Fariñas, «estable», pero ingresado en cuidados intensivos

El disidente ha perdido ya más de 12 kilos desde que comenzara su huelga de hambre el día que enterraron a Zapata.

Guillermo Fariñas lo tiene claro: hasta que el régimen castrista no excarcele a 26 presos políticos que se encuentran gravemente enfermos, no va a probar bocado. Su huelga de hambre y sed no finalizará, en palabras de su médico personal, «mientras no exista una negociación». Ismely Iglesias está muy preocupado por su paciente, pese a que ayer «ya estaba estable y consciente, no corre peligro». El periodista y psicólogo de 48 años se encuentra ingresado en el hospital Arnaldo Milian Castro, pues durante la noche del jueves perdió el conocimiento.

«Está muy deteriorado físicamente, el día que lo ingresaron –que llevaba 17 días– había perdido 28 libras (unos 12,7 kg)», cuenta Iglesias a LA RAZÓN ,quien reconoce que su estado es crítico y, de seguir así «este hombre se va a convertir sólo en piel y huesos, ya no tiene grasa y apenas músculo, de hecho se está fagocitando».

El doctor Iglesias espera que Fariñas logre su cometido, aunque le preocupa el estado de salud de su compañero. De momento, «le están hidratando en el hospital, en cuidados intensivos». Sin embargo, el temor de este facultativo es que tenga una infección urinaria. «El jueves no pudo orinar, pero como ahora lo están hidratando, esperamos que no tenga una infección».

Más propaganda castrista

Guillermo Fariñas comenzó su huelga cuando le prohibieron asistir al funeral del disidente Orlando Zapata en Banes. Una vez más ha sido tachado de «delincuente común»; esta vez la propaganda castrista ha venido de las declaraciones de Adelaida Guevara, la hija del Che. «Normalmente un preso hace huelga de hambre para conseguir su libertad. Pero éste quería televisión, teléfono y cocina. Eso es absurdo. Debería haber sido tratado por psiquiatras», dijo Guevara en San Salvador, Brasil. Cabe recalcar que Zapata comenzó su huelga de 86 días, según su propia madre, Reina Luisa Tamayo, porque «quería que le trataran como un prisionero de conciencia» ya que, entre otras cosas, dentro de la cárcel le aumentaron la pena 30 años más.

Al preguntarle a Licet Zamora, portavoz de Fariñas, si el periodista está saliendo en los medios cubanos, Zamora es explícita: «En este país quien opina o piensa de manera contraria al régimen es un delincuente.Ya puedes ser un buen profesional, que si no compartes su ideología no estás cuerdo ni sano». La portavoz del disidente explica que Fariñas era muy conocido, sobre todo en su localidad; sin embargo sólo el diario «Granma» le dedicó un artículo hace cuatro días en el que le acusaba de delincuente.

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