En una visita que realizara a La Habana en septiembre de 2009 para dialogar sobre el restablecimiento del correo directo entre Cuba y Estados Unidos, la subsecretaria de Estado adjunta para Latinoamérica Bisa Williams debió haberse sorprendido con la solicitud que le hiciera la bloguera Yoani Sánchez: levantar la restricción que le impide hacer compras por Internet.
“¿Sabe cuánto más podríamos hacer?”, sugiere la bloguera a la funcionaria norteamericana de más alto nivel que ha visitado La Habana en décadas, aludiendo con el término “poder hacer” a la “lucha” para derrocar al gobierno de Cuba por la vía del acceso libre al mercado on line. Al estilo cubano, se traduciría en un “vía libre a la pacotilla”.
La insólita revelación aparece en un cable filtrado por Wikileaks, que publicó este domingo el sitio estadounidense Along the Malecon.
El informe, firmado por el Jefe de la Oficina de Intereses de EEUU (SINA) en La Habana, Jonathan Farrar, y enviado al Departamento de Estado desde la sede diplomática estadounidense en La Habana el 25 de septiembre de 2009, describe la “cálida” acogida que el gobierno de Cuba le dispensó a Bisa Williams. También, que la subsecretaria se reunió con “disidentes”.
Al referirse al encuentro que tuvo la funcionaria con los blogueros protegidos por Estados Unidos, Farrar afirma:
“Los blogueros, que en parte por su propia preservación no quieren estar agrupados con la comunidad disidente, estaban igualmente optimistas acerca del curso de los acontecimientos. ‘Una mejora de las relaciones con los Estados Unidos es absolutamente necesaria para que surja la democracia aquí’, le dijo a Williams en su modesto apartamento la pionera de los blogs y una de las 100 personas más influyentes según la revista Time, XXXXXXXXXXXX: ‘Las restricciones sólo nos hacen daño’, y añadió. ‘¿Sabe cuánto más podríamos hacer si pudiéramos usar Pay Pal o comprar cosas on-line con una tarjeta de crédito? “
Aunque el nombre está tachado, la única bloguera que ha sido incluida en la lista de famosos de la Revista Time -por cierto, unos pocos meses después de que saliera el blog de la cubana- es Yoani Sánchez. Abrió su blog en abril de 2007 y en marzo de 2008 recibía el Premio Ortega y Gasset de Periodismo -gestionado por el Grupo Prisa de España, también involucrado por esa fecha en reuniones contra Cuba organizadas por funcionarios norteamericanos, según Wikileaks-, menos de un año después de su primer post en Internet y sin antecente alguno como periodista o en los círculos literarios de Cuba.
Desde abril de 2007 hasta hoy, Yoani Sánchez ha sido privilegiada no solo por la publicidad, los recursos técnicos y de traducción para la visibilidad en Internet, sino con el apoyo de las autoridades norteamericanas que, de acuerdo con otros documentos divulgados por Wikileaks, cifran en ella grandes esperanzas y la utilizan para poner rostro a la retórica contra Cuba.
De acuerdo con las filtraciones, el Jefe de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana aseguró que ”es la nueva generación de ‘disidentes no tradicionales’ como (la bloguera) Yoanny Sánchez (sic), la que podría tener un mayor impacto de largo plazo en la Cuba de la era pos Castro”. A partir de la fecha en que fue emitido ese cable, se intensificaron los premios en instituciones norteamericanas y europeas a la persona en que Estados Unidos dice cifrar sus esperanzas para el triunfo de su política en la Isla.
Sin embargo, las revelaciones de Wikileaks no develan ningún misterio. EEUU no escondía sus preferencias por este sector de la “oposición” cubana. La mayor partida de fondos públicos que destina Estados Unidos a un grupo para promover el cambio de gobierno en Cuba, la reciben los blogueros y tuiteros con más de 5 millones de dólares al año, de acuerdo con documentos revelados por el Senado norteamericano y que cualquiera puede consultar.
El Nuevo Herald publicó el 9 de abril de este año que el gobierno de los Estados Unidos estuvo enviando a Cuba hasta diciembre de 2009 de dos a cinco contratistas todos los meses para entregar ayuda “técnica y financiera” a “disidentes”, blogueros y tuiteros -los que utilizan la red social Twitter-, según fuentes conocedoras de los programas de subversión contra Cuba que conversaron con el diario de Miami.
Los fondos de gobierno de los Estados Unidos para los programas de subversión contra Cuba -que sumaron $45 millones en los años fiscales 2009 y 2010- se administran a través de una compleja red de organizaciones no gubernamentales y empresas privadas y tapaderas de la CIA, que luego organizan la entrega de tecnología de telecomunicaciones y dinero en efectivo a supuestos opositores cubanos, que se convierten tácitamente en empleados del gobierno norteamericano.
JOVENES EN RED, OBJETIVO DE EEUU EN CUBA
En otro cable divulgado ayer proveniente de las filtraciones de Wikileaks, con fecha del 27 de noviembre de 2006, el ex jefe de la SINA Michael E. Parmly describe una reunión de funcionarios de esa sede diplomática con “jóvenes activistas pro-democracia”, reunidos en “el patio trasero de la residencia de un diplomático norteamericano en La Habana”.
Parmly escribió que esperaba que las autoridades cubanas reaccionaran ante este encuentro con los medios de comunicación y las organizaciones sociales, “para etiquetar a los jóvenes líderes como agentes del gobierno de los Estados Unidos… (Nosotros) estaremos trabajando al igual que (el gobierno cubano) para incentivar las acciones en otra dirección, más concretamente, articulando un mayor y mejor trabajo en red con los estudiantes universitarios que se oponen al régimen”.
En fecha muy cercana, el 1 de junio 2010, un cable enviado por el máximo representante de la diplomacia norteamericana en la Isla, Jonathan Farrar dedica un tramo de su informe a la bloguera y a la atención que le dispensa su gobierno:
BLOGUERA XXXXXXXXXXXX
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¶7. (S/NF) El pensamiento convencional en La Habana es que el GOC (gobierno de Cuba) ve a los blogueros como su más serio desafío, uno que tiene dificultades en contener como ha hecho con los grupos tradicionales de oposición. Los disidentes de la “vieja guardia” han estado mayormente aislados del resto de la isla. El GOC no les presta mucha atención a sus artículos o a sus manifiestos, porque no tienen resonancia nacional y poseen un peso muy limitado internacionalmente. Temporalmente, ignorar a los blogueros también parecía funcionar. Pero la creciente popularidad internacional de ellos y su habilidad de estar un paso tecnológico por delante de las autoridades les causan serios dolores de cabeza al régimen. Los temores de que el problema de los blogueros están fuera del control (del gobierno cubano) han sido reforzados por la atención que los Estados Unidos le ha dado a XXXXXXXXX, primero por protestar cuando fue detenida y golpeada, y posteriormente cuando el Presidente (Barack Obama) le respondió a sus preguntas.
Sin embargo, los diplomáticos en La Habana y su jefa, la Secretaria de Estados Hillary Clinton -que le dedicó un párrafo a la supuesta golpiza que recibiera la bloguera en la brevísima nota que divulgó el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo de 2010-, jamás se dieron por enterados de que Yoani Sánchez nunca pudo presentar las pruebas de la agresión, puesta en duda tácitamente por varios corresponsales internacionales en La Habana.
El corresponsal en Cuba del diario digital español La República entrevistó a los médicos que atendieron a Yoani poco después de que ella refiriera haber sido víctima de una golpiza el 6 de noviembre de 2009. Los especialistas que estaban de guardia en la noche del 7 de noviembre en el Policlínico Universitario “19 de abril”, de La Habana, lugar al que se dirigió la bloguera, aseguraron que “la paciente” no tenía la más mínima señal de golpes o heridas en su cuerpo, aunque llegó con muletas al centro asistencial.
La República colgó en Youtube las entrevistas que realizara a los médicos del Policlínico Universitario “19 de Abril”, de La Habana:
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