- Lleva un techo de lona que se pliega o extiende en 19 segundos hasta 50 km/h
- El motor es el V10 de 5,2 litros de capacidad y 525 caballos de potencia
- Con el cambio de doble embrague S-Tronic hay que pagar 8.120 euros extras
- La velocidad máxima es de 313 km/h y pasa de 0 a 100 en 4,1 segundos
No faltan ejemplos de modelo 'roadster' en alguno de los modelos de la marca alemana, pero hay que remontarse al antiguo Audi Front 225 de 1935, para encontrar un ejercicio de estilo parecido. Desde su reaparición en 1980, Audi ha destacado por sus soluciones técnicas dejando en segundo plano el diseño como primer objeto del deseo en las preferencias de sus clientes. Ese 'olvido' quedó zanjado con la aparición del R8 y llega ahora la versión descapotable denominada Spyder.
En Audi no se han decantado ni por la versión 'Targa' ni por techo duro retráctil, decidiéndose por un techo de lona cuyo mecanismo de extensión y recogida de la misma emplea alrededor de 19 segundos, operativa incluso rodando hasta 50 km/h. De esa forma se ha reducido el peso del sistema hasta cuarenta y dos kilos a la vez que se ha bajado el centro de gravedad, quedando el habitáculo totalmente aislado por una capota que finaliza en dos aletas que permiten un perfil parecido al Coupé.
La tapa bajo la que queda el techo es de fibra de carbono, lo que impide ver el motor desde fuera como en el carrozado, apenas insinuado por dos aletas con deflectores escalonados para la evasión del calor. El cristal trasero, térmico, por el contrario es independiente de este sistema, sobresaliendo apenas quince centímetros para evitar las turbulencias y puede ser ocultado. También existe un deflector que puede hacer funciones parecidas.
La carrocería del R8 Spyder sigue teniendo la misma longitud, 4,43 metros. Es limpia, sencilla y más agradable de perfil, destacando las clásicas entradas laterales de aire detrás de las puertas, más grandes y más retrasadas que en el Coupé. Además, se ha eliminado la antiestética 'pincelada' en diferente color al de la carrocería de las mismas. El frontal y la parte posterior se mantienen casi inalterados, destacando la parrilla frontal, típica de los últimos modelos de la marca de Ingolstadt.
Casi 100 kilos más pesado
El chasis es el Audi Space Frame en aluminio, en el que se han reforzado distintos paneles, pero que ha resultado apenas seis kilogramos más pesado que el modelo carrozado. Otra cosa es el peso total, que se incrementa en un centenar de kilos debido en buena parte a los dos arcos de seguridad situados tras los asientos, que se activan magnéticamente en caso de vuelco.
El motor es el mismo que el del Coupé, basado en el del Gallardo LP 560, otra firma del ámbito de la marca de los cuatro anillos, pero en versión V10 con una cilindrada de 5,2 litros que permiten tener bajo el pie 525 CV a 8.000 rpm, amén de un par impresionante de 530 Nm. Su lubricación es por cárter seco, lo que permite una posición más baja. No están previstas más motorizaciones por el momento. Gracias a él y un peso contenido de 1.720 kilogramos, el Audi R8 Spyder acelera de 0 a 100 km/h en apenas 4,1 segundos, dos décimas más que el Coupé, cediendo tres kilómetros en la velocidad máxima, 313 km/h, produciendo un sonido cautivador que casi 'obliga' a rodar al aire libre para escucharlo más profundamente incluso en autopista, si la climatología no lo impide.
El Audi R8 Spyder posee dos posibles transmisiones, una manual, con la clásica parrilla cromada de inserción que tan solo requiere cierta atención en las reducciones y otra automática (8.120 euros más), que mejora el consumo medio de la primera (14,9 litros), en uno y que permite conducir tanto en posición normal como Sport, fijándose más en la carretera y sus circunstancias.
Tres colores para la capota
La carrocería del Audi R8 Spyder está disponible en 11 colores, varios de ellos del tipo denominado 'orgánico', que se pueden combinar hasta con tres colores para la capota. El interior es generoso, pero la posición es demasiado estirada, resultando casi imposible dónde dejar algo más que las gafas de sol o el abrigo en invierno, ni siquiera detrás del asiento para quien supere los 1,75 metros.
Lo más novedoso en su equipamiento es la inserción de tres micrófonos en el mismísimo cinturón de seguridad para el uso del teléfono en marcha y sin capota. La capacidad del maletero delantero es de 100 litros, existiendo un juego de tres maletas especiales en los mejores materiales y costuras, a un precio casi de Vega Sicilia Único, de 15.000 euros.
Si sentarse no requiere más contorsión casi que dejarse caer en el asiento, levantarse es otra historia, ya que la escasa distancia al suelo no permite a la rodilla doblarse lo suficiente para hacer palanca ala cuerpo. En carretera el Audi R8 Spyder apenas requiere que su conductor tenga 'manos', la tracción Quattro se encarga en condiciones normales de entregar al tren trasero el 85 por ciento de la potencia y quizá ahí resida su éxito entre los potenciales clientes. En cualquier caso requiere unos cuantos centenares de kilómetros saber dosificar la presión sobre el acelerador.
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