Fue apartado del centro educativo tras conocerse los abusos sexuales a dos alumnas de 10 y 11 años.
El Colegio Marista-El Pilar de Vigo ha asegurado que «se tomaron las medidas oportunas» tras el episodio de tocamientos a dos menores protagonizado por un religioso del centro el pasado año, que ha sido condenado a dos años de prisión por estos hechos.
En un comunicado, el centro privado concertado recalcó que «desde el principio» han seguido de modo «estricto» las «indicaciones de los jueces». Asimismo, el colegio subrayó que se han desarrollado «con total normalidad» las actividades a pesar de lo sucedido y mostró su malestar por las «lamentables noticias» que han aparecido en los medios de comunicación sobre este caso.
Los hechos tuvieron lugar hace un año en el despacho que ocupaba el condenado, F.V.T., de 69 años de edad, después de que una de las niñas acudiese «a saludarle y a pedirle golosinas» y la otra menor fuese al lugar donde se encontraba el religioso a realizar unas fotocopias. F.V.T, un religioso jubilado que colaboraba en tareas de secretaría en el Colegio Marista -situado en la calle Venezuela de Vigo- fue condenado a dos años de prisión y a una multa de 4.140 euros por realizar tocamientos a las dos niñas, de diez y once años.
El condenado fue apartado del centro educativo tras conocerse los hechos y tendrá que indemnizar a las jóvenes con 14.000 euros, aunque 12.000 ya fueron consignados por el acusado en el juzgado. El juicio contra F.V.T. no llegó a celebrarse, ya que se alcanzó un acuerdo entre la abogada defensora del ex hermano Marista, la fiscal y el letrado de la acusación particular.
El dictamen judicial concluye que los tocamientos se produjeron entre febrero y abril de 2009. Según la sentencia, una de las menores, que entonces tenía diez años de edad, acudió al despacho del religioso «a saludarle y a pedirle golosinas», momento en el que el sexagenario, «con el propósito de obtener una satisfacción sexual, al menos en dos ocasiones le tocó el pecho por encima de la ropa y en una de ellas la barriga por debajo de la camiseta».
Los abusos a la otra menor se produjeron el mediodía del 27 de abril de 2009 cuando acudió al mismo despacho acompañada de una amiga. El acusado, dice la sentencia, «actuando con idéntico ánimo», le realizó tocamientos en el pecho por debajo de la ropa, al tiempo que le decía «qué callada eres y que guapa eres».