WIKILEAKS | 'Operación vengar a Assange'
'Solidaridad Geek'
- Miles de personas creen que deben hacer justicia defendiendo a Assange
- Han atacado con éxito páginas web como PayPal, Visa o Mastercard
- Los ataques apenas están organizados y carecen de líderes, pero funcionan
- La clave: la defensa de unos ideales desde el anonimato y con medios digitales
¡Alerta, un grupo de hackers ha atacado PostFinance, PayPal, Mastercard y Visa en defensa del fundador de WikiLeaks! ¿Un grupo de hackers? No del todo. Se trata más bien de un montón de gente que ha acudido a la llamada de unos activistas -algunos hackers y otros no- que se ocultan en el anonimato que permite Internet. Como el sitio web de Assange basa sus filtraciones en la seguridad que da el poder hacerlas y permanecer en secreto.
Anonymous es el nombre de este grupo que ha salido en defensa de Assange tras su detención y en defensa de WikiLeaks tras los últimos problemas del sitio. Anonymous no es nadie y es mucha gente, aunque tenga algunos portavoces. Es un grupo de activistas que defiende una serie de valores -primordialmente la transparencia y el rechazo a la censura- y al mismo tiempo son miles de internautas anónimos que, sin nombre ni apellidos, navegan por la Red y comparten estos ideales.
O, más bien, comparten una causa. Una que consideran justa y loable. En el caso que nos ocupa, creen que su deber es defender a Julian Assange, editor jefe de WikiLeaks. Sus motivos pueden ser variables, aunque en general lo hacen porque creen que trabaja en defensa de la transparencia y la verdad. Pero la causa no es en absoluto lo importante. La clave de todo es la solidaridad: la 'solidaridad geek'.
En España, por desgracia, lo 'geek' está muy mal entendido. Un 'geek' no es un 'friki' pegado a un ordenador con una pizza y una coca cola. No es un loco de la tecnología y la informática. Se trata más bien de un entusiasta de algo muy concreto que comparte su afición con otros fans y que ha encontrado en Internet un medio de comunicación ideal, privado, inacabable y en muchas ocasiones anónimo para compartir su pasión.
Si bien puede haber tantas definiciones de 'geek' como autores y tantos tipos como personas, suelen tener como denominadores comunes que se plantean retos intelectuales, que tienen más habilidades de las comunes en el uso de ordenadores e Internet, que son tremendamente orgullosos y que no suelen abandonar una causa justa. Una mezcla que, combinada con el anonimato, puede ser explosiva.
Si es justo, llámalo como quieras
Y es exactamente lo que parece haber ocurrido en el caso de WikiLeaks. Una mezcla de todo lo anterior que ha generado tal sentimiento de indignación entre miles de internautas, muchos de ellos 'geeks', que los ha puesto en disposición de hacer cualquier cosa por su causa justa. No por Julian Assange, porque el nombre es lo de menos. Podría ser por Lady Gaga si su causa fuera la adecuada y ella estuviese amenazada. Lo importante es ser solidarios con alguien a quien consideran justo y equilibrado. Caiga quien caiga.
Pero no se trata de un movimiento solidario organizado. Tampoco deberíamos hablar de 'democracia 2.0', 'control 2.0', 'poder 2.0' u otros términos rimbombantes. Sólo se trata de ciudadanos indignados prestos a pelear. Internautas que, en este caso, cuentan con medios para actuar desde sus casas. Una manifestación de rabia y autodefensa en la Red similar al de la Solidaridad polaca (Solidarność) que en las calles inspiró las revoluciones en la Europa del Este de los años 80 y 90. Parecido pero muy diferente.
Porque es un movimiento más libre al no estar organizado, porque apenas se deja influenciar y porque carece de líderes. Anonymous es sólo un grupo de personas que defienden una serie de causas justas. Tienen éxito en la medida en que aciertan con sus reivindicaciones. Si yerran no hay repercusión. Pero si dan en el clavo… ¡ay!, si dan en el clavo da igual quién esté por delante, sea un senador de EEUU, Google, Twitter, Facebook o, por qué no, el mismo foro en el que nacieron, 4chan: Podrían atacarlo todo en la medida en que se trata de un movimiento irracional en el que ni siquiera se puede hablar de activismo -mucho menos de guerra-. Ahora bien, cada vez que realizan un ataque lo que defienden pierde parte de su legitimidad.
Estos 'geeks' solidarios no tienen por qué ser 'hackers'. De hecho, la mayoría no lo son. ¿Quiere usted ser miembro de Anonymous? Descargue el programa que este grupo facilita y, si está de acuerdo, hágalo funcionar para cada ataque concreto según sus instrucciones. Bienvenido al club de todos y de ninguno. ¿Se imagina que alguien quisiera 'desconectar' a este grupo? Imposible. Su página web es un centro de operaciones que rápidamente podría cambiar al chat del IRC donde se suelen reunir, a cualquier foro recóndito o a una lista de correo.
Y no nos olvidemos del anonimato, del necesario y sano anonimato, motor de gran parte de Internet y garante de la libertad de todos los internautas, especialmente de los 'geeks'… como usted, que está loco por los viajes y no deja de mirar TripAdvisor mientras sueña con hoteles de lujo; o usted, que consulta la clasificación de 2ªB y 3ª división cada diez minutos durante cada jornada de Liga; o usted, que ve una y otra vez 'Charlie bit my finger'; o usted, que trata de mejorar cada día la Wikipedia. No tenga miedo y reconozca su lado 'geek': como Julian Assange, Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg. Con este panorama, ¿quién no querría serlo?
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