BANGKOK (AFP) - Al menos 15 personas murieron y unas 680 resultaron heridas en violentos enfrentamientos que opusieron este sábado a fuerzas del orden y manifestantes antigubernamentales en Bangkok, los más sangrientos en Tailandia desde hace dos décadas.
Entre las víctimas fatales figura un camarógrafo japonés, que trabajaba para la agencia Reuters.
Después de un mes de manifestaciones pacíficas y un aumento progresivo de la tensión, Bangkok se sumergió en un caos cuando las fuerzas del orden --principalmente militares-- y los "camisas rojas" se enfrentaron por el control de un barrio de la ciudad vieja.
Es la primera operación severa de las autoridades desde la instauración el miércoles del estado de urgencia. También es el mayor saldo de víctimas en manifestaciones en el país luego de las de 1992, que dejaron decenas de muertos.
La Casa Blanca llamó a la moderación de ambas partes. "Deploramos esta explosión de violencia en Tailandia, nuestra amiga y aliada de larga data, y pedimos negociaciones de buena fe entre las partes para resolver las dificultades pacíficamente", declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer.
Los enfrentamientos, que comenzaron pasado el mediodía, se fueron intensificando y las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua. Luego se escucharon numerosos disparos de armas de fuego.
Al menos 15 personas murieron y 678 resultaron heridas, indicaron los servicios de asistencia médica. Por la noche, el ejército anunció que cinco soldados había sido tomados como rehenes por los manifestantes.
Los "rojos", partidarios del ex primer ministro en el exilio Thaksin Shinawatra, reclaman elecciones legislativas anticipadas y consideran a Abhisit Vejjajiva, en el poder desde diciembre de 2008, como totalmente ilegítimo.
"Quiero condenar a este gobierno porque utilizaron armas de guerra para matar a tailandeses que pedían democracia", declaró Weng Tojirakarn, uno de los líderes "rojos", ante los manifestantes en Ratchaprasong, para luego exigir nuevamente la renuncia de Abhisit y su salida del país.
Jatuporn Prompan, otro líder, pidió a su vez la intervención del rey Bhumibol, una figura muy reverenciada en el país.
El jefe de la coalición gubernamental, hasta ahora sostenido por los militares, se negó a dimitir en un breve mensaje por la televisión.
"Seguiremos trabajando, yo y mi gobierno, para resolver la situación", declaró el primer ministro.
La operación militar de este sábado terminó en un fracaso cuando se hizo evidente que los manifestantes no bajaban los brazos y recuperaban terreno ante las fuerzas del orden.
A las 21H00 (14H00 GMT), el ejército decidió retroceder y pedir una tregua para evitar un drama aun mayor.
"Los soldados deben retirarse, no hay un lugar para protegerse. No podemos hacer nada porque no podemos disparar contra el pueblo", dijo a la AFP el general Anupong Paojinda, jefe del ejército.
Otras manifestaciones tuvieron lugar este mismo sábado en el interior del país, una de las cuales reunió al menos 500 personas en los jardines de la residencia del gobernador de Chiang Mai, la principal ciudad del norte, de donde Thaksin es oriundo.
Thaksin, un empresario y verdadero icono de los "camisas rojas", fue derrocado en 2006 por un golpe de Estado militar. Desde hace casi dos años vive exiliado en el extranjero.