ETA exige hasta 120.000 euros a empresarios vascos en nuevas cartas de extorsión

Los terroristas amenazan a personas ya chantajeadas con un tono más agresivo de lo habitual.- El envío ha coincidido con las últimas detenciones a industriales

VASCO PRESS - Bilbao - 08/07/2008

La banda terrorista ETA ha enviado una nueva remesa de cartas de extorsión a empresarios vascos, a los que exige el pago de entre 70.000 y 120.000 euros. Las misivas han llegado a sus destinatarios a lo largo del mes de junio y amenazan tanto a personas que hasta ahora no habían sido chantajeadas como a antiguos extorsionados, según informa el diario El Correo. El envío de estas cartas ha coincidido con los últimos interrogatorios practicados a empresarios por pagar a ETA, como las de Sabino Arrieta, ex presidente de la siderúrgica Sidenor, y José Antonio Jainaga, consejero delegado de esta acería.

El terrorismo de ETA

A FONDO

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El tono empleado por los terroristas es mucho más agresivo de lo habitual en los casos de recordatorios a empresarios que se han negado a pagar las cantidades solicitadas por los terroristas, que en las que se reciben por primera vez. Los expertos en la lucha antiterrorista consideran que la cantidad de cartas recibidas ahora es ligeramente superior al que viene siendo habitual en los últimos meses.

Relación con las detenciones a etarras

Los investigadores estudian la posibilidad de que esta nueva remesa de cartas de extorsión esté relacionada con los etarras detenidos en Burdeos el pasado 20 de mayo, entre los que se encontraba el jefe de ETA, Francisco Javier López Peña, Thierry.

A partir de la documentación intervenida a la cúpula etarra, las hermanas de Orio Blanca Rosa y María Isabel Bruño Azpiroz, fueron detenidas el pasado 11 de junio y encarceladas por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que decidió su puesta en libertad bajo fianzas de 20.000 euros cada una. La Guardia Civil ha investigado además de a los citados responsables de Sidenor, al empresario Jesús Guibert Azkue. En todos los casos, una vez prestada la declaración quedaron en libertad a la espera de que el juez les pueda citar en la Audiencia Nacional.

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