argentino, gobernador de la Provincia de Salta», agrega el periodista.

Una pareja que pese a todo siguió unida, compartiendo hogar y ambiciones. El luto ya se cumplió, hace tiempo que los medios opositores profanaron el nombre de Néstor. En la recta final de las elecciones presidenciales, cuando todavía no se sabe si Cristina buscará la reelección, es difícil que ninguna amante consiga perturbar el sueño de los peronistas.

El detalle. Matrimonio político
No es ningún secreto que la pareja de Néstor (en la imagen) y Cristina era una baza política. Él consiguió ganarse a los argentinos y no dudó en aparecer siempre en público rodeado de su esposa y sus hijos. Ella ejerció perfectamente el papel de primera dama y fue ganando su propio espacio hasta que el mismo Kirchner la presentó como sucesora de su proyecto político.

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