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quarta-feira, 29 de setembro de 2010

Manifiesto en Defensa de la Democracia


En una democracia, no es competencia soberana. Soberano es la Constitución, porque es ella la que da cuerpo y alma a la soberanía del pueblo.

Por encima están las instituciones políticas, pilares del régimen democrático. Hoy en día en Brasil, descontento con la democracia representativa se organiza en el gobierno para socavar el régimen democrático.

Es insoportable ver el uso de órganos de Estado como una extensión de una máquina secretos de los partidos políticos y la violación de los derechos individuales de agresión.

Es inaceptable que los activistas del partido se han convertido los órganos de administración directa, empresas estatales y fondos de pensiones en los centros de producción de los casos contra los opositores políticos.

Es lamentable que el Presidente se esconde en el gobierno que no ve el gobierno en el que las relaciones de patronazgo y de la fisiología, si no sorprendentemente familiares, arbitrar los más altos intereses del país, negándose a cualquier control.

Es inconcebible que una de las democracias más importantes del mundo está obsesionado por una forma hipócrita de autoritarismo, que, en la certeza de la impunidad, ya no se preocupa más por la honestidad de valor.

Es vergonzoso que el Presidente no entiende que su función debe ser ejercida en su plenitud en las veinticuatro horas del día. No hay un "after hours" de un Jefe de Estado. También es vergonzoso que tiene la compostura para separar al hombre del hombre de partido del Estado, poniendo a difamar a sus oponentes políticos con el lenguaje inaceptable, incompatible con el decoro de la oficina, en una demostración de abuso flagrante del poder político y el uso de maquinaria oficial a favor de una aplicación. No ve el "otro" a un adversario que se deben cumplir de conformidad con las normas, sino un enemigo que debe ser eliminado.

Es una vergüenza que el gobierno de fomentar y financiar la acción de los grupos que llaman abiertamente a las restricciones a la libertad de prensa mediante la propuesta de mecanismos de sumisión autoritaria de los periodistas y medios de comunicación a las órdenes de un partido político y sus intereses.

Es repugnante que esta máquina oficial de la publicidad misma se ha activado para reescribir la historia, tratando de desacreditar el trabajo de hombres y mujeres brasileños que construyeron los cimientos de la estabilidad económica y política, que trajo muchos beneficios a nuestra gente.

Es un insulto a la República que la Legislatura se trata como una mera extensión del poder ejecutivo, al explicar la intención de la soga del Senado. Es lamentable que incluso el Presidente lamentó públicamente el hecho de tener que someterse a las decisiones del poder judicial.

Por lo tanto, debe abordar esta visión regresiva del proceso político, que asume que el poder ganado en las urnas o la popularidad de un líder de darle licencia para ignorar la Constitución y las leyes. Proponemos una fuerte movilización a favor de su preservación, repudiando la acción de los que hoy en día utilizan subterfugios para socavarla. Usted tiene que frenar la marcha hacia el autoritarismo.

Brasil levantar la voz en defensa de la Constitución, las instituciones y la legalidad.
No necesitamos


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Petición en Defensa de la Democracia
En una democracia, no es competencia soberana. Soberano es la Constitución, porque es ella la que da cuerpo y alma a la soberanía del pueblo.

Por encima están las instituciones políticas, pilares del régimen democrático. Hoy en día en Brasil, descontento con la democracia representativa se organiza en el gobierno para socavar el régimen democrático.

Es insoportable ver el uso de órganos de Estado como una extensión de una máquina secretos de los partidos políticos y la violación de los derechos individuales de agresión.

Es inaceptable que los activistas del partido se han convertido los órganos de administración directa, empresas estatales y fondos de pensiones en los centros de producción de los casos contra los opositores políticos.

Es lamentable que el Presidente se esconde en el gobierno que no ve el gobierno en el que las relaciones de patronazgo y de la fisiología, si no sorprendentemente familiares, arbitrar los más altos intereses del país, negándose a cualquier control.

Es inconcebible que una de las democracias más importantes del mundo está obsesionado por una forma hipócrita de autoritarismo, que, en la certeza de la impunidad, ya no se preocupa más por la honestidad de valor.

Es vergonzoso que el Presidente no entiende que su función debe ser ejercida en su plenitud en las veinticuatro horas del día. No hay un "after hours" de un Jefe de Estado. También es vergonzoso que tiene la compostura para separar al hombre del hombre de partido del Estado, poniendo a difamar a sus oponentes políticos con el lenguaje inaceptable, incompatible con el decoro de la oficina, en una demostración de abuso flagrante del poder político y el uso de maquinaria oficial a favor de una aplicación. No ve el "otro" a un adversario que se deben cumplir de conformidad con las normas, sino un enemigo que debe ser eliminado.

Es una vergüenza que el gobierno de fomentar y financiar la acción de los grupos que llaman abiertamente a las restricciones a la libertad de prensa mediante la propuesta de mecanismos de sumisión autoritaria de los periodistas y medios de comunicación a las órdenes de un partido político y sus intereses.

Es repugnante que esta máquina oficial de la publicidad misma se ha activado para reescribir la historia, tratando de desacreditar el trabajo de hombres y mujeres brasileños que construyeron los cimientos de la estabilidad económica y política, que trajo muchos beneficios a nuestra gente.

Es un insulto a la República que la Legislatura se trata como una mera extensión del poder ejecutivo, al explicar la intención de la soga del Senado. Es lamentable que incluso el Presidente lamentó públicamente el hecho de tener que someterse a las decisiones del poder judicial.

Por lo tanto, debe abordar esta visión regresiva del proceso político, que asume que el poder ganado en las urnas o la popularidad de un líder de darle licencia para ignorar la Constitución y las leyes. Proponemos una fuerte movilización a favor de su preservación, repudiando la acción de los que hoy en día utilizan subterfugios para socavarla. Usted tiene que frenar la marcha hacia el autoritarismo.

Brasil levantar la voz en defensa de la Constitución, las instituciones y la legalidad.
No necesitamos

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