Núñez dijo que Zelaya viajará en calidad de huésped a República Dominicana junto con Fernández, cuando el mandatario dominicano asista a la toma de posesión de Lobo.
Sin aclarar si acepta o no la propuesta, Zelaya reconoció a Fernández, en un comunicado enviado a la AP, "su contribución para alcanzar este acuerdo, el cual me permite mantener mi dignidad y la investidura que me otorgó el pueblo y fortalece el marco de diálogo para la democracia".
Aseguró que en los 122 días de resistir en la embajada de Brasil "rodeado por militares, sometido a vejámenes y torturas junto a mi familia... continúo diciendo no al retorno de las castas militares, no a las dictaduras, jamás golpes de Estado".
Al arribar a Tegucigalpa, Lobo dijo que firmó el acuerdo con Fernández porque "ya basta de tanto sufrimiento de nuestro pueblo por diferencias políticas... y los que más sufren son los más pobres".
Fernández reconoció al gobierno electo de Lobo y pidió a la comunidad internacional levantar las sanciones contra Honduras, que fue expulsada de la OEA a raíz del golpe de Estado.
Fernández y Lobo firmaron el "Acuerdo para la Reconciliación Nacional y el Fortalecimiento de la Democracia en Honduras", en el que Lobo se compromete a encabezar un gobierno participativo, sin persecución política y una amnistía que auspicie la unidad social.
El gobernante dominicano se mostró esperanzado en que otros gobiernos también reconozcan las nuevas autoridades hondureñas, sobre la base de que este es un retorno a la democracia y reconocido por todos los sectores políticos de esa nación.
Señaló que "Zelaya ha estado de acuerdo, entendemos nosotros, que desde la República Dominicana podemos aportar para que Honduras vuelva a la paz, a la convivencia civilizada y que eso sea la base de su progreso, de su prosperidad y el bienestar de su población".
Lobo informó luego de tomar posesión del cargo que acompañará al mandatario dominicano a visitar en la embajada de Brasil a Zelaya, quien se trasladará junto a su familia hacia la isla.
Adelantó que el presidente de facto Roberto Micheletti y el mandatario derrocado no participarán en la ceremonia de posesión debido a que la Constitución establece que es el presidente del congreso quien juramenta al nuevo mandatario.
Micheletti no asesorará a Lobo en Honduras
El presidente de facto Roberto Micheletti dijo el martes que no acepta figurar en una lista de asesores propuesta por el mandatario electo si en ella figura el derrocado mandatario Manuel Zelaya.
El presidente electo Porfirio Lobo anunció el lunes que integrará un consejo de asesores en el que incluirá a los ex presidentes Roberto Suazo Córdova (1982-1986), Rafael Leonardo Callejas (1990-1994), Carlos Flores Facussé (1998-2002), Ricardo Maduro (2002-2006), Zelaya (2006-2009) y a Micheletti.
Micheletti dijo, tras participar en un acto oficial para despedirse de los empleados de la casa presidencial, que no está dispuesto a integrar un consejo en el que participe el mandatario derrocado.
"Sólo lo asesoraré (a Lobo) si él me llama por separado, pero nunca estaré junto a Zelaya", añadió el gobernante de facto que fue designado por el congreso tras el golpe del 28 de junio.
Agregó que espera que el nuevo mandatario haga durante los primeros seis meses de gobierno los contactos para que Honduras vuelva a la comunidad internacional.
La canciller mexicana Patricia Espinosa dijo el martes que aún se analiza si alguna representación mexicana acudirá a la toma de posesión de Lobo prevista para el 27 de enero.
La diplomática dijo que tampoco se ha tomado una determinación sobre el reconocimiento al nuevo gobierno.
"En este momento creemos que es prematuro pronunciarnos al respecto", señaló en rueda de prensa.
La OEA expulsó a Honduras tras el golpe de Estado y aún no reconoce el régimen de Micheletti.
El ministro de la Juventud, Luis Ortez, y la titular de Cultura, Mirna Castro, informaron el martes que Estados Unidos les revocó sus visas de entrada a ese país.
"Recibí una nota de la embajada norteamericana en la que me comunicaron que ya no tenía visa y que entregara el pasaporte", dijo Ortez a la radioemisora HRN.
Castro dijo sentirse "desconcertada y molesta" y le dio la "bienvenida" a la medida estadounidense "si Washington lo hace por defender la democracia de mi país porque la libertad de Honduras no tiene precio", afirmó.
En siete meses, Estados Unidos ha revocado sus visas a al menos 1.200 funcionarios públicos importantes, según dijo a AP el ministro de Información de Micheletti, René Zepeda.
Los militares derrocaron a Zelaya y lo enviaron al exilio a Costa Rica. Regresó a Tegucigalpa el 21 de septiembre y se refugió en la embajada de Brasil, donde aún se encuentra. Ha afirmado que al asumir Lobo decidirá si se asila o se queda en Honduras.
Lobo advirtió que arribará al gobierno "con responsabilidad y sin buscar culpables de los problemas del pasado, y me apoyaré de un consejo asesor integrado por ex gobernantes y líderes de los sectores más representativos de la sociedad".
Zelaya decidirá en 10 días si se va o no
El derrocado presidente Manuel Zelaya decidirá el 27 de enero, cuando Porfirio Lobo asuma el poder, si pide asilo o se queda en Honduras, informó el domingo uno de sus colaboradores.
"Anunciará su decisión con la convicción de que hasta ese día es el presidente del país", dijo Tomé a Radio Globo.
Zelaya, quien desde hace casi cuatro meses está refugiado en la embajada brasileña de Tegucigalpa, "no claudicará en defender sus derechos y los del pueblo hondureño", añadió.
Tomé, asesor legal de Zelaya, aseguró que el gobernante defenestrado "determinará el día de la toma de posesión de Lobo si pide asilo en el exterior o se queda en Honduras". Zelaya no reconoce a Lobo ni tampoco las elecciones de noviembre de las que surgió.
Para esa fecha las autoridades han advertido que temen un atentado en contra de alguna personalidad hondureña, que no identificaron, por parte de grupos tampoco identificados.
"Tenemos informaciones que se planifican atentados en 10 días, cuando asuma el nuevo gobierno, financiados por grupos interesados en desestabilizar el país", afirmó el jefe policial, Danilo Orellana.
Destacó que al menos 2.000 policías resguardarán la transmisión presidencial. En otras ocasiones sólo 800 elementos policiales han sido designados para cubrir el evento.
En la víspera, el presidente de facto Roberto Micheletti manifestó su preocupación ante posibles atentados en su contra una vez que deje el cargo.
Lamentó que "son muchos los enemigos de la democracia... y no temo a los miembros del Frente Nacional de Resistencia (simpatizantes de Zelaya) sino a los sicarios extranjeros pagados por (el presidente venezolano) Hugo Chávez o por cualquier otro enemigo de la paz".
"Hemos confirmado que un ciudadano de Venezuela hizo una oferta de pagar un millón de dólares para asesinarme", denunció.
El congreso designó a Micheletti el 28 de junio de 2009, luego que los militares depusieron y enviaron al exilio a Costa Rica a Zelaya, y desde ese momento ha desafiado las presiones externas para que dimita.
La comunidad internacional mantiene aislada a Honduras, a la que suspendió su ayuda financiera, desde que la Organización de los Estados Americanos (OEA) retiró de su seno al país a consecuencia del golpe.
La fiscalía ha procesado a los siete comandantes de las fuerzas armadas por extraditar a Zelaya.
Lobo, líder del opositor Partido Nacional y ganador de los comicios de noviembre, solo es reconocido por Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Panamá y Perú.
El secretario general de la OEA José Miguel Insulza anunció en una reciente visita a Costa Rica confirma que el organismo enviará una misión a esta capital después de los actos de toma de posesión de Lobo para analizar un eventual levantamiento de las sanciones que impuso a Honduras.
Zelaya critica a Lobo por impulsar amnistía
El derrocado presidente Manuel Zelaya criticó el lunes al mandatario electo Porfirio Lobo por impulsar una amnistía política para favorecer a los involucrados en el golpe de estado de junio de 2009 que lo expulsó del poder.
"?De quién es esa iniciativa (de aprobar la amnistía)?", se preguntó Zelaya en una entrevista a radio Globo. "No es de la comunidad internacional, como lo pregona Lobo, eso no es cierto".
Indicó que "es una intención de los golpistas para querer engañar al mundo que condena mi destitución y no reconoce el gobierno de facto de (Roberto) Micheletti".
Acusó asimismo a la Corte Suprema, la fiscalía y el congreso de "conspirar contra mí al dar el golpe" y denunció que "una burguesía ha tomado el poder en Honduras para controlar el sistema financiero nacional y convertirse en verdugo de su propio pueblo... y eso no quedará impune ni se puede ocultar".
Advirtió que "la Corte Penal Internacional (de las Naciones Unidas) conoce el caso... y actuará en su momento".
El presidente defenestrado dijo que "el pueblo se está organizando para impedir que la amnistía la apruebe el congreso".
Informó que el 27 de enero, cuando Lobo asuma para una gestión de cuatro años, "el pueblo marchará en todo el país a fin de protestar por el cinismo y la falta de vergüenza de la clase gobernante que ha convertido en sus sirvientes a los poderes del estado".
Destacó que "los hondureños resienten la idea de olvidar lo que ocurrió el 28 de junio (cuando fue derrocado) y está dispuesto a cambiar la estructura social para vivir en un clima de equidad social".
Sostuvo además que "como no he cometido ningún delito, no quiero la amnistía".
El presidente costarricense Oscar Arias, que fue mediador en la crisis política hondureña, incluyó el tema de la amnistía en la Declaración de San José que presentó a la consideración de Zelaya, Micheletti y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En esa oportunidad Arias expresó que sólo así se lograrían zanjar las diferencias causadas antes y después del derrocamiento de Zelaya, y fortalecer la democracia hondureña.
Pero el asunto fue dejado de lado en el Acuerdo Tegucigalpa-San José firmado el 30 de octubre por las partes en conflicto.
Lobo, líder del opositor Partido Nacional y ganador de las elecciones generales de noviembre, dijo el sábado en rueda de prensa que "el mundo pide al unísono una muestra clara de voluntad política de los hondureños, lo que incluye el derecho a la amnistía", tras indicar que "de esa manera quedaremos bien con la comunidad internacional y se restablecerán los lazos de amistad con todos los países".
La OEA expulsó de su seno a Honduras en julio del 2009 luego que los militares sacaron a punta de pistola de su residencia a Zelaya y lo expulsaron a Costa Rica. Sin embargo, él retornó subrepticiamente el 21 de septiembre a Tegucigalpa para refugiarse en la embajada brasileña, donde aún se encuentra.
El asunto lo comenzará a debatir el congreso el martes a petición de Lobo y beneficiará a numerosos jefes militares encausados la semana por la fiscalía por extraditar a Zelaya.
Inicialmente la legislatura lo conocería el lunes, pero el tema se postergó un día para lograr más consenso popular, adujo el secretario de la legislatura, Carlos Lara.
Lobo aboga por amnistía política a autores del golpe
El presidente electo Porfirio Lobo dijo el sábado que una amnistía política para los protagonistas del golpe de Estado que derrocó al mandatario Manuel Zelaya agradará a la comunidad internacional y traerá la paz a Honduras.
"El mundo pide al unísono una muestra clara de voluntad política de los hondureños, lo que incluye el derecho a la amnistía", afirmó Lobo, líder del opositor Partido Nacional y ganador de las elecciones generales de noviembre.
Señaló que "de esa manera quedaremos bien con la comunidad internacional y se restablecerán los lazos de amistad que tenemos con todos los países. A todos nos interesan muchísimo la relación con Estados Unidos, la Unión Europea, con los hermanos centroamericanos, con Canadá y otras naciones", declaró Lobo en rueda de prensa.
Informó asimismo que "es importante que el Estado otorgue el perdón a todos" los involucrados con la defenestración de Zelaya, tras advertir que "quien quiera podrá renunciar a la amnistía porque ése es su derecho... y la situación traerá la paz a la nación y resolverá los problemas que enfrenta el pueblo".
La amnistía la comenzará a debatir el congreso el lunes a petición de Lobo y beneficiará a numerosos jefes militares encausados esta semana por la fiscalía por extraditar a Zelaya.
La Organización de los Estados Americanos expulsó de su seno a Honduras en julio del 2009 luego que los militares sacaron a punta de pistola de su residencia a Zelaya y lo expulsaron a Costa Rica.
El destituido presidente sin embargo retornó subrepticiamente el 21 de septiembre a Tegucigalpa para refugiarse en la embajada brasileña, donde aún se encuentra.
Lobo, que asume el 27 de enero, dijo que su gobierno "dará la seguridad necesaria" tanto al presidente de facto Roberto Micheletti como a Zelaya "porque es un derecho que por ley les corresponde a ambos".
Zelaya califica de truco juicio contra militares golpistas
El derrocado presidente Manuel Zelaya calificó el jueves de truco de los golpistas la decisión de la fiscalía de enjuiciar a los militares que en junio lo sacaron de su casa en pijamas a punta de pistola y lo expulsaron a Costa Rica.
"Es un acto para lograr la impunidad de los militares y que los autores materiales e intelectuales del golpe de estado evadan el castigo de la justicia", afirmó Zelaya en una declaración enviada a la AP desde la embajada brasileña donde se encuentra desde hace más de tres meses.
"Es un truco y una nueva estratagema del fiscal el acusar a los militares de un delito menor, como abuso de autoridad y no por los delitos graves que cometieron: traición a la patria, asesinato, violar derechos humanos y torturar al pueblo", afirmó.
Recordó que "es un hecho público notorio y de conocimiento internacional que el 28 de junio (cuando fue derrocado) los militares asaltaron mi casa a balazos, me secuestraron y me desterraron".
El fiscal general Luis Alberto Rubí solicitó el miércoles a la Corte Suprema ordenar la detención de los seis miembros de la Junta de Comandantes de las fuerzas armadas encabezada por el general de división de cinco estrellas Romeo Vásquez, por abuso de autoridad y para el cual la ley establece una pena de entre 3 y 4 años de prisión.
Vásquez dijo el jueves a la cadena local de radio HRN que "sólo cumplimos órdenes... no vamos a huir del país porque no deseamos dar un mal ejemplo a nuestros subalternos y al pueblo".
Informó que "creemos en la justicia hondureña, no somos asesino sino soldados y patriotas. Y nos pueden acusar de muchas cosas pero somos inocentes y al final la verdad relucirá".
El presidente de la Corte Suprema, Jorge Rivera, fue designado para conocer el caso.
Según el gobierno de facto, los militares acataron la orden de captura contra Zelaya que en su momento emitió la Corte Suprema por intentar convocar a una constituyente.
El Estado Mayor Conjunto lo integran los generales Javier Prince, jefe de la fuerza aérea; Miguel García Padgett, jefe del ejército, y Juan Pablo Rodríguez, de la fuerza naval. También Venancio Cervantes y Carlos Cuéllar.
El hecho se produce en momentos en que el congreso se dispone a debatir el lunes dos iniciativas del presidente de facto Roberto Micheletti vinculadas a otorgar amnistía política a todos los protagonistas del golpe de estado y retirar a Honduras de la Alianza Bolivariana para las América (Alba), a la cual Zelaya adhirió en 2008.
Unos 1.000 miembros del Frente de Resistencia Contra el Golpe que respalda a Zelaya recorrieron el jueves las principales calles de la capital para apoyar la adhesión a Alba y se apostaron por dos horas frente al Palacio Legislativo.
El líder de los zelayistas Juan Barahona dijo a la AP que "el inminente retiro de Alba evidencia que el golpe de estado fue realizado para detener las urgentes transformaciones estructurales de la sociedad y mandar un mensaje negativo a los pueblos latinoamericanos que construyen proyectos sociales progresistas".
Micheletti ha justificado el golpe diciendo que Zelaya se desvió de la ideología de su partido Liberal y abrazó el socialismo del siglo XXI que impulsa el presidente venezolano Hugo Chávez.
¿Qué pasará con Manuel Zelaya?
España y Brasil figuran entre los países más mencionados para recibir en un virtual exilio al depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya, luego de que la crisis política en ese país "ha muerto por inanición", señaló hoy el diario El País.
La muerte por inanición ocurrió tras las elecciones del pasado domingo, en que los hondureños eligieron prácticamente con normalidad como su próximo mandatario a Porfirio Lobo, y la decisión del Congreso de ratificar la salida de Zelaya del Ejecutivo, añadió.
Recordó que primero fue Estados Unidos el que reconoció las elecciones, y ahora voces como la del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, aseguran que a partir de excepciones circunstancias el voto también genera democracia.
La Unión Europea (UE) decidirá la próxima semana su posición sobre la victoria de Lobo, quien se ha comprometido a un gobierno de unidad nacional, a trabajar por la reconciliación y a promover el regreso de los embajadores latinoamericanos y europeos.
El problema es ahora del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y del propio Zelaya, mientras que el principal perdedor, además del depuesto, es el mandatario venezolano Hugo Chávez.
"Ha habido ya discretos contactos para ver qué país acoge al líder depuesto hasta que pueda volver a Honduras con plena libertad de movimientos, y tanto Brasil como España figuran en todas las quinielas", aseguró.
"El mensaje indiscutible del sufragio de los hondureños, hartos de una crisis interminable, es una petición a la comunidad internacional para que reconozca la nueva realidad del país centroamericano", indicó por último el diario.
Me quedo hasta enero dice Micheletti
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, confirmó hoy que permanecerá en el poder hasta el próximo 27 de enero, cuando terminaba su periodo de cuatro años el depuesto mandatario Manuel Zelaya Rosales.
"Desde luego que sí me quedo porque a mi eligió el Congreso Nacional y anoche el Congreso Nacional ratificó mi estadía hasta el 27 de enero", declaró Micheletti al referirse a que el Parlamento ratificó el decreto que lo nombró en sustitución de Zelaya en junio pasado.
Luego de la decisión del Parlamento de no restituir a Zelaya en el poder, había la duda de que Micheletti podría abandonar la Casa Presidencial.
El Congreso Nacional tiene 128 diputados, de los cuales la mayoría ratificó el decreto emitido el 28 de junio que separa del cargo a Zelaya por acusaciones de haber violado la Constitución.
Ese día Zelaya fue sacado violentamente de su vivienda en Tegucigalpa y trasladado por militares en pijama a Costa Rica, en un golpe de Estado que fue condenado internacionalmente y provocó la suspensión de Honduras de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Congreso hondureño vota contra Zelaya
La mayoría del Congreso hondureño votó el miércoles para ratificar el decreto del 28 de junio que ordena la destitución del presidente Manuel Zelaya, sacudiéndose la presión internacional tras un golpe de Estado que ha dejado aislado al país.
La votación en el Congreso aún no termina, pero más de dos terceras partes de los diputados han sufragado en favor de ratificar el decreto de destitución.
"Prácticamente se muestra que hay una voluntad de continuar con el golpe de Estado... desconocieron el acuerdo Tegucigalpa-San José", dijo a la AP la diputada Gladys del Cid, del Partido Liberal.
Aunque ese acuerdo, auspiciado por Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos, estipulaba que el Congreso debía votar sobre la restitución del depuesto mandatario, el jefe de bancada del Partido Nacional, Rodolfo Irías, presentó una moción para que los diputados votaran sobre si ratificaban el decreto de destitución.
Ese decreto, el 141-2009, estipula que "el accionar irregular del señor José Manuel Zelaya, es suficiente motivo para que este congreso proceda a reprochar su conducta". Además, le acusa de "reiteradas violaciones a la constitución y las leyes y la inobservancia de las resoluciones y sentencias de los órganos jurisdiccionales". No especifica cuáles.
Zelaya y el presidente de facto Roberto Micheletti firmaron el acuerdo de Tegucigalpa-San José para poner fin a la crisis política. En el quinto punto el acuerdo dejó en manos del Congreso la restitución del presidente.
Corte dice no a restitución de Manuel Zelaya
La Corte Suprema de Justicia hondureña determinó que el derrocado presidente Manuel Zelaya no deberá ser restituido en el poder mientras tenga ordenes de captura en su contra.
Dicha opinión fue entregada el jueves al Congreso para que ese organismo la considere en la votación del 2 de diciembre en la que decidirán si Zelaya puede o no volver al cargo del que fue depuesto por un golpe de estado el 28 de junio.
"Es lo mismo que dijo la Corte el 21 de agosto, mientras tenga cuentas pendientes con la justicia no puede regresar al poder", dijo el jueves el vocero de la Corte Suprema de Justicia a la AP, Danilo Izaguirre.
La decisión fue tomada el miércoles con el voto de 14 de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Hay ordenes de captura pendientes contra Zelaya por delitos supuestamente cometidos al convocar a una consulta sobre si los hondureños estaban de acuerdo o no con elegir diputados a una asamblea nacional constituyente en las elecciones del 29 de noviembre.
La opinión de la CSJ es la última de cuatro que el Congreso requirió para votar sobre el tema. Es la única cuyo contenido se conoce ya que la fiscalía, la Procuraduría General de la Nación y el Comisionado de Derechos Humanos no revelaron cual fue su dictamen.
Los hondureños votarán para elegir un nuevo presidente el próximo domingo, elecciones con la que el gobierno de facto y los candidatos presidenciales esperan se solucione la crisis.
A continuación un breve resumen de los últimos acontecimientos de las crisis hondureña:
28 de junio 2009: Comandos del ejército detienen en su casa al presidente Manuel Zelaya y lo expulsan a Costa Rica. El Congreso otorga el cargo a su presidente, Roberto Micheletti.
29 de junio: Zelaya anuncia desde San José su intención de regresar a Honduras, pese a que las autoridades de facto amenazan con apresarlo. Los países miembros del ALBA, del Sistema de Integración Centroamericana y el Grupo de Río acuerdan aislar política, diplomática y comercialmente al gobierno de Micheletti.
30 de junio: Asamblea general de la ONU aprueba una resolución que pide el restablecimiento de Zelaya.
1 de julio: La OEA aprueba una resolución en la que exige la restitución de Zelaya.
5 de julio: Las autoridades impiden el aterrizaje en el aeropuerto internacional de Tegucigalpa de un avión venezolano que transporta a Zelaya con el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicarag?ense Miguel D'Escoto.
7 de julio: Al recibir a Zelaya en Washington, la secretaria estadounidense de Estado Hillary Clinton anuncia que el presidente costarricense Oscar Arias mediará en la crisis.
12 de agosto: El presidente brasileño Lula da Silva recibe a Zelaya en Brasilia.
21 de septiembre: Zelaya regresa sorpresivamente a Tegucigalpa y se refugia en la embajada de Brasil. Micheletti da por concluida la mediación de Arias.
27 de septiembre: El gobierno de facto suspende libertades constitucionales.
16 octubre: Zelaya y Micheletti discrepan sobre si el Congreso o la Corte Suprema de Justicia deben decidir la restitución del presidente depuesto. Se suspenden las negociaciones.
23 de octubre: El gobierno de facto anuncia el fin de las negociaciones y culpa a Zelaya del fracaso del diálogo.
28 octubre: Una delegación encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina de Estados Unidos, Thomas Shannon, arriba a Tegucigalpa para impulsar las negociaciones.
29 de octubre: Las comisiones negociadoras firman el Acuerdo Guaymuras o Tegucigalpa-San José que posibilita la restitución de Zelaya en el poder.
30 de octubre: Los negociadores presentan ante el Congreso el acuerdo para restituir en el cargo a Zelaya.
4 de noviembre: Zelaya pide a Washington que aclare si apoya o no su restitución a la presidencia, a un día antes de la fecha señalada para que se instale el gobierno de unidad surgido de los acuerdos a la crisis política.
7 de noviembre: Una comisión de la OEA intenta sin éxito la dura tarea de resucitar lo pactado luego de las desavenencias entre Zelaya y el gobierno de facto para crear un gobierno de unidad.
10 de noviembre: El subsecretario estadounidense adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, trata de salvar el Acuerdo Tegucigalpa-San José y arriba a Tegucigalpa en misión oficial de dos días.
12 de noviembre: Zelaya acusa a Estados Unidos de cambiar de posición "a ultima hora", luego que el enviado norteamericano Craig Kelly dice en Tegucigalpa que las elecciones planeadas para el 29 de noviembre son "parte de la solución" a la crisis institucional.
14 de noviembre: Zelaya, en una carta dirigida al presidente estadounidense Barack Obama, le comunica que no aceptará ningún acuerdo de retorno a la presidencia si para ello tiene que avalar las elecciones que, según dijo, legitiman el golpe de estado.
19 de noviembre: Micheletti anuncia que se ausentará temporalmente por una semana de la presidencia de facto para que los hondureños puedan centrar su atención en los comicios.
24 de noviembre: Micheletti califica de "vil mentiroso" al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a quien acusa de estar al servicio del presidente venezolano Hugo Chávez.
25 de noviembre: Micheletti se retira temporalmente del cargo y anuncia que retornará el 2 de diciembre, cuando el Congreso tiene previsto resolver si la restitución de Zelaya al poder.
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