EFE - Barcelona - 07/09/2008
Hacía tres años que Coldplay no visitaba Barcelona en concierto, exceptuando el exclusivo del pasado 17 de mayo en el Espacio Movistar, y eso se ha notado en el concierto que la banda de rock ha ofrecido este sábado ante sus seguidores, que han aprovechado la oportunidad y han respondido masivamente. Después de su paso por Alemania y Francia en el tour de presentción de su cuarto disco, Viva la vida and death or all his friends, el cuarteto británico, con Albert Hammond Jr. como telonero, ha realizado un concierto apoteósico de unas dos horas que ha cubierto las espectativas de sus fervientes fans.
En un Palau Sant Jordi digno de las mejores veladas, el vocalista del grupo, Chris Martin, ha entrado a escena con más de diez minutos de retraso pero con ganas de demostrar que ha desaparecido el fantasma de U2, y que las voces que afirmaban que sería un grupo de éxito de poco tiempo se van desvaneciendo. El vocalista del cuarteto ha aparecido tras unas gasas negras que cubrían el escenario y con la chaqueta característica de esta gira, y el sonido de Coldplay ha cubierto el Palau Sant Jordi, unido casi en sincronía con las voces de todos los asistentes. La banda de rock británica ha empezado con el inicio clásico de esta gira, la instrumental Live in technicolor, y el público ha empezado su entrega continuada al grupo con el grito de los miles de seguidores que han abarrotado el recinto y que han ido al concierto predispuestos a disfrutar de una velada inigualable. Sin tregua, ha llegado el primer momento importante de la noche con Violet hill, una de las canciones más aclamadas del cuarto disco de la banda liderada por Martin, Viva la vida or death and all his friends, título inspirado en un cuadro homónimo de Frida Kahlo.
Tras ésta, el saludo en catalán de Martin con un perfecto Bona nit (buenas noches), y sin dejar lugar a dudas que han venido a Barcelona con ganas de arrasar, Coldplay ha entonado los primeros acordes de uno de sus temas más célebres, Clocks, de su segundo álbum A rush of blood to the head. De este disco también han interpretado God put a smile on your face, lejos del escenario y arrinconados en un lateral, exprimiendo las ganas de conectar con el público hasta el extremo para no dejar ninguna duda de que el sello Coldplay está penetrando en el público barcelonés.
Martin no se ha quedado aquí, ya que durante todo el recital ha conectado con el público sin descanso, moviéndose de un lado para otro, gustándose y gustando a unos seguidores que, para no quedarse atrás, se han entregado a las melodías del grupo británico, ante lo que el vocalista sólo ha podido decir que había "un público increíble". Durante la velada, la banda ha repasado hasta ocho de los diez temas de Viva la vida, un disco que Coldplay quería que tuviera una duración de 45 minutos, conscientes de que los jóvenes de hoy en día no tienen mucho tiempo y suelen escuchar la música en solitario. La rotunda Viva la vida, Chinese sleep chant, 42, Lost y la acústica Strawberry swing han sido algunas de las canciones del último álbum visitadas en el concierto, y que los seguidores han entonado como si fueran clásicos de la banda. En un concierto de estas magnitudes no podían faltar canciones que ya se han convertido en hitos de la banda de Martin, como Yellow, Fix you o Speed of sound, tres temas que los seguidores de Coldplay han deletreado hasta quedar sin voz.
Tras este concierto, Coldplay actuará este domingo en el Palacio de Deportes de Madrid, también con las entradas agotadas, para acabar el paso por España de la gira de presentación del disco que publicaron hace tres meses.
Sphere: Related Content
Nenhum comentário:
Postar um comentário