Las cenizas cierran el tráfico aéreo unas 25 veces al año
El tráfico aéreo se corta unas 25 veces al año por cenizas
volcánicas, en torno a Alaska o el Pacífico generalmente porque hay muchos volcanes activos, y ya ha habido muchos sucesos como el que está teniendo lugar al norte de Europa con el volcán islandés, que esta mañana ha provocado la suspensión del tráfico aéreo al norte de
Europa, así como la evacuación de 800 personas en la isla.
Así lo explicó a Europa Press el profesor del CSIC, Ramón Ortiz, a la vez que aclaró que este tipo de sucesos son "normales", no es la primera vez que se produce uno de estos, teniendo en cuenta que los aeroplanos actuales son "más vulnerables" a la ceniza que los antiguos.
"Las cenizas volcánicas se meten en las turbinas, ahí se funden, posteriormente se solidifican y es entonces cuando el motor pierde potencia y sube la temperatura y se llega a parar. Los signos se detectan enseguida y los pilotos optan por dar media vuelta. Además, todo cuesta un montón de dinero porque hay que poner motores nuevos", agregó el experto.
Actualizado Viernes , 16-04-10 a las 18 : 26
Las cenizas expulsadas por el volcán Eyjafjälla continúan su viaje por el continente y se desplazan ahora hacia el Este y Centro de Europa, según las previsiones de los expertos que vigilan la evolución de la nube y que se pueden seguir en el Centro de Avisos de Cenizas de Volcanes, ubicado en Londres.
Por el momento son quince los países afectados por las restricciones de navegación y ya Austria ha anunciado que cerrará el espacio aéreo a lo largo de esta tarde. «Los datos cambian minuto a minuto», ha indicado una portavoz de Eurocontrol, Kayla Evans.
Las últimas previsiones indican que la nube se puede adentrar aún más en el interior de Europa y puede llegar a afectar incluso a Moscú o al norte de Italia esta misma noche. Las predicciones no van más allá, debido a lo cambiante de la situación y del desconocimiento de cómo evolucionará la erupción del volcán, que de momento no se detiene.
A la vista de estos datos, los cielos españoles seguirán las próximas horas llenos de nubes pero libres de cenizas, al menos hasta que cambien las condiciones meteorológicas.
Sin embargo, la península no está totalmente a salvo de ver cómo llegan las cenizas del volcán Eyjafjallajokull, debido a que «depende de la dirección del viento», ha explicado a ABC.es José López Ruiz, vulcanólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
«Las cenizas son materiales muy finos y muy porosos, que pueden recorrer distancias muy considerables», explica el vulcanólogo. Hasta el momento, la nube de material piroclástico que ha colapsado el espacio aéreo europeo ha cubierto más de 2.000 kilómetros de viaje desde su origen, en Islandia hasta Gran Bretaña, Irlanda, los países nórdicos, Bélgica, Alemania, Holanda y el norte de Francia.
Si en las próximas horas o días cambian los vientos «puede afectar al norte de España», explica el responsable del MNCN, entidad dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien añade que el fenómeno de la extensión de las cenizas puede durar todavía «bastante tiempo».
Por el momento, los vientos del sur y del sureste en la Península Ibérica que soplarán durante el fin de semana es uno de los factores que impedirán la llegada de las cenizas a España, según el portavoz de Aemet, Ángel Rivera.
Sin peligro para la saludPese al riesgo para la navegación aérea que ha supuesto la erupción del volcán islandés, el polvo que ha expulsado a la atmósfera es totalmente inocuo para los habitantes de los países afectados por la nube.
«Como mucho, pueden experimentar un fenómeno similar al polvo sahariano que a veces afecta a Canarias y a la península», indica José López Ruiz, y que deja una fina capa de suciedad en las aceras o sobre los coches.
No sucede de la misma forma en las zonas cercanas al lugar de erupción, que sí pueden sufrir trastornos respiratorios al inhalar los gases o la ceniza expulsada del cráter. En esos lugares, también existe un cierto peligro de derrumbe de viviendas por la acumulación de material piroclástico sobre los tejados de las casas.
Las cenizas, útiles para el cultivoNo siempre las cenizas causan problemas aéreos y perjuicios a la salud. En ocasiones, su aparición puede resultar extremadamente beneficiosa para la agricultura.
Bien lo saben los viticultores de Lanzarote, donde la erupción del Timanfaya, que tuvo lugar en 1730, dejó un terreno propicio para la plantación de vides, que hoy se mantiene. Aunque en un primer momento la nube de ceniza arruinó las cosechas de toda la isla, «se comprobó que el material muy poroso del que estaba compuesta absorbía muy bien la humedad», explica el vulcanólogo, lo que favoreció que una isla con precipitaciones muy escasas pudiera comenzar la plantación de cepas.
Otro de los aspectos positivos que destaca Ruiz López es la «extraordinaria belleza» de fenómenos como esta última erupción que, «con las debidas precauciones», se puede seguir muy de cerca «con un simple casco de obra». «Merece la pena ver un fenómeno así», recomienda.
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