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sexta-feira, 16 de abril de 2010

Frío y hambre entre sobrevivientes

Viernes 16 de abril del 2010
Guayaquil, Ecuador
Hora Local 08:35

AFP-AP | JIEGU, China


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YUSHU, China. Sobrevivientes del terremoto permanecen en las calles de Jiegu soportando gélidas temperaturas.

Los socorristas se afanaban ayer en la búsqueda de sobrevivientes del sismo que dejó al menos 760 muertos en el noroeste de China, entre ellos numerosos niños sepultados en los escombros de sus escuelas.

Miles de sobrevivientes debieron dormir por segunda noche a la intemperie con temperaturas bajo cero en un rincón remoto del Tíbet mientras los rescatistas enfrentaban los inconvenientes de la altura y la falta de suministros.

El más intenso de los temblores registró una magnitud de 6,9, según la Oficina Geológica Estadounidense y 7,1 según las autoridades chinas.

La agencia noticiosa oficial Xinhua dijo que había 760 muertos, 243 desaparecidos y 11.477 heridos, de ellos 1.174 graves. Rescatistas de Jiegu hallaron a 1.045 personas sepultadas, pero vivas, y a 107 cadáveres, aseguró Noticias de China.

Muchos sobrevivientes aturdidos vagaban por las calles polvorientas de la ciudad de Jiegu, donde los socorristas calculaban que se desplomaron del 70% al 90% de viviendas precarias de madera y adobe.

Heridos con fracturas en brazos o piernas lloraban de dolor mientras los equipos médicos apenas podían ofrecerles unas inyecciones. Una médica en el hospital provincial de Qinghai, donde eran trasladados los heridos más graves, dijo que no tenía idea de cuántos recibían tratamiento porque no había tiempo para contarlos.

Ayer, la televisión oficial difundió imágenes de socorristas que intentaban llegar hasta los alumnos sepultados en la prefectura de Yushu, epicentro del temblor. Los padres desesperados, sin noticias de sus hijos, se agolpaban cerca de un dormitorio derrumbado.

La televisión mostraba también a sobrevivientes rescatados de los edificios en ruinas por socorristas que se abrían paso entre placas de hormigón y el amasijo de hierro, o médicos operando de emergencia

Muchos de los rescatistas trabajaban solo con las manos, sin maquinaria ni herramientas y luchando contra la falta de oxígeno debido a la altitud.

“No hay nada para comer. Solo hemos estado bebiendo agua”, dice Zhaxi Zuoma, de 32 años, acampado en un terreno rocoso. “El agua está contaminada, necesitamos agua y comida”, pide a su vez Pu Wu, que perdió su hogar en esta ciudad devastada.

La tragedia obligó al presidente Hu Jintao, actualmente en Brasil, a acortar una gira regional que incluía etapas en Venezuela y Chile.




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