Sao Paulo, 12 mar (EFE).- El asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Marco Aurelio García, dijo hoy que su país no se relaciona con disidentes, ni de Cuba ni de ningún otro país, porque no es una organización no gubernamental (ONG).
"No somos una ONG. El Gobierno de Brasil encara las cuestiones de forma responsable", dijo García a corresponsales extranjeros en Sao Paulo, al tiempo que insistió en que el Ejecutivo "no se relaciona con disidentes, ni en Cuba ni en otros países".
García respondió así a las críticas que ha recibido el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por no abordar la situación de los disidentes en la visita que hizo a Cuba en febrero pasado, un día después de que el preso político Orlando Zapata Tamayo muriera tras una prolongada huelga de hambre.
Días antes de esa visita, medio centenar de disidentes cubanos dijeron que le habían pedido a Lula en una carta que intercediera por su libertad cuando se entrevistara con su colega cubano, Raúl Castro, y su hermano mayor, Fidel.
"Nos relacionamos con Gobiernos y, cuando tenemos sensibilidades en algunas cuestiones, procuramos resolverlas de otra manera. Un discurso del presidente Lula hubiera sido muy bueno para salir en la prensa y ser festejado, pero tendría una eficacia extremadamente pequeña cuando no negativa", opinó.
La postura de Lula sobre Cuba ha sido tachada de "cínica" por la comunidad opositora exiliada en Miami (EE.UU.), sobre todo por el supuesto bajo perfil de su posición sobre la muerte de Zapata Tamayo.
Sin embargo, según el asesor presidencial, "tomar partido sería una situación contraproducente" y citó todas las políticas de los Estados Unidos, que "no resolvieron nada" y "agravaron la situación de Cuba, no solo de cien disidentes, sino de millones de personas".
García comentó que "evidentemente el régimen de Cuba no es un paradigma" para Brasil, que tiene "otro modelo y otro camino", pero insistió en que su Gobierno cree que para tratar de mejorar los derechos humanos en la isla hay que llevar negociaciones discretas.
"Todo el que fue a Cuba a dialogar con exigencias fracasó. Los cubanos no quieren eso pues, mucho más que socialistas, son nacionalistas", continuó.
El asesor defendió que Brasil tiene "una posición inflexible de defensa de los derechos humanos" y reiteró que busca "resolver esas cuestiones en foros multilaterales y no en procedimientos selectivos".
Para García, "las negociaciones tienen que tener otras bases y un carácter discreto" y aseguró que a pesar de que Lula no ha hecho declaraciones estridentes sobre la muerte de Zapata, ésta fue "tratada" en la isla, aunque "con discreción".
El funcionario también se pronunció sobre otra carta que escribieron esta semana a Lula opositores al régimen comunista y que, según uno de ellos, no fue recibida en la embajada de Brasil en La Habana por falta de firmas de los remitentes.
Sólo "fue entregado un papel sin firma alguna", dijo García, y señaló que "el presidente no puede reaccionar sobre cualquier documento".
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño aprobó ayer un "voto de solidaridad" con los "presos de conciencia" cubanos, en medio de críticas a Lula por descalificar las huelgas de hambre de los presos políticos de la isla y compararlos con los delincuentes comunes detenidos en las cárceles brasileñas.
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