En la cumbre de Unasur, el presidente ecuatoriano ha sido el más punzante y ha dicho que se debe pensar el uso de bases militares en Colombia, sobre todo porque el apoyo estadounidense no ha podido mermar el narcotráfico. Chávez mostró antes una supuesta prueba de la estrategia de dominación de EEUU.
La cumbre extraordinaria del grupo suramericano arrancó hacia las 8 de la mañana en Bariloche (Argentina). Por lo pronto, han hablado la mandataria anfitriona, Cristina Fernández, el ecuatoriano Rafael Correa, presidente de turno de la Unasur, y los presidentes de Uruguay, Bolivia, Chile, Paraguay Brasil y Venezuela.
Este último mostró un documento, con aparentes lineamientos de las Fuerzas Militares estadounidenses, en los que, entre otras, se detalla un interés en tener presencia en Surámerica y se habla específicamente de la base colombiana de Palanquero.
Las deliberaciones fueron precedidas por una serie de reuniones bilaterales destinadas a rebajar el clima de tensión que ha marcado los preparativos de la Cumbre, a la que asisten los mandatarios de todos los países miembros, salvo el de Guayana.
Cuando le llegó su turno de hablar, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, explicó las razones que lo llevaron a firmar el pacto militar con EEUU y entre otras enumeró la violencia, el narcotráfico y el terrorismo.
Indicó que "no hay renuncia colombiana a soberanía, no hay abdicación y se impide la intervención en otros Estados" en el acuerdo.
El convenio, prosiguió "se rige por la integridad territorial de los Estados. Dispone que este acuerdo no se puede usar para la intervención de otros Estados.
El presidente aprovechó su intervención para llamar la atención a sus vecinos sobre su "inquietud" por la ausencia de condena a las actividades de las guerrillas y los paramilitares en Colombia.
"Hay un progreso en la carta inicial del Consejo de Defensa de Unasur que excluye a los grupos terroristas, pero Colombia aspira a que todos los países de la región reconozcan a estos grupos como terroristas", insistió Uribe, que mostró a sus colegas imágenes de víctimas de las guerrillas y los paramilitares.
¿Declaración de rechazo al convenio?
"Nos preocupa que en algunos discursos se les tenga a estos grupos como aliados políticos, que estos grupos puedan esconderse en territorios fuera de Colombia, vengan de esos territorios a cometer atentados en Colombia y regresen a estos territorios a esconderse, que a estos grupos se les encuentren armas provenientes de otros países", denunció.
Uribe pidió que todos estos temas sean objeto de discusión en la Cumbre y subrayó que Colombia ha realizado históricamente una tarea en el continente para pedir activamente que todos combatan el flagelo del narcotráfico.
A su turno, los mandatarios de Bolivia, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, manifestaron sus reparos a la presencia militar estadounidense en la región.
"Uruguay aboga por la no intervención de asuntos internos de otros Estados", pero "rechaza desde hace 200 años la existencia en nuestro territorio de bases militares extranjeras, como tampoco deben existir bases extranjeras en otros países de América del Sur", manifestó Vázquez.
El presidente de Bolivia fue más allá y propuso a los presidentes que integran la Unasur firmar una declaración de rechazo a las bases militares extranjeras en Suramérica.
"Si nadie quiere una base militar por qué no podemos firmar acá un documento que (indique que) los presidentes de Suramérica no aceptan ninguna base militar extranjera", sostuvo Morales.
"Estados Unidos trata de crearnos desconfianza a presidentes de Suramérica que estamos gestando la unidad. Para crear desconfianza, para enfrentarnos, los imperios nunca han querido la unidad de Suramérica. No queremos ser instrumentos de la división" de la región, sostuvo.
Recomendaciones a Uribe
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió a Colombia "garantías jurídicas" de que su convenio militar con Estados Unidos no afectará a la región, porque, dijo, "respetamos el acuerdo, pero queremos resguardarnos".
"No va (en el acuerdo), pero tampoco lo prohíbe, el que no prohíbe lo permite, tenemos que tener cuidado con eso", afirmó.
Señaló que aún aguarda una respuesta del presidente de Estados Unidos a su propuesta de convocar una reunión con los miembros de Unasur para debatir el tema e insistió en la importancia de "provocar una buena discusión con (Barack) Obama para discutir cual es el papel de EEUU para Latinoamérica".
Admitió, también que la soberanía nacional "es algo sagrado", pero pidió una reflexión a Uribe.
"Si las bases estadounidenses están en Colombia desde 1952 y aun no hay soluciones al problema deberíamos pensar en otra cosa que podamos hacer en conjunto para solucionar los problemas", sugirió.
"Cada uno de nosotros debemos llegar a las puerta de estas reuniones con la decisión de si queremos construir un clima de paz o un clima de guerra", concluyó.
A su tiempo, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, manifestó su respeto al "principio de autodeterminación de los pueblos, pero me preocupa que estas bases militares puedan traspasar las fronteras y amenazar la soberanía y nuestras democracias".
Por eso, le sugirió al Uribe que si "no hay nada que ocultar" abra las fronteras de su país para generar "confianza mutua".
Alan García, el mandatario de Perú, propuso por su parte al Consejo de Defensa "comenzar a funcionar de inmediato" con un "proceso de verificación" de las bases colombianas que podrían ser utilizadas por tropas estadounidenses.
"No dudo de que el presidente colombiano, Álvaro Urbe, quiera pasar a la historia por solucionar problemas terribles en su país, pero sí creo que no haría mal que una comisión de nuestro continente estuviera in situ para verificar lo que sucede allí", señaló García.
La propuesta recibió el inmediato apoyo de la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Además, solicitó una verificación de los acuerdos militares con países de dentro y fuera de la región y revise el "vergonzoso" y millonario presupuesto militar del subcontinente.
Más argumentos
Horas antes de que empezara la cumbre, el mandatario colombiano había dicho a la prensa que la seguridad es un "interés esencial de Colombia" y que los países de la región deberían entenderlo, pues no busca otra cosa que combatir la violencia que afecta al país.
Media hora antes de aterrizar a la ciudad argentina de Bariloche para participar de la cumbre de la Unasur, en la que los países de la región debatirán sobre el acuerdo entre Colombia y EEUU para el uso de bases colombianas, Álvaro Uribe, señaló que todo proceso de integración debe tener en cuenta los intereses esenciales de cada uno de los países signatarios.
"Nosotros no podemos desvincular las expectativas de los procesos de integración de la aspiración de los colombianos de superar esta larga noche de violencia", enfatizó.
A bordo del avión presidencial, Uribe señaló al grupo de periodistas que lo acompañaban que por décadas los colombianos, en su mayoría los menos favorecidos, han padecido el flagelo de la violencia, por lo que pidió comprensión de la comunidad internacional.
"Los sectores pobres no tiene con qué pagar seguridad privada. Los sectores pobres han sido los grandes afectados con el desplazamiento; han sido los grandes afectados con el crecimiento de la pobreza que se dio en el país como consecuencia de la violencia".
Para Uribe, la seguridad es un valor democrático, una fuente de recursos y un factor de creación de posibilidades sociales para que el progreso pueda llegar a todos los colombianos.
Bariloche (Argentina
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