Decenas de ciudadanos dan su último adiós al Nobel fallecido, en la capilla ardiente instalada en la Academia de las Ciencias de la capital rusa
EFE - Moscú - 05/08/2008
Los moscovitas comenzaron hoy a despedirse del escritor Alexandr Solzhenitsin, el mayor acusador de los crímenes del estalinismo, cuyo féretro fue instalado en una capilla ardiente en la sede de la Academia de Ciencias de Rusia. La fuerte lluvia que caía sobre la capital no fue impedimento para que decenas de personas hicieran fila para rendir tributo al Premio Nobel de Literatura, considerado por muchos como la "conciencia de Rusia".
Entre las primera personalidades que acudieron a despedirse de Solzhenitsin y presentar sus condolencias a los deudos se encontraba el ex primer ministro ruso Yevgueni Primákov. El ataúd fue instalado en la sala de actos de la Academia de Ciencias y en la cabecera fue colocado un enorme retrato en blanco y negro del escritor, flanqueado por una bandera de Rusia.
El autor de Archipiélago Gulag, Pabellón de cancerosos, Un día en la vida de Iván Denísovich, entre otras obras, falleció el domingo pasado, a la edad de 89 años, a consecuencia de una insuficiencia cardiaca. Los restos del escritor serán sepultados mañana miércoles en el cementerio del monasterio Donskói de Moscú.
"El hombre del que nos despedimos hoy se merece todos los epítetos que le han dedicado tras su muerte: incómodo, brusco, confuso, altanero, humano, profeta, amenazador, conflictivo, huraño, a veces genial, a veces ingenuo", escribió hoy el periódico Kommerant.
Sin embargo el rotativo destaca que Solzhenitsin fue uno de aquellas personas cuyo papel en la historia es imposible sobrevalorar, pues su aporte fue enorme y cita las palabras del director de teatro Yuri Liubímov: "Él fue nuestro Homero". "Solzhenitsin nos enderezó el alma a muchos de nosotros", tituló el decano de la prensa rusa, Izvestia.
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