![[Valid Atom 1.0]](valid-atom.png "Validate my Atom 1.0 feed")
BBC MUNDO RADIO
Por Yesid Toro Meléndez, reportero de El País
|
Wilfredo Manuel Beltrán Ramírez es un estafador de corazones. Uno que, como picaflor, va de país en país, de ciudad en ciudad robando amores, engañando y vaciando cuentas bancarias de las incautas novias y esposas que consigue en el camino.
Es el mismo que en Perú, su país de origen, contrajo matrimonio cinco veces, tres de ellas con colombianas. El mismo que en Barranquilla, Cartagena, Cali y Roldanillo, según la Fiscalía, se aprovechó de la devoción de sus enamoradas para llevárseles grandes sumas de dinero, no sin antes dejarles varios golpes y fracturas como recuerdo de su inefable amor.
Versado, bien vestido y finalmente perfumado, así es Wilfredo. Cautiva a las damas –todas mayores de 40 años- cuando dice a través de las redes sociales de Internet que es piloto, que es franco-peruano, que quedó viudo porque su esposa y sus dos hijas murieron en París y que perteneció a la legión francesa. Con ese discurso, este hombre de 58 años de edad timó quizás a decenas de mujeres en varios países. Finalmente fue una abogada de Roldanillo quien decidió denunciarlo. Ella, al hablar, le puso punto final a años de argucias y timos del peruano.
Con la captura de Beltrán, el pasado 7 de enero por parte de la Policía, quedó al descubierto el ‘modus operandi’ de uno de los estafadores y polígamos más buscados en Perú, que no sólo las engañaba sino que también las maltrataba. Wilfredo tiene dos denuncias por violencia intrafamiliar. Ahora, enfrenta un proceso por extorsión, por el que le fue dictada una medida de aseguramiento y permanece recluido en la Cárcel Municipal de Roldanillo.
En Colombia cometió otras fechorías. Según la Fiscalía, en Barranquilla, Wilfredo Beltrán fue denunciado por hurto en el 2008, luego de que se llevara una alta suma de dinero de una de sus conquistas. En esa misma ciudad, una mujer que no reveló su nombre aseguró que Beltrán se le llevo $50 millones, tras hacerle hipotecar su casa. En Cali le figura ante la Fiscalía una denuncia por violencia intrafamiliar y una acción similar fue interpuesta en su contra en el 2007 en Cartagena.
En todas las denuncias, sus víctimas relatan lo mismo: que las contactó por Internet, que era muy tierno y galante al principio, pero que luego las amenazaba, les pedía dinero y las golpeaba. Todas ellas tienen una buena posición económica y social; son viudas prestantes y adineradas que por esa condición no hablan públicamente de sus decepcionantes experiencias amorosas con el peruano. Un detalle: a todas Wilfredo les decía dos frases: mi amor, puedes llamarme ‘Willi’ y “los 50 son la edad para amar”.
Polígamo y estafador en Perú
En Perú, por su parte, la Fiscalía Provincial Penal 55 de Lima investiga a Wilfredo Beltrán por bigamia y por haber faltado al principio de veracidad contra la fe pública en la modalidad de falsedad ideológica.
En su país, ‘Willi’ se casó cinco veces, siempre decía que era soltero y presentaba antes de contraer nupcias sus respectivos certificados, aun cuando era un hombre casado. A todas les decía: “soy empresario de envases de cerveza”.
A finales del 2006, cuando descubrieron su engaño, salió del Perú acosado por los medios de comunicación que lo denunciaron.
La Fiscalía en Colombia descubrió que Wilfredo ingresó al país por vía aérea y que ha salido varias veces hacia el Perú, por mar, zarpando desde Buenaventura y desembarcando en el puerto de El Callao, en el país inca.
Beltrán llegó a Colombia en el 2006, luego de que conociera por Internet a Adriana Álvarez, una mujer que residía en Bogotá y que viajó a Lima ese año cegada por los encantos de su novio virtual. Con ella, Beltrán contrajo sus quintas nupcias.Su primer matrimonio, y el único realmente legítimo, lo contrajo con la peruana Frieda Thorndike Anchorena, a finales de los años 70.
En el 2006 esta mujer quiso acabar con esa unión, pero se dio cuenta que el nombre de Wilfredo Beltrán aparecía en otras tres actas matrimoniales con señoras distintas, radicadas en 1989, 1997 y 2006. Todas estas bodas se celebraron en ciudades diferentes.
Galán y verdugo
Su última esposa, Adriana Álvarez, cuenta que “él se instaló conmigo en Bogotá, pero pasó de ser una oveja a un lobo. Me sacó más de $32 millones, era muy agresivo, amante del licor y grosero. Me separé de él porque un día me fracturó un brazo. Luego traté de denunciarlo aunque no pude, él me amenazaba”, relató Adriana, quien asegura que esta situación la obligó a salir hacia México, donde ahora reside.
El timador viajó luego por varias ciudades hasta que el 7 de noviembre del 2009 llegó a Roldanillo. Allí se hizo amigo de la ‘crema y nata’ de ese municipio, enamoró a varias mujeres y hasta montó un negocio cuyo nombre nunca olvidarán sus admiradoras: Sevichería Peruana, El Callao. Y no lo olvidarán, porque a ese establecimiento llevó con artimañas a unas 20 mujeres.
Llegó a Roldanillo por invitación de Amanda. Tres días de conversaciones por el HI5 bastaron para convencerla de que lo recibiera en su casa. “Él me dijo que quería poner un negocio, pero llegó y se apoderó de mi casa. Me golpeaba, decía que yo era su esposa y me presionó con amenazas para que le entregara dinero. Hasta hice un préstamo por $15 millones que aún debo a un banco. En total le entregué unos $23 millones”, contó Amanda, quien es una reconocida abogada de esta población.
En Roldanillo dicen que Wilfredo engañó de la misma manera a varias mujeres, entre ellas a una viuda dueña de un supermercado. El mismo alcalde del municipio, Jhon Willian Alba León, tuvo literalmente que cerrarle las puertas de la Alcaldía al peruano porque intentó enredar a varias mujeres.
“Hasta invitó una noche a un hotel a una de nuestras funcionarias quien, por su puesto, se negó”, dijo el mandatario.
Una vez instalado en Roldanillo, Wilfredo fue visitado por una pareja. Supuestamente eran su hermano y su cuñada. A ellos también los instaló en la casa de Amanda.
Pero esa era otra de las tantas mentiras de ‘Willi’. Los visitantes eran en realidad Diana Ramírez y Julio César Montes, ambos peruanos, quienes figuran como testigos en dos matrimonios ilegales de Wilfredo en Perú, y, según varias de las denunciantes, aparecen en escena cuando el matrimonio está a punto de consumarse.
|
La pareja estuvo desde el 24 de diciembre hasta el 9 de enero en Roldanillo, se fueron dos días después de la captura de Beltrán. Ese 7 de enero la Policía lo sorprendió junto a su sevichería.
Amanda lo había denunciado por extorsión. Ella dice que él la amenazó con contar sus intimidades sino le entregaba dinero. “Ya no lo aguantaba más, también me cogía del pelo y me arrastraba por toda la casa”, dice.
Ahora, Wilfredo está interno en la Cárcel de Roldanillo. Hasta allí llegó El País y varios medios de comunicación del Perú para hablar con él, pero no aceptó
“No voy a hablar con nadie por sugerencia de mi abogado”, dijo sentado en un despacho judicial. Aún entre rejas ‘Willi’ guarda la apariencia de un galán; vestido de pantalón de lino, camisa de algodón bien planchada y zapatos negros impecablemente lustrados.
Dato clave
Hasta el momento no se conoce si hay una solicitud del gobierno peruano para extraditar a Wilfredo. Allá enfrentaría una pena de 8 años por estafa y poligamia.
Wilfredo Beltrán podría llegar a un acuerdo con la justicia para aceptar el cargo de extorsión. La Fiscalía busca pruebas para la máxima pena: 12 años.
Lo que le espera
Sulamérica Trânsito
