La Orquesta Sinfónica de Navarra durante un ensayo.
Cuando Plácido Domingo canta, todo lo que le rodea suele pasar a segundo plano. La voz inimitable y la presencia escénica del tenor madrileño apenas si dejan lugar a que el público y los medios se fijen en algo más. En 'Il Postino', la ópera semibiográfica sobre Pablo Neruda que debutó anoche en el parisino Théâtre du Châtelet, junto a Plácido se lucieron Charles Castronovo, dando vida al cartero Mario Ruoppolo, y Amanda Squitieri, que encarna a la bella Beatrice Russo por la cual bebe los vientos el amigo del poeta. Pero destaca también el trabajo en la sombra de una veterana y bien conjuntada orquesta española que, bajo la dirección de Jean-Yves Ossonce, contribuyó a que el público presente en la sala le propinara al equipo diez minutos seguidos de aplausos al término del tercer acto.
La Orquesta Sinfónica de Navarra es, en un modesto porcentaje, responsable de dicho éxito. Fundada por Pablo Sarasate en 1879, se trata de la agrupación musical en activo más antigua de nuestro país. Una auténtica institución en Pamplona, donde se prodiga habitualmente sobre el escenario del Baluarte, mantiene un ciclo sinfónico con más de 2.300 abonados y es la formación titular de los concursos internacionales Julián Gayarre (canto) y Pablo Sarasate (violín).
Dirigida desde 1998 por Ernest Martínez Izquierdo, la OSN tiene una marcada vocación viajera, como lo muestran sus giras recientes por Polonia (Lodz, Varsovia), Alemania (Dortmund) y hasta China (Shanghai ,Pekín y otras cinco ciudades más). Pero donde se desplaza con más frecuencia es a París.
En la capital francesa, podría decirse que son casi como de la familia. Especialmente en dos de los principales recintos conciertísticos de la ciudad de la luz: el Théâtre des Champs-Elysées y el Théâtre du Châtelet. Además de su actual visita, la Sinfónica navarrica suma ya por estos lares tres recitales líricos en Champs-Elysées, 2 conciertos sinfónicos en Châtelet y hasta 14 funciones de ópera correspondientes a tres títulos diferentes, en años consecutivos, también en Châtelet.
Dentro del ciclo de Grandes Voces, en los Campos Eliseos, la OSN ha acompañado en los últimos años a formidables intérpretes como Roberto Alagna o Juan Diego Flórez. Mientras que en su actual demarcación, han interpretado en mayo de 2009 el 'Cyrano de Bergerac', de Franco Alfano, junto a Plácido Domingo –en la primera actuación parisina del tenor desde hacía años–,; un año después la 'Magdalena' del brasileño Hector Villalobos –que no había vuelto a representarse desde su estreno en Broadway en los años 30– y ahora este 'Il Postino', del fallecido Daniel Catán, de nuevo junto a su viejo conocido Plácido.
Un largo historial, del que la OSN puede sentirse más que satisfecha. "El hecho de que nos hayan invitado en repetidas ocasiones es un claro indicio de que el resultado ha sido siempre satisfactorio. Ignoro cuántas orquestas españolas han pisado estos dos teatros, pero desde luego ninguna con tanta asiduidad. Y ya hay propuestas muy interesantes para el futuro", comenta su director gerente, Florentino Briones.
Por de pronto, a la Sinfónica de Navarra le quedan algunas representaciones de 'Il Postino' en París, así como una actuación por su propia cuenta, mañana miércoles 22, con Martínez Izquierdo a la batuta y junto a la guapa y exquisita violinista Akiko Suwanai. En el programa se anuncian el 'Concierto para violín' de Tchaikovski y la 'Quinta Sinfonía' de Prokofiev. Pero, si el público galo se calienta lo suficiente, acaso terminen ofreciendo su aplaudida recreación del 'Sombrero de tres picos' de Falla. Un propina casi obligada en sus shows extranjeros, que suele desatar pasiones entre los aficionados parisinos.
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