- Contará con un motor diésel de 184 caballos y otro gasolina de 306 caballos
- Incorpora el sistema Auto Start Stop y un cambio automático de 8 velocidades
- Otras novedades son el nuevo chasis y el sistema de control dinámico de suspensión
Lanzado en 2004 y actualizado cuatro años después, es el turno de la segunda generación del BMW X3, el exitoso SUV de la marca alemana y sobre cuyo volumen de ventas (ha llegado a liderar el mercado español)nadie hubiera apostado al principio dado, por ejemplo, el pequeño diferencial que le separaba del X5.
Y justo la imagen del 'hermano mayor' es la referencia estilística que se percibe en la renovada carrocería, en la que destaca el poderoso frontal y ha perdido presencia el faldón plástico de color negro que la recorre en su totalidad. Aparte de que es un coche más grande que antes, tanto como siete centímetros a lo largo (ahora mide 4,68 metros) y otros tres a lo ancho (1,88 metros).
Unas nuevas dimensiones que permiten lograr un habitaculo más amplio en la parte trasera y aumentar la capacidad para equipajes hasta una excelente cifra de 550 litros (por los 480 de antes), que es la mejor del segmento en el que compite este modelo junto con el Audi Q5, el Volvo XC60 o el Mercedes GLK.
Abatiendo los asientos de la parte posterior, que están fraccionados en tres secciones 40/20/40, se puede llegar a los 1.600 litros, aunque no queda completamente enrasado el suelo, en el que se han previsto unos rieles que permiten distribuir mejor la carga.
Al gusto del conductor
Aunque el apartado en el que más ha avanzado el coche ha sido en la parte dinámica, como pudo comprobar en una exclusiva toma de contacto el canal de motor de ELMUNDO.es hace unas semanas. Así, el sistema de tracción total xDrive mejora el paso por curva al transmitir más fuerza a las ruedas posteriores, en cuyo eje se puede montar (como extra) un diferencial trasero.
Asimismo, este BMW es el primer SUV de la marca en llevar dirección servoasistida electromecánica (también hay otra deportiva de tacto más directo); y en poder combinar la suspensión autoadaptativa DDC con ajuste dinámico que permite seleccionar tres modos (Normal, Sport y Sport+) que también determinan la respuesta de acelerador, motor, dirección asistida, control de estabilidad y, si lo lleva, el cambio automático.
Esta es la nueva caja de ocho velocidades que BMW va incorporando a todos sus nuevos modelos y que en el X3 viene de serie con la versión gasolina xDrive35i de tres litros, seis cilindros y 306 caballos, mientras que se ofrecerá come extra para el eficiente motor diésel de cuatro cilindros dos litros y 184 caballos del xDrive20d. Este motor no sólo tiene siete caballos más que el antiguo, sino que consume un 14% menos para dejar el gasto medio en sólo 5,6 litros y las emisiones de CO2 en 149 gramos por kilómetro. Esta mecánica trae de serie cambio manual de seis marchas y, con sobreprecio, el automático.
Un 14% menos de consumo
Son las dos únicas variantes mecánicas disponibles en el momento del lanzamiento, y ambas han sido adaptadas a la estrategia EfficientDynamics, que implica el sistema de arranque y parada automáticos Start/Stop, indicador de marcha optima (solo con el manual), más recuperación de energía en las frenadas, diversos elementos ligeros y neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
Como es obvio, el equipamiento ha sido un aspecto muy reforzado, tanto el de serie como el opcional. En el primer grupo hay que incluir nueve airbags, tracción total, control de estabilidad, climatizador bizona, sistema iDrive y una pantalla multifunción de 6,5 pulgadas.
En el capítulo de los extras, el nuevo X3 puede contar con elementos como una pantalla de 8,8 pulgadas, la más grande que se ofrece en la categoría, proyección de datos en el parabrisas, luces inteligentes (incluso activan y desactivan las largas por si solas) o cámara exterior con vista desde todos los ángulos. Si el vehículo está equipado con los faros de xenón opcionales, la luz de conducción diurna está formada por anillos luminosos LED de intensa luz blanca.
El precio de venta del coche, que llegará este otoño a los concesionarios españoles es de 42.900 euros en el diésel y 59.200 euros en el gasolina. En relación a la potencia ofrecida y a la competencia, son precios razonables.