Los electores de California decidirán si legalizan el consumo de marihuana con fines recreativos, luego que una iniciativa sobre el tema fue certificada para someterse a votación en consulta durante los comicios de noviembre
La secretaria estatal Debra Bowen certificó ayer que las peticiones para hacer la pregunta sobre la marihuana en las elecciones tenían las suficientes firmas de ciudadanos para quedar certificadas.
De ser aprobada, la iniciativa permitiría que las personas de 21 años en adelante tengan en posesión al menos una onza (28 gramos) de marihuana y que cultiven la planta en cantidad limitada.
La propuesta prohibiría a los consumidores ingerir marihuana en público o fumarla en presencia de menores de edad. También estaría prohibido poseer la droga en terrenos escolares o manejar luego de haberla consumido.
Los gobiernos locales decidirían si se permite la venta de marihuana y si se aplica un impuesto a la misma.
"La situación ha cambiado", dijo Dan Newman, un estratega de la campaña que respalda la medida. "La combinación de un presupuesto quebrado y leyes disfuncionales sobre la cannabis han creado la tormenta perfecta para que esta iniciativa sea aprobada en noviembre", agregó.
Opositores se refieren a la marihuana como una droga de entrada, lo que significa que se cree que su consumo lleva a la gente joven a probar otras drogas más fuertes. A ellos les preocupa que la legalización induciría a más gente a probarla, empeorando la cultura de consumo de estupefacientes de la nación.
"¿Cómo pueden los niños decir no cuando los adultos a su alrededor están diciendo sí?", preguntó Aimee Hendle, una vocera de Californianos a Favor de Juventud sin Drogas.
Quienes proponen la medida dicen que la legalización de la marihuana podría ahorrar al estado 200 millones de dólares anuales al reducir los costos de seguridad pública, y podría generar ingresos fiscales a gobiernos locales.