Si rectificar es de sabios, el presidente venezolano Hugo Chávez está haciendo gala por estos días de una gran sabiduría. O al menos de un agudo olfato político. O conocimiento en marketing electoral. Durante diez años de la era del presidente Chávez, no hubo clima de opinión, queja opositora o manifestación multitudinaria que hiciera cambiar sus -a veces polémicas- políticas en la llamada "construcción del socialismo bolivariano".
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Pero eso parece haber cambiado, porque en los últimos tiempos el mandatario venezolano ha dado marcha atrás en varias medidas o leyes, después de que estas se han topado con fuerte rechazo popular.
La más notable ha sido la derogatoria de la Ley de Inteligencia que el presidente firmó dos semanas atrás y que generó severas críticas por parte de grupos de derechos humanos.
Pese a que durante varios días el presidente y su gabinete justificaron la ley como "anti-golpista" y "anti-imperialista", al final reconoció que era "indefendible" y la derogó para "quitarse una preocupación", según dijo Chávez al hacer el anuncio este martes.
"Sorpresa mundial"
Ya el domingo anterior, Chávez había sorprendido al mundo al decir que "la guerrilla no tiene cabida en América Latina" retirándole el importante oxígeno político que recibían de su gobierno las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Apenas a principios de año decía que las FARC tenían un "proyecto respetable" y que debían ser reconocidas internacionalmente.
Pero hay más.
El engavetamiento de una polémica ley de educación conocida como el "curriculum bolivariano"; la paralización de un proyecto urbanístico en terrenos de un céntrico aeropuerto militar de Caracas; la derogación de un decreto que reducía las tarifas del transporte urbano.
| OPINE: LÍDERES QUE RECTIFICAN: ¿DÉBILES O DEMÓCRATAS? R. Rodríguez Adames, Caracas, Venezuela |
Todos son ejemplos de ese "revisionismo" que parece haberse apoderado del jefe de la llamada "revolución bolivariana" en las últimas semanas.
También lo ejemplifica la reaproximación diplomática con Colombia, después de que en el tercer trimestre del año ambos países vivieron la mayor tensión militar en décadas.
Y hasta esa evaluación positiva que hizo Chávez de los "cambios en EE.UU.", en referencia al virtual candidato presidencial demócrata, Barack Obama.
Efecto RCTV
¿Por qué hace esto ahora? Ésa es la pregunta que se hacen muchos analistas, sorprendidos por el tono conciliador que utiliza el presidente. Y en general dicen encontrar la razón en las venideras elecciones regionales.
Siguiendo ese análisis, Chávez no desearía perturbar el clima político con medidas radicales y potencialmente impopulares. Justo lo contrario de lo que hizo después de su reelección en diciembre de 2006, cuando anuncio la "radicalización" de la revolución.
El cierre de RCTV provocó protestas callejeras. |
Algunos comentaristas hablan de un "efecto RCTV" -siglas de Radio Caracas Televisión, el canal más popular de Venezuela y el más crítico del gobierno- al que se le retiró la licencia de operación en señal abierta en mayo pasado a pesar de las multitudinarias manifestaciones que pedían reconsiderar la medida.
Según los estudios de opinión, en aquellas protestas participaron muchos "chavistas" porque sucede que el público de RCTV era el mismo público de Chávez: las clases más populares.
Por eso, muchos afirman que RCTV produjo un quiebre en la relación entre Chávez y "su gente", que explicaría la derrota electoral que sufrió en diciembre pasado su proyecto de reforma constitucional.
El presidente ahora querría evitar eso en unas elecciones regionales que él ha definido como cruciales para el futuro de su proyecto político.
Debilidad o sabiduría
En su estilo fuerte de gobernar, Chávez no toma demasiado en cuenta a la oposición. Con ella no hay diálogo político alguno, ya que el presidente la considera "antinacional" y vinculada con los EE.UU..
Aunque el dicho afirma que "rectificar es de sabios", tras casi un década ejerciendo el poder de esa manera, algunos podrían sospechar que esos cambios de postura -como el de la "ley espía"- es señal de que el presidente se está "ablandando".
El partido de gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, expresó su pleno apoyo al jefe del estado y según el vicepresidente de la organización, Gral. (r) Alberto Müller, "no se trata de debilidad, ni de ceder presiones internas y externas".
El lunes pasado, el ministro del interior, Ramón Rodríguez Chacín destacaba que las rectificaciones mostraban "el profundo sentido democrático de nuestro comandante presidente, su profundo sentido humano, la capacidad que tiene de escuchar y de rectificar".
Escenario electoral
Otros, en cambio, no creen demasiado en ese espíritu rectificador y recuerdan que en el pasado Chávez ha parecido dar marcha atrás para luego retomar las medidas, una vez que han sido olvidadas por la opinión pública.
Ponen como ejemplo a la llamada educación bolivariana, un proyecto que viene siendo criticado desde los primeros años de su gobierno y que generó las primeras manifestaciones callejeras en su contra.
Este año se quiso ponerla en práctica, pero las protestas forzaron a dejarla en suspenso hasta nuevo aviso.
Esa experiencia lleva al ex presidente de la Asamblea Nacional -y ex aliado del "chavismo"- Rafael Simón Jiménez a decir a BBC Mundo que se trata de una estrategia de "
marketing político" con la que Chávez quiere "poner las regionales de noviembre en su mejor escenario".
"Dada la trascendencia que Chávez le ha asignado a los comicios de noviembre lo natural es que él acople todas las políticas tanto en el plano interno como externo tratando de reducir aquellas que le puedan traer costos políticos en las venideras elecciones" afirmó Jiménez.
Buscando la reelección
Para otros, la meta electoral no sería diciembre sino la reelección presidencial, en la que Chávez y los suyos parecen insistir, pese a que la fórmula de la postulación indefinida fue derrotada junto al resto de la propuesta de reforma constitucional.
La oposición salió a las calles de Caracas para protestar contra la "inhabilitación" de candidatos. |
Mientras muchos se felicitan por la demostración de fuerza frente al poder que consideran que realizó la ciudadanía organizada -sobre todo en el caso de la derogatoria de la ley de inteligencia- otros creen que se trata de un "táctica de repliegue" para garantizar la permanencia en el poder.
El ex ministro de Comunicación, Fernando Luis Egaña, aseguró a BBC Mundo que en las rectificaciones se mezclan lo que define como la "obsesión de la reelección", con un desorden gubernativo y el miedo a las encuestas.
Para Egaña, esa supuesta concentración en el proyecto reeleccionista estaría afectando el rendimiento administrativo del ejecutivo, que entonces se ve forzado a rectificar medidas mal implementadas o poco consultadas.
"Esto no significa ni mucho menos una rectificación en cuanto a la orientación general del régimen de Chávez, y sobre todo no significa una rectificación en el punto más importante que es el proyecto de búsqueda de la reelección", aseguró Egañá.
"Pa'tras y pa'lante"
Los analistas consultados por BBC Mundo explican que esa dinámica de "echar hacia atrás y hacia delante" se hace buscando el menor costo político, sin embargo advierten que, para un líder fuerte como Chávez, puede tener consecuencias en su credibilidad.
Para buena parte de sus seguidores, el presidente no es simplemente un líder político, sino que es una figura que mezcla el fervor religioso con el magnetismo de la farándula y gran sagacidad política.
En los casi diez años que lleva en el poder, su enorme carisma le ha permitido sortear situaciones que otro líder no habría superado. Confían en él por una infalibilidad que le otorgan tácitamente y su "sintonía" con grandes sectores de la población.
Al contrario de lo que ocurrió con el caso RCTV, cuando el presidente rectifica lo hace coincidiendo con lo que los sondeos de opinión identifican como la mayoría. Y es una cualidad del líder interpretar los deseos del electorado.
Sólo que también hay que considerar que en el imaginario popular venezolano "echar pa'tras y pa'lante" es sinónimo de indecisión, de inseguridad, características que no suele presentar tan frecuentemente en público la llamada revolución bolivariana.
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