Plataforma per Catalunya (PxC) dio un primer aviso al quedarse a la puertas del Parlament en noviembre y este 22 de mayo ha confirmado que el voto xenófobo cuenta con una buena base en Cataluña.
Con un discurso populista y sin mayor aportación que culpar a la inmigración de todos los males, Josep Anglada ha logrado que su partido multiplice sus concejalés. De los 17 cosechados en 2007, PxC ha pasado a los 67 ediles, muchos de ellos en ciudades en las que su presencia era inexistente hasta ahora.
El mayor de sus logros ha sido, sin duda, hacerse con tres concejales en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la segunda ciudad más poblada de Cataluña y uno de los focos, hasta ahora, de mayor voto progresista.
Sus arremetidas contra "la inmigración descontrolada" y su supuesta vinculación innata con la delincuencia le han garantizado, asimismo, tres concejales más en las poblaciones barcelonesas de Santa Coloma de Gramenet y Mataró. La misma efectividad ha tenido en Salt (Girona), población que desde hace años arrastra conflictos a cuenta de la inmigración y donde PxC sentará a otros tres representantes.
En Vic, localidad en la que Anglada encabeza la lista y donde nació su proyecto, así como en Manlleu, Cervera (Lleida) y El Vendrell (Tarragona) PxC ha sumado nuevos escaños, una hazaña que el político ultraderechista ha definido como "histórica para Cataluña".
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