El 'rey del pop' sufrió un paro cardiaco en su domicilio y los esfuerzos para reanimarle resultaron infructuosos
26.06.09 -
El mundo perdió ayer en cuestión de horas a dos grandes iconos artísticos. La muerte de Farrah Fawcett, sex symbol de los 70, quedó opacada poco después por la de Michael Jackson, que en 1982 grabase el disco más vendido de todos los tiempos, 'Thriller'.
La industria musical no sufría un sobresalto igual desde la muerte de John Lennon. Durante décadas sus fans más incondicionales hacían guardia día y noche a la puerta de su casa para atrapar una sonrisa de su ídolo, el 'rey del pop', que sólo llegó a los 50 años. Ayer colapsaron los alrededores del hospital de Los Ángeles donde dio su último suspiro.
El drama se desarrolló en cuestión de minutos a las 12.26 horas de la tarde, cuando una ambulancia respondió a la llamada de urgencia hecha desde la mansión que el artista alquilaba en Los Ángeles. Aparentemente cayó fulminado al suelo por un repentino paro cardiaco. Se tarda sólo seis minutos en llegar al hospital de la Universidad de California a donde fue trasladado, pero la parada respiratoria que sufrió requería atención inmediata. Un máximo de tres minutos, según los expertos, antes de que el cerebro caiga en coma. A las 3.15 de la tarde, hora local (0.15 en España), los médicos lo declararon muerto.
Así se acababa la vida de una de las figuras más controvertidas del espectáculo, que nunca superó la borrachera de éxito que alcanzó desde que triunfó a los 11 años. El séptimo de nueve hermanos nacidos en Indiana y entrenados sin descanso por su padre. La imagen del niño que lideraba la banda de los Jackson Five era ayer la más entrañable de las muchas que ofrecían incesantes las pantallas de televisión, que abatidas por la impresión de su muerte le devolvieron por fin el cariño perdido durante décadas de escándalos. Atrás quedaban las acusaciones de abuso sexual que lo llevaron a los tribunales, la escena en la que sacó a su primer bebé por el balcón en Berlín, o los rumores de que dormía en un sarcófaco de oxígeno.
«Quiero que la gente se dé cuenta de que éste era un verdadero ser humano que se preocupaba de la humanidad», sermoneó con voz temblorosa Donna Brazile, ex portavoz de la campaña de Al Gore a la presidencia y colaboradora de Barack Obama. «Los Jackson Five era para nosotros el grupo de la esperanza, y Michael siempre fue un tipo sensible con un gran corazón».
Otro de los que salió inmediatamente en defensa de su memoria fue el reverendo Jesse Jackson. «Michael Jackson hizo que la cultura aceptase a la gente de color mucho antes que Tiger Woods, Oprah Winfrey o Barack Obama», recordó. «No voy a contar las veces que le fallaron a él, sino a recordar que él nunca dejó tirados a sus fans. Ninguna controversia puede borrar el impacto histórico que tuvo».
Ser frágil
Con los años, la piel reblanquecida y las numerosas operaciones de cirugía estética a las que se sometió, se convirtió en un ser frágil de aspecto enfermizo. En los últimos meses se habían avivado los rumores de cáncer de pulmón u otras enfermedades respiratorias, hasta el punto de que sus productores tuvieron que confirmar que su estado de salud era excelente y no tenía nada que ver con los retrasos de su próxima gira.
«Éste es un caso de abuso de medicamentos, a menos que se encuentren otras causas», sentenció por teléfono para la CNN Brian Oxman, un amigo de la familia que se encontraba con ellos en el hospital. «Michael intentaba seriamente cumplir en los ensayos, pero el uso de medicamentos y las heridas que había sufrido en el escenario se interponían en su camino».
El cantante, que estuvo casado dos veces, deja tres hijos con nombres tan extravagantes como sus costumbres que siempre incluían el suyo propio: Michael Joseph Jackson, al que apodó 'Prince'; Paris Michael Katherine y Prince Michael Jackson II.
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