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BBC MUNDO RADIO
HELSINKI (AP) - Un hombre armado, vestido de negro, comenzó a disparar el jueves en un centro comercial ubicado en un suburbio de Helsinki, matando a cuatro personas, dijeron la policía y testigos.
Una mujer y tres hombres fueron baleados en el centro comercial Sello, en Espoo, le dijo el portavoz policial Jurki Karlio a The Associated Press. Testigos dijeron que el pánico estalló en el lugar.
El canal estatal de televisión en Finlandia informó que fue encontrado un quinto cadáver, posiblemente vinculado con el tiroteo. La cadena Yle señaló que el cadáver corresponde a la ex esposa del presunto homicida, y fue hallado en un apartamento en Espoo. La fuente no dio más detalles.
El pistolero estaba fuertemente armado y aún no había sido capturado después del tiroteo de las 10:20 a.m.(0820 GMT), le dijo la policía a la agencia noticiosa STT.
Karlio dijo que había centenares de personas en el centro comercial y que los trenes de pasajeros en el área fueron detenidos mientras las autoridades arreciaban la búsqueda del atacante.
El pistolero, identificado por la policía como Ibrahim Shkupolli, de 43 años, al parecer mató a su ex esposa en un apartamento cercano antes de dirigirse al centro comercial, informó TV2, de Dinamarca.
Yle reportó que el hombre tenía antecedentes delictivos.
Un testigo le dijo a Yle que un hombre vestido de negro comenzó a disparar al azar contra la gente en el segundo piso del centro comercial Sello, uno de los mayores de la región nórdica. Otro testigo le dijo a la radio finlandesa que el tiroteo desató un caos.
"Mucha gente estaba gritando, y muchos vendedores se dejaron llevar por el pánico", dijo el testigo.
Una mujer le dijo a la radio de YLE que vio al individuo con una pistola de cañón largo pasar corriendo junto al cajero del supermercado Prisma, donde ocurrió el ataque.
Finlandia, un país de 5,3 millones de habitantes, tiene 1,6 millones de armas de fuego en circulación, una larga tradición de caza y está entre los cinco primeros países en posesión privada de armas.
Políticos, trabajadores sociales y líderes religiosos han pedido controles de armas más estrictos, más vigilancia en la internet y mayor socialización en el país, conocido por su alta tasa de suicidios, alcoholismo y violencia doméstica.
