Finalmente identificaron el virus de la gripe A
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Tras decodificar la secuencia del genoma del virus, pudo comprobarse que no presenta cambios que le den resistencia al antiviral oseltamivir. Es un avance para desarrollar la vacuna. Fueron las conclusiones de científicos del Malbrán.
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Estas fueron las primeras conclusiones a la que llegaron los científicos del, tras decodificar la secuencia del genoma del virus en dos muestras tomadas a principios de junio, una en un caso leve y otra en uno grave.
El anuncio fue formulado por el secretario de Políticas Regulación e Institutos del Ministerio de Salud, Fernando Avellaneda, junto al director del Instituto Malbrán, Gustavo Ríos, y Elsa Baumeinster, quien dirigió la investigación.
Avellaneda dijo que el resultado "es muy importante, porque despeja las dudas sobre si la cepa local del virus era diferente a la que se aisló y estudió en el hemisferio norte, lo que permite a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacer la reserva de insumos básicos para combatir la pandemia".
"Al comprobarse que el virus no presenta cambios que pudieran conferir resistencia al oseltamivir permitirá responder preguntas básicas de muchos de nuestros médicos acerca del suministro de esta droga", indicó el funcionario.
El Ministerio informó también que las secuencias virales obtenidas "serán puestas a disposición de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para la elaboración de una vacuna eficaz en la prevención de esta enfermedad".
Baumeinster explicó que además de estas dos muestras "se obtuvieron y aislaron otras siete, de las cuales se tienen secuencias parciales, que en un principio tampoco difieren de las dos ya completadas".
La científica remarcó que "el hecho de que, de acuerdo a la secuenciación obtenida, el virus circulante no sea resistente al oseltamivir, no quiere decir que no pueda mutar y originarse otras cepas que sí adquieran resistencia".
A partir de esta nueva información "se podrá saber cuáles son las cepas circulantes en la Argentina y cuáles son las vacunas apropiadas y las herramientas de diagnóstico para hacer estudios específicos y, por último, conocer si los antivirales disponibles funcionan o no, ya que tenemos pocos de ellos que podemos utilizar".
El trabajo de secuenciación del genoma del virus de la influenza A H1N1 comenzó a principios de mayo último, cuando fue identificado el primer caso positivo en Argentina.
Según los virólogos, "será necesario obtener una mayor cantidad de genomas completos y realizar estudios en cultivos celulares y en animales, para obtener una respuesta definitiva en cuanto a la severidad de las cepas circulantes en la Argentina", precisa un comunicado del Ministerio de Salud.
El director del Malbrán, Gustavo Ríos, destacó que el Instituto, "además de la tarea intensísima de hacer los diagnósticos, avanzó en el estudio del nuevo virus circulante, lo que llevó a tener una información central para saber de que se trata la epidemia".
"A partir de esta información científica dura se podrán tomar decisiones a nivel sanitario y hacer estudios comparados con otros virus de influenza, con el fin de obtener más datos sobre estas nuevas cepas", añadió.
Respecto del avance de la enfermedad, Baumeinster señaló que "no podemos decir que pasó el pico, de hecho la epidemia comenzó en Buenos Aires y en el conurbano y ahora está extendido hacia las provincias".
Según la científica, "con esta información disponible el proceso complejo de producción de vacunas podrá facilitarse, aunque se supone que faltan numerosos pasos técnicos".
El anuncio fue formulado por el secretario de Políticas Regulación e Institutos del Ministerio de Salud, Fernando Avellaneda, junto al director del Instituto Malbrán, Gustavo Ríos, y Elsa Baumeinster, quien dirigió la investigación.
Avellaneda dijo que el resultado "es muy importante, porque despeja las dudas sobre si la cepa local del virus era diferente a la que se aisló y estudió en el hemisferio norte, lo que permite a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacer la reserva de insumos básicos para combatir la pandemia".
"Al comprobarse que el virus no presenta cambios que pudieran conferir resistencia al oseltamivir permitirá responder preguntas básicas de muchos de nuestros médicos acerca del suministro de esta droga", indicó el funcionario.
El Ministerio informó también que las secuencias virales obtenidas "serán puestas a disposición de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para la elaboración de una vacuna eficaz en la prevención de esta enfermedad".
Baumeinster explicó que además de estas dos muestras "se obtuvieron y aislaron otras siete, de las cuales se tienen secuencias parciales, que en un principio tampoco difieren de las dos ya completadas".
La científica remarcó que "el hecho de que, de acuerdo a la secuenciación obtenida, el virus circulante no sea resistente al oseltamivir, no quiere decir que no pueda mutar y originarse otras cepas que sí adquieran resistencia".
A partir de esta nueva información "se podrá saber cuáles son las cepas circulantes en la Argentina y cuáles son las vacunas apropiadas y las herramientas de diagnóstico para hacer estudios específicos y, por último, conocer si los antivirales disponibles funcionan o no, ya que tenemos pocos de ellos que podemos utilizar".
El trabajo de secuenciación del genoma del virus de la influenza A H1N1 comenzó a principios de mayo último, cuando fue identificado el primer caso positivo en Argentina.
Según los virólogos, "será necesario obtener una mayor cantidad de genomas completos y realizar estudios en cultivos celulares y en animales, para obtener una respuesta definitiva en cuanto a la severidad de las cepas circulantes en la Argentina", precisa un comunicado del Ministerio de Salud.
El director del Malbrán, Gustavo Ríos, destacó que el Instituto, "además de la tarea intensísima de hacer los diagnósticos, avanzó en el estudio del nuevo virus circulante, lo que llevó a tener una información central para saber de que se trata la epidemia".
"A partir de esta información científica dura se podrán tomar decisiones a nivel sanitario y hacer estudios comparados con otros virus de influenza, con el fin de obtener más datos sobre estas nuevas cepas", añadió.
Respecto del avance de la enfermedad, Baumeinster señaló que "no podemos decir que pasó el pico, de hecho la epidemia comenzó en Buenos Aires y en el conurbano y ahora está extendido hacia las provincias".
Según la científica, "con esta información disponible el proceso complejo de producción de vacunas podrá facilitarse, aunque se supone que faltan numerosos pasos técnicos".
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