- El Gobierno presenta un nuevo plan de ahorro y anuncia que recurrirá al FMI si la UE no le apoya
EFE. ATENAS
Grecia decidió ayer apretarse aún más el cinturón para cumplir la exigencia de la UE de reducir su abultado déficit, al tiempo que advirtió de que recurrirá al FMI si no recibe el apoyo que necesita de los Veintisiete.
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, cumplió con lo que sus socios europeos esperaban y lo que la población griega teme: dio un paso más en su estrategia de austeridad para reducir el gasto público.
El plan de choque pretende ahorrar unos 4.800 millones de euros para sanear la maltrecha economía griega, que acumula ya una deuda de más del 110% del BIP y un déficit del 12,7%.
Los jubilados van a ver cómo sus pensiones quedan congeladas y los 600.000 funcionarios van a tener que renunciar hasta un tercio de los ingresos por pluses y extras que cobran ahora.
Llenar el depósito de gasolina saldrá más caro, entre 3 y 8 céntimos por litro, y el IVA subirá entre un 0,5% y un 2%, dependiendo del producto. Fumar y consumir alcohol costará un 20% más. Incluso la Iglesia Ortodoxa tendrá que pasar por caja, al aumentar los impuestos sobre sus propiedades e ingresos.
Tasa a las rentas altas
La lista sigue: suben las contribuciones sobre propiedades inmobiliarias de gran valor y los ingresos superiores a 100.000 euros serán gravados con el 45% de impuestos, más un pago único del 1%.
Se recortan en 700 millones las inversiones públicas y se congelan los nuevos contratos de personal público para 2010, con la excepción de educación, sanidad y cuerpos de seguridad.
El Gobierno anunció también una nueva legislación para afrontar la evasión de impuestos, un verdadero sumidero de ingresos públicos en Grecia.
Si a los recortes anunciados en febrero los sindicatos reaccionaron con una huelga general, las nuevas medidas de ahorro fueron recibidas con indignación. El sindicato de funcionarios ya ha convocado una nueva huelga para el 16 de marzo.
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