Kabul, 14 feb (EFE).- La ONU pidió hoy a las partes en conflicto que eviten las bajas civiles y respeten al personal humanitario que se ha desplegado en la provincia sureña afgana de Helmand para atender a los desplazados a causa del asalto lanzado por las tropas internacionales y afganas sobre un bastión talibán.
"Quisiera aprovechar esta oportunidad para llamar a todas las partes a que no involucren ni usen a la población civil, a los actores humanitarios o la ayuda humanitaria para propósitos militares", solicitó en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Robert Watkins.
La Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) constató que "un número creciente" de desplazados está llegando de la zona de la ofensiva (Marjah y Nad Alí) a Lashkar Gah, capital de Helmand, aunque dijo que es "imposible" saber la cifra exacta.
Unas 900 familias que han abandonado sus hogares ya se han registrado ante las autoridades provinciales, pero el proceso de verificación que efectúan las agencias humanitarias aún no ha concluido.
La OCHA ha hecho entrega de 750 paquetes con comida y otros artículos no alimentarios y ha dicho estar en contacto con los militares aliados para dar una respuesta humanitaria al conflicto.
"Hacemos un llamamiento a los combatientes para que respeten la neutralidad de la comunidad y la ayuda humanitaria", dijo Watkins, quien insistió en que "hay que asegurar a la población afectada un acceso sin obstáculos a los servicios básicos".
La OCHA expresó su temor de que queden civiles atrapados en la zona de conflicto.
Marjah, el epicentro de la gran operación lanzada ayer de madrugada y que cuenta con unos 15.000 efectivos internacionales y afganos, tiene una población de unos 80.000 habitantes.
Hasta ahora, 27 insurgentes y dos soldados internacionales, uno de ellos británico, han fallecido en el transcurso de los combates, según una fuente oficial afgana. EFE
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