BUENOS AIRES (AFP) - El juicio contra el ex marino Alfredo Astiz y otros militares volvió a enfrentar el jueves a víctimas de la dictadura argentina con familiares de los acusados, en torno a la figura del escritor y periodista Rodolfo Walsh, cuya desaparición se ventila en este proceso
Además de ser un reconocido autor e investigador, Walsh escribió una célebre Carta Abierta a la Junta Militar el 24 de marzo de 1977, cuando se cumplía un año del golpe de Estado, en la que denunció el terrorismo de Estado e incluso mencionó los crímenes en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que se transformaría en el más emblemático campo de exterminio de la dictadura.
En la carta, también se refirió al asesinato en Buenos Aires del general chileno Carlos Prats y de los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, así como al modelo económico neoliberal puesto en marcha por el entonces ministro de Economía José Martínez de Hoz.
"Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror", enumeraba Walsh ya en 1977, cuando muchos decían desconocer los crímenes de la dictadura, que dejó 30.000 desaparecidos, según entidades humanitarias.
Al día siguiente de escribir su Carta Abierta, el autor de "Operación masacre" y "¿Quién mató a Rosendo?" la envió por correo a varios medios, poco antes de ser interceptado en pleno centro de Buenos Aires por un comando de la ESMA.
Tras resistirse con un arma que llevaba encima, Walsh, que había integrado la agrupación guerrillera peronista Montoneros, fue herido de muerte. Pero su cuerpo que según sobrevivientes fue visto en la ESMA, nunca apareció.
La lectura completa de la célebre Carta durante la audiencia judicial del jueves, arrancó los aplausos de familiares de las víctimas, sobrevivientes y miembros de organismos humanitarios, que fueron reprendidos por los jueces.
En tanto, en las puertas de los tribunales del barrio porteño de Retiro, donde se ventila parte de los crímenes de la ESMA, familiares y allegados de los acusados habían colocado afiches que aludían a Walsh como "asesino y terrorista montonero", asegurando que esa es "la otra cara" del periodista que participó de la fundación de la agencia cubana de noticias Prensa Latina.
Los afiches apuntaron además contra el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, un ex defensor de presos políticos, a quien calificaron como el "Bin Laden de los 70", entre otros funcionarios aludidos.
Los carteles llevaban la firma de la "Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos en Argentina", como se autocalifican los militares que están siendo juzgados por crímenes de lesa humanidad.
"Las agresiones son obra de los mismos fascistas que torturaron, mataron e hicieron desaparecer a 30.000 argentinos y ahora ven que les llegó la hora de pagar sus deudas con la Justicia por sus atrocidades", declaró sobre los afiches el ministro de Justicia, Julio Alak.
La justicia argentina lleva adelante varios juicios por crímenes de lesa humanidad contra responsables y miembros de los campos de concentración montados durante la dictadura en Argentina (1976-1983).
Sulamérica Trânsito
Sphere: Related Content