AFP/GettyImages Jorge Alberto Orellana, periodista hondureño, fue asesinado de un tiro en la cabeza. |
22 de Abril de 2010
TEGUCIGALPA - Un hombre asesinó de un disparo en la cabeza la noche del martes al periodista Jorge Orellana, informaron las autoridades sobre la quinta muerte violenta de un informador en casi dos meses en Honduras.
"Un desconocido lo emboscó" en la ciudad de San Pedro Sula, dijo el subcomisionado policial Héctor Iván Mejía. "El reportero salía de su programa de noticias en TV-Honduras por el portón principal del edificio y el individuo lo aguardaba oculto en unos arbustos".
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"Orellana cayó mortalmente herido y una patrullera lo trasladó a un hospital público de San Pedro Sula", la segunda mayor ciudad del país en la costa atlántica a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, aseguró el oficial. El asesino huyó del lugar de inmediato.
"Buscamos intensamente al autor del crimen en contra del periodista", subrayó. La policía no ha capturado aún a nadie vinculado al crimen.
Orellana fue el quinto reportero que ha sido muerto en Honduras desde principios de marzo, y el gobierno ha ofrecido una recompensa de 5,000 dólares por información para capturar a los responsables.
Crímenes contra reporteros
Dos pistoleros mataron el 1 de marzo en Tegucigalpa a Joseph Ochoa que acompañaba a su colega Karol Cabrera, quien resultó herida de bala.
Cabrera había sido víctima de otro ataque en diciembre y ahora se resiste a abandonar el hospital militar donde está pese a que los médicos le dieron de alta hace más de tres semanas.
El 11 de marzo, varios desconocidos acribillaron a David Meza en La Ceiba, a unos 350 kilómetros al norte de la capital, y el día 15 Nahún Palacios fue muerto en una situación parecida en la ciudad de Tocoa, cercana a La Ceiba.
Otros dos periodistas, Bayardo Mairena y Manuel Juárez, fueron acribillados a tiros el 26 de marzo en una carretera de la provincia de Olancho, al este de Honduras y fronteriza con Nicaragua.
Asimismo, el 12 de abril dos sicarios mataron a tiros en San Pedro Sula al popular locutor Luis Chévez, de 22 años, de la radio W105 junto a su primo Julio Chévez Peña, de 20, estudiante de ingeniería, en las afueras de la casa del primero.
En circunstancias similares han sido muertos en dos años más de 30 abogados, y en los últimos cuatro meses dos coroneles del ejército, un general que se desempeñaba como fiscal que combatía el narcotráfico y un sobrino del ex presidente de facto Roberto Micheletti.
Además, el fiscal general Luis Rubí sufrió un atentado en su finca cuando pistoleros dispararon a su vehículo, pero él y su familia salieron ilesos.
Todavía la policía no aclara esos crímenes, que se producen en momentos en que Honduras es agobiado por una ola de violencia callejera.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato del periodista hondureño Jorge Orellana,
La SIP, con sede en Miami, instó a las autoridades hondureñas a llevar a cabo una investigación expedienta para dar con los responsables y llevarlos ante la Justicia.
El periodista, quien también era profesor de la Universidad Nacional Autónoma del Valle de Sula, trabajó diez años como reportero de la corporación Televicentro.
"La SIP ve con consternación la ola de violencia que sigue creciendo en Honduras y ante la cual observamos lentitud de las autoridades para reaccionar con ímpetu y certeza", indicó Alejandro Aguirre, presidente de la organización hemisférica.
País peligroso
Aguirre, subdirector del Diario Las Américas, de Miami, resaltó que Honduras se ha convertido en "uno de los países de mayor peligro para los periodistas y la situación es de mucha gravedad".
El titular de la SIP anunció que prevén la puesta en marcha de una serie de medidas para atender la situación de violencia contra la prensa que se registra en Honduras y México.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Robert Rivard, adelantó que evaluarán las "diversas formas de apoyar a los colegas hondureños a fin de reducir los riesgos a su seguridad física y la de sus familiares".
Agregó que espera que estas medidas sirvan para que los periodistas "sigan ejerciendo el oficio y puedan abordar de manera amplia cualquier tema de interés general sin temor a represalias".
Prevalece inseguridad
Además la organización defensora de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó el miércoles el asesinato de un periodista Orellana.
"Pese a las recientes promesas del Gobierno, no se ha hecho justicia en ninguno de los casos que tuvieron lugar tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009", indicó la entidad en un comunicado difundido en París.
"Ya de por sí víctima de una gran inseguridad, la prensa hondureña vive desde entonces una situación aún más dramática", sostuvo RSF, según la cual Jorge Orellana fue asesinado en "un clima de amenazas cada vez más alarmante" en ese país centroamericano.