Hasta ahora el vehículo más potente que la marca había fabricado era el Carrera GT, 612 caballos, pero con este nuevo modelo rompe todas las barreras. Basado en el actual GT2, al que sustituye, esta nueva versión ofrece 90 caballos más de potencia y se ha rebajado su peso en 70 kilogramos, gracias a la utilización de materiales como el policarbonato en las ventanillas traseras laterales y la luna trasera, o fibra de carbono en el capó, las aletas delanteras y los asientos. Las suspensiones están fabricadas en aluminio forjado y en el interior la ausencia de aire acondicionado, climatizador y equipo de audio también ayudan a este adelgazamiento.
En el interior, el 911 GT2 RS dispone de los elementos mínimos. Para su apertura, en lugar de manetas, utiliza unas cintas en color rojo, y el enmoquetado interno es tan liviano que permite sentir desde dentro todo lo que desalojan las ruedas sobre el asfalto. Para rizar el rizo en la báscula se le ha dotado de una batería de iones de litio que pesa 15 kilogramos menos que una convencional.
La mecánica es de primerísima calidad. El motor es un seis cilindros con 3.6 litros de cilindrada y dos turbocompresores que desarrollan una apabullante aceleración y sus 620 caballos de potencia. Sólo tres segundos y medio son necesarios para alcanzar los 100 kilómetros por hora en salida parada, y la velocidad máxima que ofrece es de 330 kilómetros por hora.
El interior de este increíble “bolido”, casi de carreras, es muy espartano. Un cómodo volante de tres radios forrado en cuero y un cuadro de instrumentos con las informaciones básicas. La palanca de cambios es corta y muy precisa, eso sí, bastante dura en la selección de las seis marchas manuales disponibles, como es habitual en las carreras. La verdad es que no hace falta mucho más, ya que las prestaciones y la aceleración son tan impresionantes que es difícil hacer nada más que intentar dominar a esta fiera.
Los frenos están fabricados en materiales cerámicos, mientras que la tracción es a las ruedas traseras. Las suspensiones y la amortiguación se pueden regular en su dureza adaptándolas mejor a nuestro tipo de conducción.
Exteriormente la carrocería ofrece unos sobredimensionados pasos de rueda, unas llantas con una única tuerca central y un protuberante y nuevo alerón trasero.
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