Manuel Zelaya dentro de la embajada de Brasil en Honduras. | AP
- Micheletti ha anunciado el cierre de los cuatro aeropuertos del país
- Asegura que no volverán a expulsarle: 'la primera vez me agarraron descuidado'
- La embajada de Brasil en Tegucigalpa confirma que está en sus oficinas
- 'Ha viajado dos días por tierra, montañas y ríos', dijo Hugo Chávez
El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha asegurado que "nadie" le volverá a sacar de su país, al que regresó 68 días después del golpe de Estado que llevó al poder a Roberto Micheletti, quien reaccionó a los acontecimientos con la declaración de un nuevo toque de queda.
"A partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí, por eso nuestra posición es patria, restitución o muerte", enfatizó Zelaya ante miles de seguidores suyos que permanecen apostados frente a la Embajada brasileña en la capital hondureña.
Zelaya apareció este lunes por sorpresa en Honduras en medio de una gran confusión y versiones encontradas sobre su paradero, inicialmente ubicado en las Naciones Unidas por sus seguidores, lo que fue desmentido por Micheletti y las Fuerzas Armadas del país. Posteriormente, el ministro de exteriores (canciller) brasileño, en cuya embajada se ha refugiado Zelaya, confirmó que allí se encontraba el ex mandatario hondureño.
Aclarada la confusión y con sus seguidores rodeando la embajada de Brasil, donde compareció públicamente ante los medios de comunicación, el presidente, depuesto el 28 de junio pasado, aseguró que no volvería a ser expulsado del país al recordar: "la primera vez me agarraron descuidado, dormido".
En esa fecha, de madrugada, los militares entraron en la residencia de Zelaya para sacarle en pijama y obligarle a subir a un avión en el que le llevaron por la fuerza a Costa Rica. "Ahora vamos a dormir juntos, nadie nos vuelve a sacar de aquí", recalcó Zelaya, quien asumió el poder el 27 de enero de 2006 para un mandato de cuatro años.
Asegura que su objetivo es el diálogo
"No se dieron cuenta (...) que tenemos más estrategias, más capacidad de organización que cualquiera de los que hoy pretenden mantener el poder a través de la fuerza", agregó.
Previamente, en las primeras declaraciones en el país, Zelaya anunció que su objetivo es dialogar para superar la crisis causada por su defenestración, y hasta declaró su disposición a someterse a la Justicia. "Soy un hombre pacífico, dialogo, practico la no violencia", proclamó Zelaya en declaraciones a los periodistas.
Por su parte, el Gobierno de Micheletti reaccionó con la declaración del toque de queda desde las 16.00 hora local (las 00.00 hora peninsular española), y las 07.00 del martes (las 15.00 hora española).
El Gobierno de facto de Honduras indicó que la decisión se debía "a los acontecimientos ocurridos en las últimas horas", y tenía el propósito de "proteger la tranquilidad, la vida y los bienes de las personas". También, el Gobierno de facto anunció el cierre a partir de este martes de los cuatro aeropuertos internacionales del país.
Además, su cancillería presentó una nota de protesta ante la embajada de Brasil en Tegucigalpa por acoger a Zelaya; responsabilizó a ese país "de los actos violentos que se puedan suscitar dentro y fuera" de la legación, y pidió la entrega del presidente constitucional a la Justicia.
"Hago un llamado al Gobierno de Brasil a que respete la orden judicial dictada contra el señor Zelaya entregándolo a las autoridades competentes de Honduras", dijo Micheletti en un mensaje que leyó en la Casa Presidencial ante miembros de la empresa privada, sociedad civil, Fuerzas Armadas, Policía y otros sectores. "El Estado de Honduras está comprometido a respetar los derechos del señor Zelaya al debido proceso", agregó.
'La presencia de Zelaya no cambia nuestra realidad'
Más allá de eso, Micheletti, que durante la mañana había tachado las informaciones sobre la presencia del presidente constitucional en el país de "terrorismo mediático", trató de restar importancia a los acontecimientos.
"La presencia del señor Zelaya en el país no cambia nuestra realidad", sentenció, al agregar que "no queda claro por qué ha regresado ahora a Honduras".
"Sólo él lo sabe", dijo, no sin dejar de opinar que el gobernante derrocado "está aquí para continuar obstaculizando la celebración de nuestras elecciones el próximo 29 de noviembre, como lo han venido haciendo él y sus seguidores desde hace varias semanas".
Micheletti hacía así alusión a los comicios generales programados para esa fecha, que la comunidad internacional ha anunciado que no tendrá en cuenta si Zelaya no es restituido en el poder. El presidente de facto pidió a los hondureños que tengan "confianza y fe en su Gobierno".
Mientras tanto, desde Caracas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que Zelaya se encuentra en Tegucigalpa y que habló con él por teléfono. Según narró Chávez, su aliado habría viajado durante dos días "por tierra, cruzando montañas, ríos, arriesgando su vida" para lograr llegar a Tegucigalpa.
"Todos somos soldados tuyos, Mel, y ahora nos toca hacer lo que nos toca en este momento (...) Te felicito, has hecho un acto heroico que quedará en la historia de Honduras y de América Latina, por la dignidad de tu pueblo", concluyó al despedirse de Zelaya.Fale com o Ministério
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