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quarta-feira, 28 de abril de 2010

Brutal paliza de un joven a otro en el metro madrileño por diferencias ideológicas



  • Víctima y agresor, de 18 y 19 años, se conocían por Internet a través de redes sociales, desde donde había llegado a retarse.
  • La víctima volvía desde su trabajo en metro cuando el agresor comenzó a propinarle patadas y puñetazos sin mediar palabra.
  • Tiene una lesión en el ojo derecho y estuvo dos semanas de baja.
  • El agresor ha pasado 10 días en prisión y ha salido en libertad provisional con una orden de alejamiento de 500 metros.



A. M. L / EP / VÍDEO: EUROPA PRESS. 27.04.2010

Nueva agresión en el metro de Madrid. Un joven ha denunciado judicialmente una brutal paliza recibida cuando viajaba en el metro madrileño a la altura de la estación de Delicias, por parte de otro individuo que supuestamente comenzó a agredirle sin mediar palabra. Al parecer víctima y agresor, de 18 y 19 años respectivamente, se conocían previamente por Internet a través de redes sociales, donde ambos se habían mostrado una "animadversión manifiesta" - pertenecían a dos grupos ultras rivales- y habían llegado a retarse, según han informado fuentes policiales a 20minutos.es.

Dos policías fuera de servicio detuvieron la brutal agresión La víctima, Aitor H. A, volvía desde su trabajo en metro sobre las 21.20 horas del pasado 12 de marzo, cuando sin mediar palabra, otro joven, Raúl B.A., le agredió presuntamente con varias patadas en la cara y puñetazos, dejándole dos semanas de baja con una lesión en el ojo derecho, por la que necesita tratamiento oftalmológico.

El detenido pertenece a grupos de ultraizquierda, según ha confirmado a la agencia Efe la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Imágenes de la agresión

En las imágenes de Metro se ve cómo el agresor pasa por delante del agredido que, sentado, retira un poco las piernas para dejarle pasar. A continuación, el primero de ellos tira su mochila en un rincón y, sin mediar palabra, propina una patada en la cara al agredido. A partir de ahí, le lanza múltiples puñetazos y otra patada sin que la víctima pueda defenderse.

Todo termina cuando intervienen dos policías fuera de servicio que estaban por casualidad en el vagón. Durante toda la agresión, las personas que estaban a su alrededor apenas salen de su asombro y sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor, que finalmente es trasladado a dependencias policiales. La Jefatura de Policía ha explicado que en ese momento el arrestado reconoció ante los agentes que "existía animadversión ideológica" entre ambos, ya que pertenecían a dos grupos ultras que mantienen duros enfrentamientos en Internet. Por su parte, la víctima acudió por su propio pie al hospital 12 de Octubre, donde fue atendido y pasó una noche.

Los pasajeros apenas salían de su asombro y en el vídeo sólo se ve un par de manos que intentan detener al agresor A pesar de que fuentes policiales confirman que agresor y víctima se conocían previamente a través de las redes sociales, éste último ha señalado que sólo había coincidido con su agresor "en el transporte público en sus desplazamientos del trabajo".

"Nos hemos sentado al lado en la marquesina algunos días y nunca me dijo nada. No lo entiendo", repite. Después de 10 días en prisión, el agresor salió en libertad provisional con una orden de alejamiento de 500 metros, aunque el agresor sigue coincidiendo en el transporte público con su víctima, según denuncia ésta.

"Amigo del que mató a Palomino"

En el momento de la detención, según fuentes citadas por Efe, el arrestado dijo que la víctima era "un hijo de puta, amigo del que mató a Carlos Palomino", en referencia al joven antifascista que fue asesinado en 2007 en el Metro de Legazpi de Madrid por el ex soldado Josué Estébanez, que fue condenado a 26 años de prisión por ese asesinato, con la circunstancia agravante de "discriminación ideológica".

La Jefatura ha precisado que el presunto agresor hizo esas afirmaciones ante los agentes que le arrestaron, pero luego se negó a declarar en Comisaría, mientras que la víctima ha negado pertenecer a ningún grupo ultra.

Ninguno de los dos chicos tiene antecedentes policiales, ha precisado la Policía Nacional.



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