CARACAS (Reuters) - El presidente venezolano, Hugo Chávez, admitió el miércoles por primera vez que podría requerir quimioterapia o radioterapia tras su operación de un tumor canceroso en Cuba, lo que le obligaría a delegar parte de sus múltiples funciones.
El Gobierno insiste en que el líder socialista de 56 años está plenamente capacitado para continuar ejerciendo la jefatura del Estado, aunque la posibilidad de un largo y agresivo tratamiento aviva las dudas sobre su condición para encabezar la campaña por su reelección en el 2012.
Mientras persiste el secretismo en torno a la salud del militar retirado, tanto él como sus ministros se han esforzado por mostrar que sigue al frente de la nación petrolera con frecuentes, aunque breves, apariciones en actos públicos desde que regresó la semana pasada de La Habana.
"Debo hacer una reunión con el Estado Mayor Médico para entrar de lleno en una segunda y a lo mejor una tercera etapa (de tratamiento), que muy probablemente requerirá la aplicación de los métodos que se conocen (..,) pudiera ser radioterapia o quimioterapia", dijo Chávez al canal oficial VTV.
Una fuente cercana al equipo médico que atiende al presidente dijo a Reuters la semana pasada que padecería cáncer de colon, lo que requiere un prolongado tratamiento.
Mientras informaciones no confirmadas sobre su salud se propagan, la oposición insiste en que los venezolanos necesitan conocer un parte médico detallado.
"No tengo el colon ni el estómago picado en cuatro pedazos, nada de eso (...) Es un cáncer, pero no como algunos quisieran", dijo el enérgico mandatario.
Sin embargo, agregó que el tumor que le extrajeron en una intervención de más de seis horas era casi del tamaño de una pelota de béisbol, lo que indica que la afección habría pasado mucho tiempo inadvertida.
BAJANDO EL RITMO
Tras ratificar al vicepresidente, su gabinete de ministros y el alto mando militar la semana pasada; Chávez ha seguido al frente del Gobierno, pero a un ritmo visiblemente menor que sus habituales actos maratónicos y prolongados discursos diarios, especialmente en tiempos de elecciones.
El propio Chávez reconoció el miércoles que "hay que aprender a delegar", aunque sigue sin haber un sucesor claro para el proyecto socialista que abandera.
"En verdad un presidente no puede estar en eso (...) Chávez no puede ser el alcalde de toda Venezuela", dijo tras relatar sus típicas largas jornadas de trabajo y la supervisión personal de cada detalle, desde los proyectos petroleros hasta la tapadura de los huecos de las calles.
Algunos analistas pronostican que en medio de los embates de su tratamiento, Chávez continuaría gobernando por control remoto en los próximos meses, haciendo contactos telefónicos y escasas apariciones públicas, pero sin ceder el mando ni el protagonismo.
"Es muy improbable que Chávez dé un paso atrás o abandone una nueva carrera por la presidencia el año próximo, a menos que esté impedido físicamente", dijo la agencia Moody's en un reporte difundido el miércoles.
"Hasta ahora ha ofrecido varias señales de que permanecerá completamente a cargo, aun si se ve forzado a disminuir su ritmo de trabajo", agregó.
El mandatario, cuyo carisma y capacidad de comunicación lo hacen para muchos irreemplazable como líder del proyecto socialista, parece estar comprometido con su recuperación aunque se rehusa a ver los toros desde la barrera.
"Tengo rehabilitación de 4 a 5 de la tarde, pero no me perderé el juego de Venezuela ante Paraguay (...) Hoy a las 5 de la tarde tendré el tiempo reservado para el juego", dijo.
(Reporte adicional de Andrew Cawthorne, Ana Isabel Martínez y Enrique Andrés Pretel; Editado por Silene Ramírez)
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