La Organización de las Naciones Unidas inicia su primera distribución en gran escala desde que empezó la lucha en la República Democrática del Congo, donde miles de desplazados, hambrientos y desamparados formaban una nutrida fila para recibir alimentos.
Más de 100 toneladas de alimentos llegaron para alimentar a 50 mil civiles en el norte de la capital provincial de Goma en los próximos cuatro días, dijo Marcus Prior, vocero del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Este sector oriental del Congo particularmente fértil ha sido tradicionalmente una fuente de alimentos para la región. Pero muchos de los refugiados dicen que es muy peligroso retornar a sus cultivos.
''Me dijeron que tenía que pagarles si deseaba recoger mi comida'', dijo Musi Batai, un anciano quien dijo que milicianos progubernamentales ocuparon sus tierras cerca de Kiwanja, ricas en frijoles y maíz. Los milicianos lo sacaron a punta de pistola y dijeron que iban a vender sus alimentos, dijo Batai en una iglesia católica donde la ONU repartía comida.
La lucha entre el ejército y los combatientes leales al líder rebelde Laurent Nkuda ha desplazado a por lo menos un cuarto de millón de personas pese a la presencia de la mayor fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en el mundo, con unos 17 mil soldados.
En un estadio en Rutshuru donde se instaló un segundo puesto de distribución de la ONU, miles de personas se reunieron alrededor de bolsas de harina de maíz y frijoles alineadas en un campo. Las bolsas sirven para mantener a una familia 15 días.
''Hay muchos alimentos, pero no puedo regresar a mi granja'', se lamentó Ibrahim Masumbuku, de 29 años, que esperaba en fila para recibir su ración. ''No hay seguridad en ningún sitio''.
Mientras tanto, la agencia de refugiados de la ONU planea trasladar decenas de miles de refugiados de dos campamentos en Kibati a un nuevo lugar a 15 kilómetros al oeste la semana próxima debido a que el área está a pocos kilómetros de la tensa línea del frente.
Grupos de ayuda han manifestado preocupación por violaciones y hechos de violencia en los campamentos controlados por el gobierno.
Había temores de que la nación pudiese sumirse nuevamente en una guerra ruinosa como que arrastró a más de media docena de países africanos y desgarró el Congo en feudos rivales.
Los rebeldes respaldados por Uganda y Ruanda controlaron vastos territorios ricos en café, oro y estaño en el este. Angola y Zimbabue despacharon tanques y aviones de guerra para respaldar el gobierno congolés a cambio de acceso a las lucrativas minas de diamantes y cobre al sur y el oeste.
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