SANTIAGO (Reuters) - El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió el martes a Cuba buscar una "solución humanitaria" para evitar la muerte de un segundo disidente en huelga de hambre que, de suceder, pondría otra vez a la isla de Gobierno comunista bajo escrutinio internacional.
El diplomático llamó a que el Gobierno de Raúl Castro acceda a liberar a 26 presos enfermos, como reclama con su ayuno voluntario el disidente Guillermo Fariñas, quien rechazó el lunes por tercera vez ser trasladado a España para atender su débil estado de salud.
"Lo que uno tiene que hacer es pedirle a las autoridades cubanas que definitivamente resuelvan esta crisis. Lo que no les conviene, desde luego, es que esta persona muera igual que como sucedió con el anterior", dijo Insulza tras reunirse con el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Fariñas ha perdido unos 13 kilos de peso durante los 35 días que lleva de ayuno, y sigue reportado de "grave-estable" en un hospital de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana.
El ex militar y psicólogo de 48 años inició su ayuno el 24 de febrero para pedir la liberación de 26 presos políticos que están enfermos y motivado por la muerte del prisionero Orlando Zapata tras 85 días de huelga de hambre.
El fallecimiento de Zapata fue duramente criticado por Europa y Estados Unidos.
"Pido formalmente a las autoridades cubanas que dejen salir a las personas que están enfermas y, con eso, es una solución humanitaria a la crisis. Creo que el hacer un gesto de este tipo no debilita a nadie", afirmó Insulza.
FARIÑAS GRAVE PERO ESTABLE
Cuba fue suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962 por presiones de Estados Unidos debido a su sistema comunista.
El año pasado, el organismo abrió de nuevo las puertas a un eventual retorno de Cuba, lo cual fue rechazado por el Gobierno de Castro.
La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos dijo el martes en un comunicado que el Gobierno cubano podría salvar la vida de Fariñas si accede a su demanda de liberar a 26 presos políticos enfermos.
"Fariñas pudiera morir en cualquier momento, a pesar de la vigilancia de los intensivistas, debido al deterioro inevitable de su salud en circunstancias agravadas por las secuelas de huelgas de hambre anteriores", dijo el texto firmado por el líder de la Comisión, Elizardo Sánchez.
El disidente continuaba el martes reportado de "grave pero estable", aunque sus síntomas estaban mejorando, según dijo a Reuters por teléfono su madre, Alicia Hernández.
"Hoy estamos un poquito más tranquilos dentro de su gravedad pues su temperatura es de 36,2 aproximadamente y su tensión arterial de 100-70, oscilando en lo normal", dijo Hernández, una enfermera jubilada.
Hernández dijo que su hijo continuaba recibiendo antibióticos para combatir una infección generalizada (estafilococo aureus) que le provocó el sábado fiebre de 40 grados y medio.
(Reporte de Bianca Frigiani, escrito por Fabián Andrés Cambero. Reporte adicional de Nelson Acosta y Rosa Tania Valdés en La Habana; Editado por Silene Ramírez)